Cansados de la posible mala prestación en el servicio de agua potable que, desde hace semanas, tendría a los barranquilleros recibiendo agua con un color "amarillento", sabor a tierra y un olor poco agradable; las denuncias de los usuarios obligaron a que la Superintendencia de Servicios Públicos anunciara una auditoría especial a la empresa Triple A para conocer a profundidad las causales de la mala calidad en el líquido.
Ulbay Triviño, Superintendente Delegado; señaló que "hacemos presencia en el territorio porque así nos lo ha pedido el presidente Gustavo Petro, para construir las soluciones respecto a la mala prestación del servicio de agua potable, en el marco de las facultades que nos otorga el Gobierno Nacional y, dentro de las soluciones para la defensa de los usuarios, he encontrado causales para ordenar una auditoría especial a la empresa Triple A".
Además, Triviño fue enfático en señalar que "debemos determinar los comportamientos que derivan de la prestación del servicio y del contrato del que se ha hablado en esta audiencia pública, para que no se quede solamente en intenciones y reclamaciones de acuerdo a la Ley 142, respecto a la nueva concesión en el municipio de Soledad, Atlántico".
Pero, mientras que delegados de la Superintendencia de Servicios Públicos piden explicaciones a la empresa Triple A, los concejales ni un compás de espera darán, pues en las últimas pidieron que el gerente, Jairo de Castro, se aparte del cargo ante la presunta negligencia.
Las excusas y respuestas que estamos escuchando desde hace un año son muy cómodas, son frescas, no son respuestas técnicas. Vemos falta de prevención, planeación y acción. Yo quisiera que el gerente abandone su zona de confort porque lo que está pasando en la ciudad de Barranquilla es grave y no lo podemos permitir", alegó Juan Carlos Ospino, presidente del Concejo de Barranquilla.
Es importante mencionar que la empresa Triple A, en reiteradas ocasiones, ha manifestado que las características que ha presentado el agua se deben a la cantidad de sedimento que arrastra el río Magdalena, lo que ha afectado la captación de agua cruda en la bocatoma del acueducto.
Sin embargo, a través de comunicados han señalado que el agua es potable, puede consumirse y utilizarse sin poner en peligro la salud de los usuarios en Barranquilla y su área metropolitana, mientras continúan trabajando para superar la crisis que presentan algunos sectores por la coloración.
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