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Luego de 25 días de la emergencia por la emanación de petróleo del pozo Lizama 158 en el corregimiento La Fortuna, de Barrancabermeja, que ha causado una de las mayores emergencias ambientales en la historia de Santander, directivas de Ecopetrol reconocieron que se equivocaron.
Eduardo Uribe, vicepresidente de sostenibilidad de la compañía, afirmó que el punto cero del afloramiento fue controlado y sostuvo que se trató de un caso excepcional.
“Nosotros desestimamos en el principio el evento. Pensamos que era igual como otros que han ocurrido en la región, pero en realidad era un caso excepcional, raro y para el cual, debo reconocer, no estábamos preparados porque era la primera vez que sucedía algo así”, señaló.
Vea aquí: Tras casi un mes de emergencia, Ecopetrol controla emanación de petróleo en La Lizama
El funcionario de Ecopetrol agregó que cuando se dieron cuenta de la magnitud de la emergencia, “ya era demasiado tarde, era algo muy grande”.
Ecopetrol informó que a la quebrada La Lizama y Caño Muerto cayeron 550 barriles de crudo, pero que recogieron de forma controlada en la zona del afloramiento cerca de 60.000 barriles de petróleo, lodo y agua.
La emergencia ambiental en el sector del corregimiento La Fortuna continúa. Los rastros del daño ecológico son innumerables y se prevé que la recuperación tardará más de dos décadas, según expertos ambientalistas.
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La compañía petrolera aumentó a 530 el número de trabajadores en la limpieza de las fuentes hídricas contaminadas con crudo. Se espera la llegada de equipos desde Estados Unidos para sellar definitivamente el pozo 158 de La Lizama, Santander.
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