Los incendios forestales que se han presentado recientemente en Bucaramanga han ido desmejorando la calidad del aire del área metropolitana, esto según los reportes que entrega la Red Metropolitana de Calidad del Aire que demuestran que la temporada seca y las diferentes conflagraciones forestales han tenido incidencia en el aire que se respira en la capital de Santander y sus alrededores.
Desde el 18 de enero de este año en adelante las concentraciones de material particulado han aumentado en Bucaramanga y el área y, en la semana del 1 al 7 de febrero la concentración del material particulado aumentó 5 veces más de lo normal, en comparación con la semana del 9 al 14 de enero, según el área metropolitana de Bucaramanga, por las pocas lluvias y las altas temperaturas.
Hace poco el incendio que se presentó en la vereda Chocoa del municipio de Girón, donde resultaron afectadas más de 70 hectáreas de terrenos fértiles, hizo que las mediciones del área metropolitana pasaran de un aire “aceptable” a un rango de prevención límite y con tendencia de llegar a una alerta roja.
“Para los episodios críticos de contaminación vamos a contar con un protocolo específico que nos va a permitir afrontar entre todos, estos fenómenos de contaminación de aire en Bucaramanga”, dijo Leonel Herrera, experto en temas de calidad del aire de la ciudad.
Teniendo en cuenta los cambios en la calidad del aire que se están presentando, el Área Metropolitana de Bucaramanga se reunió con la Secretaria de Ambiente de la ciudad, la Oficina de Gestión del Riesgo de Santander, la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB y la Secretaria de Mitigación del Riesgo de Floridablanca para evitar que se presente un episodio crítico de contaminación como el que ocurrió en 2020.
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