"Es tragedia, aunque parece comedia": editorial de Ley del Montes junio 15
Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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La Comisión Primera del Senado acaba de hundir el proyecto de ley que establece duras sanciones a los congresistas ausentistas, esos que todos los meses reciben 27 millones de pesos por legislar de martes a jueves en el Capitolio Nacional, pero que no asisten a las comisiones ni a las plenarias.
La iniciativa busca que los “Honorables Padres de la Patria” cumplan con su deber de hacer leyes que beneficien a los colombianos y realicen debates de control político a los ministros del Gobierno Nacional. En otras palabras, que no sean vagos y cumplan con su deber.
Y –como se sabe- esa tarea no la tienen que hacer todos los días. Sólo de martes a jueves. Nada más. El resto del tiempo lo dedican a hacer política en sus regiones, a preparar los debates y a elaborar sus iniciativas. Buena parte de ellos también viajan al exterior a conocer el funcionamiento de otros Congresos, como integrantes de las delegaciones parlamentarias que nos representan ante diferentes gobiernos. Esta última figura es el tristemente célebre “turismo parlamentario”.
Pues bien. El proyecto de ley que pretendía castigar a los congresistas que cobran sus millonarios sueldos sin trabajar se acaba de hundir en la Comisión Primera del Senado por falta de quórum. Es decir, porque los senadores que deben aprobar dicha ley no asistieron a la sesión. Estaban ausentes. Sólo estuvieron presentes nueve de los 19 que integran la Comisión.
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Que un proyecto que busca sancionar a los congresistas ausentistas se hunda por la inasistencia de los congresistas que deben aprobar la iniciativa es una burla a quienes los eligieron, que lo mínimo que esperan es que los congresistas trabajen los tres días a la semana que les toca. La insólita historia parece una comedia, pero es en realidad una tragedia, porque muestra el cinismo y la mezquindad de quienes tienen la obligación de legislar para el beneficio de la mayoría y no para su propio provecho.
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Muy seguramente, si en la próxima legislatura a un Honorable Parlamentario se le ocurre la genial idea de crear una ley que obligue a los congresistas a trabajar sólo los martes y miércoles, dicha iniciativa sí tendría el pleno respaldo de sus colegas. Todos la votarían de forma masiva y sin mayor discusión. Dirían –claro- que, aunque implica un gran sacrificio para ellos, están dispuestos a sufrir semejante padecimiento por el bien de la Patria.