¡Ábrelo, ábrelo! eran las voces que acompañaban el llanto de una familia a las afueras del cementerio Universal de Barranquilla.
El grupo de personas rodearon el carro fúnebre y antes de que ingresara al campo santo una mujer abrió la puerta trasera del vehículo, se subió y abrió el cajón para verificar que el cuerpo que iban a sepultar era su ser querido.
En medio de la tensa situación se escuchó una voz que narraba mientras grababa con su celular:
"Esto es lo que pasa aquí en Barranquilla, la gente quiere maltratar a los funerarios porque no se permite que destapen los cuerpos, la gente agresiva porque estamos cumpliendo con nuestro deber", expresaba la funcionaria.
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Esto ocurre tan solo tres días después que se conociera el caso de cambio de cadáveres, tras una confusión de la Clínica General del Norte y la Funeraria Jardines de la Eternidad en la entrega de dos cuerpos, uno de ellos correspondía a la hermana del exsenador Mario Varón, que falleció por COVID-19.