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“Como una bomba de tiempo” ha calificado el juez de control de garantías, Daniel Corrales, el hacinamiento y amotinamiento de los detenidos que se encuentran en los calabozos de la URI de Barranquilla.
En total son alrededor de 70, los capturados que están en condición de hacinamiento en 7 carceletas con capacidad máxima para dos personas cada una. Por esta razón, los detenidos se han rebelado y exigen el traslado a las cárceles debido a las incomodidades que viven.
“Esta bomba está a punto de estallar, la situación se ha vuelto insostenible”, indicó Corrales.
Estas personas detenidas no han sido trasladas a los centros de reclusión por el Plan Reglamento que adelanta el Inpec hace 105 días.
“La situación en las cárceles es igual o peor que la de la URI, hay hacinamiento del 150 por ciento”, aseguró Milton Aníbal, dragoneante del sindicato del Inpec.
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