Según reporte técnico, cuatro factores ocasionaron afloramiento de crudo en Lizama

La petrolera colombiana dio a conocer el resultado del reporte técnico sobre los factores que se presentaron y desencadenaron el afloramiento de petróleo en un predio a 230 metros del pozo Lizama 158, evento que se registró el 2 de marzo pasado en el corregimiento de La Fortuna, municipio de San Vicente de Chucurí, en Santander.

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La compañía destacó que tras “analizar los antecedentes del Campo Lizama y la cronología del incidente, el informe concluye que se presentaron cuatro factores críticos, todos ellos necesarios para ocasionar el afloramiento”.

Agrega el informe que, si alguno de ellos no se hubiera presentado, no hubiera ocurrido el evento, lo que permite calificarlo como atípico, imprevisible, de múltiples causas, extraordinario y con probabilidades casi inexistentes de repetirse en el futuro.

La empresa estableció que los siguientes factores críticos ocasionaron el derrame de más de 300 barriles de crudo a las quebradas Lizama y Caño Muerto:

La caída de una tubería de trabajo en el fondo del pozo cuando una empresa contratista inspeccionaba el lugar en el mes de noviembre de 2017 fue la situación que produjo el taponamiento del mismo.

Por este tapón, o barrera, dentro del pozo 158 los fluidos del yacimiento no circularon como debía ser, por eso, el 3 de marzo de 2018, tres meses después del incidente inicial, se produjo el enorme afloramiento de crudo que generó una emergencia sin precedentes en la zona.

Este hecho además ocasionó la ruptura del “blanking plug” del pozo, dice en el comunicado Ecopetrol.

Por esta situación se presentó un orificio de 6 pulgadas de diámetro, a una profundidad de 961 pies, identificada con los registros y análisis realizados con posterioridad al evento, siendo el segundo factor que ocasiona la tragedia.

El tercer factor descubierto por esta investigación es que la ruptura del tubo pudo generar la pérdida de integridad mecánica en el revestimiento de producción afectado por corrosión.

Además, en la zona se pudo evidenciar la presencia de un sistema natural de fallas geológicas, denominado La Salina, que sumado a los otros factores permitió que los fluidos del pozo migraran por dichas fallas y afloraran en superficie.

El último factor fue el tiempo de exposición de las formaciones superiores a una sobrepresión del yacimiento, que contribuyó a que en un predio cercano al pozo afloraran los fluidos, una mezcla de agua, lodo, crudo y gas.

Ecopetrol además informó que “se presentó una demanda ante el Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca contra la empresa contratista que ocasiono la caída de tubería al fondo del pozo”.

Finalmente, Ecopetrol confirmó que el pasado 11 de julio de 2018 culminó los trabajos de abandono técnico y definitivo del pozo Lizama 158 en Santander.