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"El daño reputacional a Tecnoglass": editorial de Ley del Montes 7 de junio

Óscar Montes cuestiona por qué la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) suspendió las acciones de Tecnoglass.

140093_Óscar Montes. Foto: bluradio.com
Óscar Montes. Foto: bluradio.com

Al levantar la suspensión de la acción de Tecnoglass a partir de hoy, la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) logra resarcir -en parte- el daño que causó a una de las empresas emblemáticas de la Región Caribe, una de las que genera mayor empleo en Barranquilla, con presencia en 25 estados de Estados Unidos y muy próxima a incursionar en los mercados de Europa.

 

La absurda decisión de la BVC de suspender la acción de Tecnoglass el pasado 25 de Mayo –sin esperar la decisión definitiva de Nasdaq de suspender o no la acción en Nueva York- causó un enorme daño al buen nombre que tiene la compañía barranquillera.

 

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Es decir, con su injustificada y precipitada decisión la BVC afectó gravemente la fama, el prestigio y la reputación de Tecnoglass, producto del esfuerzo de sus directivos y de todos y cada uno de sus trabajadores, que no son pocos, pues la compañía genera 6.000 empleos directos. En otras palabras, la Bolsa de Valores de Colombia puso en juego no sólo el patrimonio de Tecnoglass, sino la supervivencia de miles de familias costeñas que dependen de la solidez de la compañía.

 

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El daño reputacional que causó la Bolsa de Valores de Colombia a Tecnoglass es inmenso y no se compadece del esfuerzo que hicieron sus directivos por alistarse en una entidad que después de los escándalos de Interbolsa y Pacific Rubiales goza –ella sí- de poca credibilidad y estimación.

 

Para decirlo en términos concretos: hoy por hoy necesita más la Bolsa de Valores de Colombia de Tecnoglass –que cotiza y seguirá cotizando en Nasdaq- que Tecnoglass de la Bolsa de Valores de Colombia.

 

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Por esa misma razón valdría la pena indagar por las verdaderas motivaciones que originaron la decisión de la BVC de suspender la acción de Tecnoglass. ¿Quién o quiénes en esa entidad estaban interesados en causar un daño reputacional a una de las empresas líderes de la Región Caribe, con un crecimiento del 30 por ciento en los últimos cuatro años? ¿Se trata –como se escuchó decir en estos días- de un asunto regional? ¿La motivación es política?

 

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Superado el impasse –originado en una decisión que nunca debió tomarse- ya es hora de que la Bolsa de Valores de Colombia comience a responder todas las preguntas relacionadas con este delicado asunto. Quedamos a la espera.

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