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Un hecho desafortunado enluta hoy a una familia oriunda de Manatí, Atlántico, tras encontrar la muerte en la capital del país, luego de haberse ido meses atrás buscando un mejor presente para ellos y para sus hijos, dada la mala situación económica que atravesaban en dicho municipio, por cuenta de "la falta de oportunidades".
Se trata de la familia Cueto Carrizales, cuyo padre de familia llegó del trabajo el pasado 8 de enero a su vivienda en la localidad de Bosa, barrio San Bernardín, sin siquiera imaginarse que se encontraría con su esposa, identificada como Angie Carrizales Pérez, de 26 años, y a sus dos pequeños hijos, de uno y cuatro años, fallecidos.
Fue allí cuando la vida se partió en dos para Luis Miguel Cueto, al ver a su esposa completamente morada, igual que a sus hijos, pero sin signos visibles de violencia, a lo que se suma, en la escena, la estufa encendida y una comida que estaba casi quemándose sobre ella cuando logró ingresar.
Inmediatamente procedió a buscar ayuda gritando "auxilio", encendiendo las alertas en el sector, aún sin tener consciencia de lo que les había pasado a los tres. A los pocos minutos, la Sijin de la Policía llegó hasta el lugar de los hechos, junto con personal de la Fiscalía y el Cuerpo de Bomberos, tras un llamado de la comunidad por una posible fuga de gas en la vivienda.
El coronel Diego Enciso, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, precisó lo siguiente:
“Acudimos al llamado de la comunidad por una fuga de gas que se estaba presentando en la vivienda, logrando ingresar rápidamente con el personal de la Sijin y Fiscalía; entonces, fue allí cuando encontramos los cuerpos sin vida de una mujer y sus dos pequeños hijos, quienes no contaban con signos de violencia en ellos".
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Los cuerpos de Carrizales Pérez y sus dos pequeños hijos, fueron inspeccionados, levantados y trasladados por peritos de la Fiscalía hasta las instalaciones de Medicina Legal en Bogotá, dónde aún permanecen mientras se adelantan los trámites de reclamación y traslado hacia Manatí, Atlántico.
De la mujer se conoce que era de nacionalidad venezolana y que, hace varios meses, decidió irse junto con su esposo y sus dos hijos a la capital del país para probar mejor suerte, pues en Manatí, Atlántico, las condiciones económicas no les permitían mantener una vida digna.
Es así como familiares desde Manatí, Atlántico, piden al Gobierno Nacional que los cuerpos sean trasladados hasta el municipio lo antes posible, con el objetivo de brindarles cristiana sepultura, pues mientras avanzan las investigaciones, el cuerpo de la mujer posiblemente sea devuelto hasta su tierra natal.
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"Yo necesito que nos apoyen como familia porque, indudablemente, estamos viviendo una tragedia. No contamos con muchos recursos económicos, por lo que solicitamos al presidente Gustavo Petro que nos apoye para tener los cuerpos de mi nuera y mis dos nietos en el pueblo antes del fin de semana", expresó Francia Ocampo, madre de Luis Miguel.
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