En La Guajira el acceso al agua potable es extremadamente difícil, ya que la mayoría de las áreas de la alta Guajira carecen de sistemas de tuberías. En su lugar, las comunidades dependen de burros cargados con recipientes de agua para abastecerse.
Desafortunadamente, muchos de estos animales son guiados por niños que, desde temprana edad, aprenden a recorrer el camino y manejar a los animales para obtener el agua necesaria.
Aunque los tanques de agua más grandes se encuentran en las escuelas que funcionan como internados, cada niño solo tiene acceso a menos de 556 mililitros diarios, lo que equivale a una pequeña botella de agua para que cumplan con todas sus necesidades (hidratación, baño, comida, etc).
La sequía y la escasez de alimentos podrían agravar aún más la situación de desnutrición en el país. En lo que va del año, se han confirmado 87 muertes de menores de cinco años, de las cuales 34 se han reportado en La Guajira.
Ante esta situación, la SuperSalud anunció que se ha desplegado acciones de inspección a los distintos actores vigilados para identificar los puntos críticos que ponen en riesgo la correcta prestación de los servicios de salud y el aseguramiento de los usuarios, focalizando sus acciones en el departamento de La Guajira, por la crítica situación identificada.
“Nuestro objetivo con la puesta en marcha de la Regional Caribe es garantizar presencia permanente y funcional para brindar soluciones efectivas y formular los correctivos necesarios, ante hechos que vulneren los derechos de los usuarios, brindando más y mejores servicios a los ciudadanos”, señaló el superintendente Ulahí Beltrán López.
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