El pasado 4 de mayo el teniente Juan David Quintana, quien comandaba el CAI Villamil en el sur de Girón, Santander, perdió su ojo izquierdo luego de que las esquirlas de una botella de vidrio lo impactaran.
Tras una delicada cirugía, el uniformado logró salir de la clínica y contó cómo fueron esos momentos de terror.
“La gente que estaba en ese momento arremetió contra mi equipo de trabajo, el que yo llevaba al mando, cuando fue que sentí un impacto en mi ojo izquierdo, inmediatamente caí”, relató a Noticias Caracol.
El uniformado asegura que no guarda rencor y pide que cese la violencia durante las manifestaciones.
Publicidad
“Mi corazón no guarda rencor a esa persona que me realizó esta situación, no hay rencor, yo creo que hay un Dios que todo lo ve y él es el que hará justicia”, indicó.
Publicidad