El esloveno Tadej Pogacar se coronó este domingo en París como campeón del Tour de Francia 2025, sumando así su cuarto título en la 'Grande Boucle' (2020, 2021, 2024 y ahora 2025). Con esta victoria, igualó al británico Chris Froome y quedó a solo una conquista de los históricos Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Induráin, quienes suman cinco coronas.Aunque ya tenía asegurado el maillot amarillo desde días atrás, Pogacar no se guardó nada y peleó hasta el final por la etapa en la capital francesa, donde fue cuarto. El belga Wout van Aert (Visma-Lease a Bike) se llevó el triunfo del día, tras imponerse en solitario luego de un ataque en el último ascenso a Montmartre.Una última etapa con emoción y lluvia en ParísLa etapa de cierre volvió a la capital francesa tras un año de ausencia debido a los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta vez, el recorrido incluyó tres pasos por el barrio de Montmartre, con una subida corta pero exigente de 1,1 kilómetros al 5,9 % de inclinación.La lluvia, que no dio tregua, obligó a los organizadores a neutralizar los tiempos a 50 kilómetros de la meta para evitar caídas. Sin embargo, eso no impidió que Pogacar intentara el doblete y que el público parisino disfrutara de una jornada festiva, con bailarinas del Moulin Rouge y hasta un pintor retratando al campeón en plena Rue Lepic.Un podio de lujo y más maillots para la vitrinaEn la clasificación general, Pogacar le sacó 4 minutos y 24 segundos al danés Jonas Vingegaard, su eterno rival. El alemán Florian Lipowitz (Red Bull-Bora) fue tercero y, además, se llevó el maillot blanco como mejor joven, siendo el primer alemán en el podio desde Andreas Klöden en 2006.El maillot verde de la regularidad fue para el italiano Jonathan Milan (Lidl-Trek), uno de los mejores velocistas del pelotón.A sus 26 años, Pogacar ya acumula 22 victorias de etapa en el Tour y sigue agrandando su leyenda. Con una sonrisa y los brazos en alto, cerró otra edición inolvidable, ya con la mirada puesta en alcanzar el olimpo de los cinco grandes campeones.
El ciclista australiano Kaden Groves (Alpecin-Deceuninck) se llevó este sábado una victoria inolvidable en la penúltima etapa del Tour de Francia 2025. Groves, especialista en los sprints y con amplia experiencia en grandes vueltas, supo aprovechar una jornada caótica marcada por la lluvia y una caída que cambió por completo el panorama.Cuando todo indicaba que Iván Romeo (Movistar) podía luchar por su primera victoria en el Tour, una curva mojada le jugó una mala pasada. El español se fue al suelo junto al francés Romain Gregoire a 21 kilómetros de la meta, justo cuando lideraban la escapada. Romeo se golpeó las costillas con un bordillo y quedó fuera de combate, abriéndole camino a Groves.Pogacar acaricia su cuarto Tour de FranciaMientras el australiano celebraba su primer triunfo en la ‘Grande Boucle’, el esloveno Tadej Pogacar entraba con tranquilidad al grupo de favoritos, siete minutos después. La general no sufrió modificaciones, y todo indica que Pogacar subirá este domingo al podio en París vestido de amarillo, consagrándose por cuarta vez campeón del Tour de Francia.La subida a Montmartre en la última jornada podría definir el triunfo de etapa, pero no se espera que altere las posiciones del podio.Tercer triunfo para el Alpecin-DeceuninckCon esta victoria, Groves suma la décima de su carrera en grandes vueltas y le entrega a su equipo, el Alpecin-Deceuninck, el tercer festejo en esta edición del Tour. Lo hizo sin la compañía de sus jefes de filas habituales, Jasper Philipsen y Mathieu van der Poel, quienes abandonaron la carrera días atrás.A sus 26 años, Groves demostró que también puede brillar en solitario, en una etapa que lo consagra como uno de los nombres propios de esta edición del Tour.
Menos de una semana después de su victoria en Superbagnères, el neerlandés Thymen Arensman (Ineos) se pellizcaba en la cima de La Plagne, bajo la intensa lluvia alpina, no se creía su segundo triunfo en el Tour en el año de su debut, además ante "los extraterrestres" Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard."No me doy cuenta de lo que acabo de hacer", fue lo primero que dijo Arensman en La Plagne, donde se convirtió en el sucesor de su compatriota Michael Boogerd, quien alzó los brazos en la misma cima hace 23 años."Estoy destrozado. No lo puedo creer. Ganar una etapa ya era increíble. Eso ocurrió desde la escapada, pero hoy lo conseguí contra los corredores de la general, los más fuertes del Tour. Parece un sueño. He ganado a dos extraterrestres", dijo emocionado.Arensman llegó al pie de La Plagne con su compañero Tobias Foss, pero luego el noruego cedió y dejó al neerlandés a solas con los grandes monstruos de la general."En la subida lo tenía todo bajo control y pensé que los favoritos iban a marcarse entre sí. Tadej y Jonas son prácticamente extraterrestres, los ciclistas más fuertes del pelotón. Y quiero vencerlos como un mortal. No puedo creer que lo haya logrado. Es una locura", concluyó.Humano contra extraterrestres "Se trata de Tadej y Jonas. Todo el mundo sabe que son los mejores del mundo, casi unos extraterrestres, y yo soy sólo un ser humano. Pero acabo de ganarles, es una locura", añadió.Luego de haberse escapado al inicio de la subida final, el escalador de 25 años no contó con más de medio minuto de margen, pero le resultó suficiente para no ser alcanzado en ningún momento por la dupla Pogacar-Vingegaard.¿Pero hubiera logrado esa victoria si Pogacar se hubiese mostrado más ambicioso? La misma pregunta fue formulada al esloveno en conferencia de prensa. "No lo sé, yo contaba los kilómetros para el final. Arensman iba fuerte, bravo por él. Yo imprimía un ritmo defensivo en el que estaba cómodo y que me permitía responder a un eventual ataque".Pogacar añadió que el protocolo del maillot amarillo le está haciendo mella, y que es difícil "estar concentrado y motivado cada día".Bajo una intensa lluvia, en una etapa que resultó menos emocionante de lo esperado, los dos hombres que se reparten las cinco últimas ediciones del Tour se vigilaron mutuamente en la subida a la estación de esquí alpina, antes de que el danés esprintase en los últimos metros previos a meta en busca de un honor más moral que práctico de cara a la general.Pogacar se mostró más conservador de lo que en él es habitual, o quizá con menos fuerzas de las que presentó en la primera mitad de la carrera. 'Pogi' se limitó a defender su ventaja, mientras que Vingegaard también pareció resignado a su segundo puesto en la general.
La decimonovena etapa del Tour de Francia, prevista para este viernes entre Albertville y La Plagne, tuvo que ser acortada y no pasó por el Col des Saisies, debido a un brote de dermatosis nodular contagiosa detectado en un rebaño de vacas.La medida, que podría implicar el sacrificio de los animales afectados, fue anunciada por los organizadores la noche del jueves."El descubrimiento de un brote de dermatosis nodular contagiosa en un rebaño situado en el Col des Saisies ha obligado a sacrificar a los animales", anunció ASO, la empresa organizadora del Tour."Ante la angustia de los ganaderos afectados y para preservar la serenidad de la carrera, se ha decidido, de acuerdo con las autoridades, modificar el recorrido de la 19ª etapa Albertville-La Plagne y no atravesar el Col des Saisies", agregó ASO.La etapa solo cubrió 95 kilómetros en lugar de los 129,9 km previstos inicialmente.La salida ficticia se mantuvo en Albertville, como estaba previsto, pero se retrasó alrededor de una hora. A continuación, la carrera retomó su recorrido original poco antes de Beaufort, en el kilómetro 52,4 de la ruta inicialmente prevista, precisó la organización.Ganador de esta recortada etapaEl neerlandés Thymen Arensman se impuso este viernes en la última etapa de montaña del Tour, con final en La Plagne, superando por apenas dos segundos a Jonas Vingegaard y a Tadej Pogacar, que sale de los Alpes con el cuarto título muy encarrilado.Fue el segundo triunfo parcial para Arensman en este Tour, después de haberse llevado otro final en alto, en Superbagnères en la 14ª etapa, en los Pirineos.Luego de haberse escapado al inicio de la subida final, el escalador de 25 años no fue alcanzado en ningún momento por la dupla Pogacar-Vingegaard.
El danés Jonas Vingegaard aceptó la derrota en el Tour de Francia y afirmó que el esloveno Tadej Pogacar lo merece porque "es el más fuerte"."Ha sido el más fuerte, merece ganar. Hay un momento en el que tienes que aceptarlo y lo acepto", aseguró el ciclista del Visma tras la última etapa de alta montaña.Vingegaard, que tiene casi cuatro minutos y medio de desventaja, dijo que en esta jornada, con meta en la cima de categoría especial de La Plagne, ya no intentó restar tiempo a Pogacar y que su único objetivo era sumar una victoria de etapa."Para ser honesto, lo que perseguía era la victoria de etapa. Desgraciadamente Thymen Arensman ha hecho un buen trabajo y ha merecido ganar, ha sido muy fuerte. En el final no intentaba recuperar tiempo sobre Tadej. Desgraciadamente no he podido ganar", señaló.Einer Rubio: "Teníamos que jugárnosla de salida"El colombiano Einer Rubio se mostró satisfecho de haber intentado ganar la decimonovena etapa del Tour de Francia con una escapada temprana que no pudo llevar hasta el final."Teníamos que jugárnosla de salida, hacer la primera subida muy rápido, pero no ha sido posible. Nos ha llegado el grupo de favoritos por detrás. Pero, bueno, lo hemos intentado y estoy satisfecho por ello", aseguró el corredor de Movistar.Rubio aseguró que la etapa de la víspera fue más dura, pero la de La Plagne tampoco fue fácil: "Pero estamos acostumbrados a guerrear"."Sabía que hoy sería una batalla, porque recortaron la etapa y sería muy explosiva. Todo el mundo se motiva y pasan estas cosas", agregó en alusión a la mutilación del recorrido final en 36 kilómetros y dos puertos por un brote de "dermatitis nodular contagiosa" que afectó al ganado en la zona del Col des Saisies y que obligó al sacrificio de los animales. Por cuestiones de seguridad, se acordó el desvío del recorrido.
El esloveno Tadej Pogacar consideró que tuvo "una buena jornada" en la que fue segundo y acrecentó su ventaja en la general y señaló que los ataques del Visma del danés Jonas Vingegaard "no sirvieron para nada".El corredor del UAE consideró que el Tour todavía no está ganado y advirtió de que queda la jornada de mañana, que auguró muy dura."Veremos qué pasa mañana, es otro día muy duro. Si la etapa es como la de hoy estoy más tranquilo porque el equipo ha estado muy fuerte. El Visma lo ha intentado todo, pero no les ha servido para nada, mis compañeros me han defendido bien, hemos estado muy cohesionados", señaló el campeón del mundo."Mañana correremos con el mismo planteamiento, buscando también sobrevivir, igual que hoy. Puede que busquemos la victoria en la etapa de los Campos Elíseos", afirmó.El esloveno indicó que no la buscó en la Loze, un puerto donde hace tres años sufrió mucho, porque se subió por una vertiente diferente a la de 2022, menos dura."La otra vertiente es más dura, me gustaría pronto poder afrontar una etapa por esa vertiente, entonces sí iré a buscar la victoria. Hoy era más fácil, aunque es dura, pero la otra es peor", comentó."Hoy era difícil sacar ventajas, pero estoy contento de seguir de amarillo y de haber sacado algo de renta, ha sido un buen día", dijo.
El esloveno Tadej Pogacar chocó sin gravedad con un coche del Visma, equipo de su rival Jonas Vingegaard, mientras se dirigía a la salida de la 17ª etapa del Tour de Francia, este jueves en Vif."Íbamos hacia la línea de salida en medio de coches, no había peligro por delante. Íbamos detrás del coche (de la formación Visma), quizá un poco demasiado cerca, y el conductor frenó de repente. No sé si lo que quería era controlar mis frenos", bromeó el maillot amarillo para la televisión británica antes de la salida."No vi por qué pegó el frenazo (...) pero todo va bien", tranquilizó el esloveno de 26 años, que pudo tomar sin problemas la salida de la etapa reina del Tour de Francia en los Alpes.En el programa: tres puertos de categoría especial, entre ellos el temible col de la Loze, donde Tadej Pogacar vivió uno de sus peores días como corredor, en 2023.Pogacar lidera la general con más de cuatro minutos sobre el danés del Visma Jonas Vingegaard.O'Connor gana en la Loze, Pogacar anula la estrategia del VismaEl australiano Ben O'Connor (Jayco AlUla) se impuso este jueves en solitario en una de las etapas reinas, con llegada en el puerto de la Loze, de categoría especial.En la pelea por la general, el maillot amarillo salió indemne, e incluso reforzado, de las maniobras del Visma de Jonas Vingegaard, al que se le agotan el tiempo y los kilómetros para un cada vez más improbable vuelco en la general.El colombiano del Movistar Einer Rubio fue adelantado a unos metros del final por Pogacar (2º en meta), que amplió su ventaja al frente de la general en otro puñado de segundos.Luego de haber dejado aislado a 'Pogi' en el col de la Madeleine -segundo puerto de categoría especial del día-, Jonas Vingegaard no tuvo fuerzas para sacar provecho de esa ventaja numérica, y vio cómo varios compañeros de 'Pogi' en el UAE, entre ellos el ecuatoriano Jhonatan Narváez, contactaban con el grupo principal.Finalmente el maillot amarillo demarró para sacar 9 segundos en meta al danés, al que saca 4 minutos y 26 segundos en la general.
El ciclista colombiano Santiago Buitrago dijo este miércoles a la AFP que se encuentra mermado físicamente en este Tour de Francia pero, después de haber sido tercero en la etapa del martes, espera "dar lo mejor" en las jornadas que quedan hasta la meta final del domingo."Quedan dos etapas en las que todavía se puede esperar algo y espero seguir sacándole el máximo a mi cuerpo. No estoy al 100 %, pero intento dar lo mejor", declaró el corredor del Bahrain en la salida de Bollène, antes de una 17ª etapa que conduce al pelotón hasta Valence.El Tour de Buitrago quedó muy condicionado en la etapa con final en Muro de Bretaña, la séptima de esta edición, el pasado 11 de julio. Allí se vio implicado en una fuerte caída cerca del final y cruzó la meta con el maillot rasgado y heridas visibles."No ha sido para nada el Tour que esperaba. Venía con otras ilusiones y otros objetivos. Después de la caída todo ha cambiado bastante", admitió.El martes, Buitrago (25 años) consiguió un meritorio tercer puesto en la 16ª etapa, con meta en alto en el Mont Ventoux, a solo 4 segundos del francés Valentin Paret-Peintre y del irlandés Ben Healy, primero y segundo del día respectivamente."Lo de ayer es simplemente eso, el querer sacar algo bueno después de todo", explicó Buitrago en su charla con la AFP.En la general empezó la 17ª etapa como 46º, a casi dos horas del líder Tadej Pogacar y a una hora y 50 minutos del podio, por lo que su objetivo en los días que quedan es dar alguna alegría a su equipo y a su país en las etapas de montaña.
Un hombre fue interceptado por un policía y por un miembro de la organización del Tour de Francia cuando buscaba cruzar en bicicleta la línea de meta de la 17ª etapa, justo antes de la llegada de los corredores este miércoles a Valence, según constataron fotógrafos de la AFP.El incidente, que no fue difundido por televisión, tuvo lugar apenas unos minutos antes del esprint final.El hombre, con casco negro y maillot del equipo francés Decathlon-AG2R La Mondiale, fue derribado sobre el asfalto de forma contundente.En las fotos de la AFP se puede reconocer también al hombre encargado de las llegadas, empleado de la empresa organizadora del Tour, ASO, quien había placado a un militante propalestimo en la meta de la 11ª etapa el pasado miércoles en Toulouse.Por el momento, ASO no ha emitido ningún comentario para explicar los hechos.Así terminó la etapa 17Sin el belga Tim Merlier o el eritreo Biniam Girmay, descartados tras una caída a 800 metros de meta, fue Jonathan Milan el que se llevó la victoria al esprint este miércoles en la 17ª etapa del Tour de Francia.El coloso italiano del Lidl-Trek, de 1,96 metros de altura, se embolsó 50 puntos que refuerzan su maillot verde y le despejan el camino para poder vestir en París el domingo la túnica que premia al corredor más regular en las llegadas y en los esprints intermedios.La lluvia, presente en los últimos 40 kilómetros de etapa con salida en Bollène, fue protagonista en el final en Valence, causando una caída en la que se vieron implicados varios hombres llamados al menos a obligar a un esfuerzo extra a Milan para llevarse su segunda victoria de etapa en este Tour.Aunque ninguno pareció haber sufrido daños que le impidan continuar la carrera, la llegada final perdió espectacularidad en tanto en cuanto dejó casi sin rivales a Milan.Al término de la etapa, el esloveno Tadej Pogacar conservó su holgado maillot amarillo en la víspera de la etapa reina en los Alpes.
Ante las acusaciones de arrogancia y los reproches por un dominio tan acentuado en el Tour de Francia, el maillot amarillo Tadej Pogacar aseguró este miércoles que su equipo no hace nada "para resultar arrogante", sino que trata simplemente de "hacer fácil la carrera"."La arrogancia es una cosa, tratar de ganar el Tour de Francia es otra", estimó el esloveno, cuyo equipo suma cinco triunfos de etapa y parte con todo a favor para conquistar el Tour.El martes se alzaron voces críticas, como la del director del TotalEnergies Jean-René Bernaudeau o del comentarista y exciclista Thomas Voeckler, que censuraron el comportamiento de Nils Politt, el compañero alemán de Pogacar, que reprendió a varios corredores que trataban de formar una escapada camino del Mont Ventoux.Un intento de intimidación finalmente infructuoso: unos kilómetros más adelante se formó una fuga de 34 corredores, de la que salió el vencedor de etapa, el francés Valentin Paret-Peintre."Muchos corredores pueden vernos como arrogantes, como ayer, cuando tratamos de calmar las cosas, porque somos el equipo que debe controlar cada kilómetro de esta carrera", afirma "Pogi".Las críticas arreciaron los últimos días luego de la exhibición de Pogacar en los Pirineos y la de su compañero Tim Wellens en Carcasona, victorioso después de una escapada, reprochando la voracidad de victorias de la formación emiratí."Tenemos que ver las cosas desde nuestra óptica, tratamos de no ser arrogantes, tratamos de hacer la carrera lo más fácil posible", añadió el triple ganador del Tour."Creo que algunos chicos deberían calmarse, en mi opinión, y puede parecer superarrogante decir eso, pero bueno...", concluyó.
El neerlandés Thymen Arensman (Ineos-Grenadiers) se llevó este sábado una etapa épica en los Pirineos, al imponerse en la jornada 14 del Tour de Francia con final en alto en Superbagnères. Con esta hazaña, el ciclista de 25 años logró su primer triunfo en la ronda gala, en un día marcado por las duras subidas al Tourmalet, el col d’Aspin y el Peyresourde.Arensman fue protagonista desde temprano, integrando la escapada del día desde las primeras rampas del Tourmalet. Más adelante, logró soltar a sus compañeros de fuga en el Peyresourde y, con fuerza y cabeza, resistió el acecho del grupo de favoritos en el ascenso final. Detrás, Tadej Pogacar fue segundo, manteniéndose como líder sólido de la general.El esloveno cedió la responsabilidad de la persecución a Jonas Vingegaard, quien no respondió a su ritmo en la subida. En los metros finales, Pogacar apretó el paso para recortarle algunos segundos al danés, ampliando su ventaja en la clasificación general.Abandono de Evenepoel sacude la generalUno de los momentos clave del día fue el retiro del belga Remco Evenepoel. El doble campeón olímpico, que venía sufriendo desde la contrarreloj del viernes, no pudo con las rampas del Tourmalet y optó por abandonar la carrera, cuando marchaba tercero en la general. Su salida abrió paso al alemán Florian Lipowitz (Red Bull-Bora), quien ahora ocupa ese lugar en la clasificación.La etapa también dejó los abandonos del danés Mattias Skjelmose (Lidl-Trek) y el belga Steff Cras (TotalEnergies), ambos fuera de combate en el Tourmalet, que fue coronado en primer lugar por el francés Lenny Martínez, heredando el honor que el año pasado fue del español Oier Lazkano.
El Tour ha muerto, dios salve al Tour. Salvo accidente imprevisto, el esloveno Tadej Pogacar ha matado todo suspenso sobre el ganador de la carrera, por delante del danés Jonas Vingegaard, que también tiene amarrado el segundo puesto, lo que relega el suspense a la identidad del tercero del podio.Cinco corredores se encuentran separados por menos de minuto y medio en la lucha por ese puesto, con todavía cuatro importantes etapas de alta montaña por delante, que serán decisivas para afinar la general final.Entre el belga Remco Evenepoel, tercero de la general del año pasado, puesto que ocupa también ahora, y el esloveno Primoz Roglic, séptimo, hay 1.26 minutos en la general, un espacio en el que también están el alemán Florian Lipowitz, el británico Oscar Lipowitz y el francés Kevin Vaquelin.La última etapa pirenaica, este sábado con dos puertos de categoría especial, el Tourmalet y Superbagnères, que alberga la meta, empezará a ver las estrategias para conseguir ese tercer puesto.Evenepoel tiene por ahora ventaja, pero solo de seis segundos con respecto a Lipowitz, y una trayectoria claramente a la baja, además de un terreno que no le favorece.El belga ha perdido casi dos minutos con respecto a Lipowitz en la general en las dos jornadas de Pirineos. "En una esta muerto y en la otra peor", dijo en la meta de Peyragudes, en la que no hizo honor a su condición de campeón del mundo y olímpico contrarreloj y firmó una mala actuación, 2.39 minutos peor que Pogacar.La montaña se le está atragantando al belga que solo en la crono perdió 43 segundos con su máximo rival. Por delante aun cuatro jornadas de alta montaña en la que tendrá que recuperar sensaciones si quiere repetir el podio final.Lipowitz va camino de convertirse en la revelación del Tour, sobre todo si consigue asaltar el tercer escalón del podio. El joven alemán, de 24 años, ha ido mejorando con el paso de los días y ahora tiene el podio a tiro de piedra.Tercero de la pasada Dauphiné, tras Pogacar y Vingegaard, el ciclista del Bora es una apuesta al alza, sobre todo porque su equipo cuenta con otra baza, la de un Roglic que todavía no ha dicho su última palabra."Son dos opciones para la general, eso nos da muchas posibilidades estratégicas", apunta el ciclista germano, mientras que su director, Enrico Gasparotto, aseguraba que "el objetivo es estar en el podio y tenemos dos opciones".La apuesta LipowitzTodo apunta a que Lipowitz es ahora la prioritaria, sobre todo si el germano sigue comportándose con la fortaleza mostrada hasta ahora. En el Hautacam fue tercero, por detrás de nuevo de los intocables Pogacar y Vingegaard, y solo perdió 13 segundos con el segundo, mientras que en al cronoescalada fue cuarto, superado también por Roglic.El pesimismo de Evenepoel contrastaba con el optimismo que se vive en el Red Bull.El otro invitado de excepción es el británico Onley, de 22 años, que tiene una desventaja de 47 segundos con el tercer puesto, pero que no ha dicho su última palabra.El ciclista del Picnic, tercero de la pasada Vuelta a Suiza tras el portugués Joao Almeida y Vauquelin, ha demostrado garra en la montaña, el terreno que le es, sobre el papel, menos favorable.En Hautacam lanzó varios ataques en el grupo perseguidor, pero al final le faltó algo de energía y cedió 37 segundos con Lipowitz en meta, por lo que se situó por detrás del germano en al general.Autor de una primera semana sorprendente, sin apenas fallos, Onley firmó una gran crono en Peyragudes, cedió diez segundos con Lipowitz.Vauquelin también aspira a ese escalón del podio en un año en el que Francia recuerda que hace 40 que no gana el Tour. Convertido en el ídolo local, el ciclista del Arkea, de 24 años, se está defendiendo en la alta montaña, un terreno que no es el suyo.Está a cuatro segundos de Onley y cuenta con el entusiasmo de la cuneta para poder remontar.El veterano del grupo de aspirantes es Roglic, de 35 años, el único con Evenepoel que ya ha subido al podio, fue segundo en 2020 y el único que ha ganado una gran vuelta, el Giro de 2023 y las Vueltas a España de 2019, 2020, 2021 y 2024.Su buena actuación en la contrarreloj de Peyragudes ha relanzado sus opciones, aunque puede tener que quedar relegado a un segundo plano para ayudar a Lipowitz, con el que perdió casi dos minutos en Hautacam.Pero su experiencia puede ser un valor incalculable en las estrategias de lo que resta de competición.
La historia es la última frontera que le resta al esloveno Tadej Pogacar, dominador absoluto del ciclismo actual, que ha extendido su hegemonía hasta el Tour de Francia, en el que solo la desgracia puede privarle de un cuarto título.A sus 26 años, el ciclista del UAE ya no se mide con el resto del pelotón, sus rivales están en la leyenda, en los libros que recogen las gestas del pasado, que se han reabierto para recibir las suyas.Nadie duda de que Pogacar marcará la historia. Resta saber cuán profunda será la huella que deje, cómo se comparará con los grandes nombres que han hecho este deporte. Ese puede ser su rival, que mire más a la historia que al presente en un ciclismo que no perdona los errores.Pero el esloveno ya sólo mira a nombres como Eddy Merckx, Bernard Hinault o Mark Cavendish, sus registros se comparan con los mejores de todos los tiempos y sus rivales parecen resignados a su supremacía.No había más que ver la cara de Jonas Vingegaard intentando salvar los muebles camino de la cima de Hautacam, el contraste con el gesto firme y sereno de Pogacar, que acabó colándole 2:10 minutos, la mayor renta que nunca ha conseguido el esloveno en una etapa de una gran vuelta.Pogacar es el segundo ciclista que llega a las 20 etapas en el Tour antes de haber cumplido los 27, después de Cavendish, el esprinter que tiene el récord de victorias en la ronda francesa, 35, una más que el belga Merckx.Por ahora es el sexto corredor que más veces ha cruzado la meta en cabeza en el Tour y sus 102 victorias acreditan una solidez que va más allá de las carreteras francesas.Su ascenso al Hautacam, que completó casi entero en solitario tras un ataque a doce kilómetros para la cima que nadie pudo contestar, fue el segundo más rápido de todos los tiempos en la estación pirenaica, sólo superado por el que en 1996 hizo el danés Bjarne Riis, un ciclista que años más tarde confesó haberlo hecho dopado.Pogacar recuperó así el maillot de líder que ya ha vestido en 65 ocasiones en grandes vueltas, el octavo de todos los tiempos en una clasificación en la que tiene un enorme margen de progresión frente a ciclistas que ya están retirados.Sin límitesDe una ambición insaciable, el esloveno ha ganado ya tres etapas en el Tour y parece tener en su punto de mira otras muchas, en lo que puede ser una edición histórica.Tiene como objetivo todas las etapas con un componente simbólico, como la que ganó en Ruán, la tierra de Jacques Anquetil, o la que consiguió en el Muro de Bretaña, una meta ya icónica.Por delante le quedan otras muchas, como la crono de este jueves en Peyragudes o la de Superbagneres, sin contar el Mont Ventoux, donde también querrá inscribir su nombre.Además, se ha puesto también como deberes imponerse allí donde en el pasado ha sufrido y Hautacam era una de sus asignaturas pendientes desde que en 2022 Vingegaard le humillara en esas rampas."¿Revancha? Lo tenía en mente. Lo hemos preparado mucho y estoy contento de que esta vez haya salido todo a la inversa que hace tres años", dijo el esloveno.En la última semana en los Alpes también tendrá algunas cuentas que arreglar, como en el Col de la Loze o en la Plagne.En total, Pogacar puede salir del Tour de 2025 con cuatro maillots amarillos en París y 25 victorias de etapa."Si me fío de mis sensaciones, creo que estoy en el mejor momento de mi carrera. Llevo el maillot arcoiris, corro en un equipo increíble. Montar en bici estos dos años es para mí como un cuento de hadas", aseguró.El corredor controla todos los vectores de la carrera y ha aprendido la lección de 2022, cuando acabó desquiciado por los constantes ataques del equipo de Vingegaard."Es cierto que perdí un poco los nervios, pero ahora es todo diferente", señala. "La clave ahora es mantener la calma hasta el final, tengo una diferencia bastante cómoda en la general, pero el Tour no está ganado. Quedan etapas muy duras y esto no se gana hasta que se cruza la meta de París"."Ahora disfruto como nunca de este festival de sufrimiento. Puede que algún día esta pasión se apague, pero por ahora creo que estoy en la cima de mi carrera", resume.
El esloveno Tadej Pogacar no tiene lesiones graves tras su caída a falta de seis kilómetros para el final de la undécima etapa del Tour de Francia, indicó el parte médico del equipo tras someterle a pruebas que descartaron que sufriera conmoción cerebral o fracturas."Presenta algunos hematomas y abrasiones en el antebrazo y la cadera izquierdos, pero por lo demás se encuentra bien", señaló el médico del UAE, Adrian Rotunno.El campeón del mundo, que busca su cuarto Tour de Francia, el segundo consecutivo, tomará sin problemas este jueves la salida de la duodécima etapa, la primera de alta montañas, con final en la estación pirenaica de Hautacam, agregó el doctor, que señaló que seguirán vigilando al ciclista.Pogacar chocó con la rueda trasera del noruego Tobias Johannssen y se fue al suelo, golpeando con un bordillo de la calzada. Enseguida subió a la bicicleta y el pelotón de favoritos redujo el ritmo para esperarle.Cruzó la meta con el resto de los aspirantes a la general, por lo que la caída no tuvo consecuencias. El ciclista aseguró que se encontraba bien.Johannessen se disculpa por caída de PogacarEl corredor noruego Tobias Johannessen, implicado en la caída de Tadej Pogacar este miércoles en Toulouse en la undécima etapa del Tour de Francia, se disculpó, a la vez que se mostró "aterrorizado por el odio" y las amenazas sufridas por internet poco después."Siento muchísimo lo que le pasó a Tadej Pogacar, traté de seguir un movimiento y veo que estaba demasiado cerca" de él, escribió el líder del Uno-X en su cuenta de X poco después del final de la etapa."Creía que todo el mundo iría a la derecha, pero cometí un error y querría disculparme de nuevo, espero que él esté lo mejor posible después de una caída así", prosiguió Johannessen.
El maillot arcoiris por los suelos, un terremoto en la carretera, el belga Remco Evenepoel grita "¡Alto!", frenazo en el pelotón, un susto cuyas consecuencias se verán a partir de este jueves.El Tour estuvo en suspenso durante unos segundos, el tiempo en el que el defensor del título, el esloveno Tadej Pogacar, cayó a falta de seis kilómetros para la meta de Toulouse en una etapa anodina que puede dejar secuelas en la carrera.El campeón del mundo se levantó enseguida, su maillot desgarrado, su piel ensangrentada, pero en un primer análisis no parece que tenga grandes consecuencias."Estoy bien", aseguraba el esloveno por la radio interna del equipo para lanzar un mensaje de tranquilidad a sus huestes, una sensación que corroboraba minutos más tarde y que también dijeron los responsables del equipo.Pero los mensajes tranquilizadores iban todos acompañados de la prudencia. "Antes de una cita tan importante como la de mañana es mejor no caerse", aseguraba el director del UAE, Josean Fernández Matxin.Así fue la caída y el susto en la etapa de hoyPogacar negociaba una curva a la derecha, pero no siguió bien la trayectoria y su rueda delantera tropezó con la trasera del noruego Tobias Johannssen. El esloveno se desequilibró, su cuerpo salió despedido a la izquierda donde chocó contra un bordillo."Temí golpearme con la cabeza, pero por suerte eso no pasó", dijo Pogacar, que enseguida subió a la bici, mientras entre el desconcierto general el pelotón reducía el ritmo."Es el mejor, es natural que se le esperara, además la carrera no estaba lanzada entre los que perseguimos la general", aseguró el español Enric Mas.Lo mismo dijo su máximo rival, el danés Jonas Vingegaard: "Fue mala suerte, no es que tomara mal una curva o algo así, simplemente tocó una rueda. Creo que hicimos lo que había que hacer", comentó.El accidente apenas duró unos segundos. Pogacar había perdido unos quince pero enseguida, respaldado por el ecuatoriano Jhonatan Narvaez, pero no tardó en reintegrarse a la disciplina del pelotón."Sobre todo está rabioso", afirmó su compañero de equipo, mientras el propio Pogacar aseguraba que ha tenido "días peores"."Normalmente el día después de una caída no estás en tu mejor forma", señalaba el esloveno, confiado en recuperarse del incidente y poder pelear en una jornada exigente, la primera de alta montaña con final en el mítico Hautacam.Pogacar, que hasta ahora no ha dado ningún signo de debilidad en un Tour de Francia en el que es el máximo favorito, sintió el peso del miedo sobre sus espaldas.Reaccionó bien, no se puso nervioso, pero su forma de correr, siempre al límite, le ha jugado otras malas pasadas. La última en la reciente Roubaix, en la que se fue al suelo cuando iba escapado junto al neerlandés Mathieu van der Poel, que esa vez no le esperó y sumó su tercer triunfo consecutivo en el "infierno del norte".El pelotón del Tour de Francia reaccionó de forma diferente. El pelotón ya no podía luchar por la etapa, que se estaba jugando entre los fugados y el Visma había sacado ya la bandera blanca tras varias maniobras lanzadas en el último puerto de la jornada, el ascenso a la cota Pech David."Es cuestión de respeto, nadie quiere ganar por la caída de un compañero", dijo el español Carlos Rodríguez.Otros, como el director del Movistar, José Joaquín Rojas, opinaron que no se le debería haber esperado porque la caída "son circunstancias de carrera".Pero el pensamiento más generalizado era el de que el 'fair play' fue la mejor respuesta a un envite que pudo cambiar el rumbo del Tour.El esloveno acabó atravesando la meta en el puesto 35, en el grupo de los favoritos, con el rostro algo torcido pero sin aparentes graves consecuencias. El Hautacam servirá de radiografía.
La undécima etapa del Tour de Francia propone el miércoles un recorrido de 156 km alrededor de Toulouse, ciudad que normalmente es propicia a los esprinters pero que este año presenta un terreno exigente.El día después de la primera jornada de reposo, el pelotón vuelve a la carga, arrancando por las laderas del sur de la capital de Occitania con una sucesión de suaves colinas."Toulouse es una de las etapas en las que hemos vuelto a trabajar desde el último Tour de Francia. Tradicionalmente, en Toulouse hay llegada al esprint. Pero aquí, visto el lado monótono de las etapas de esprinters, hemos decidido modificar el recorrido", explica a la AFP Thierry Gouvenou, el arquitecto del recorrido del Tour.En los últimos cincuenta kilómetros la ruta se vuelve en "un tramo rompepiernas, primero con tres ascensos de cuarta categoría antes del famoso muro a ocho kilómetros de la llegada, el puerto de Pech David, que tiene 12,5 % de media en 800 metros con casi 20 % a los pies".Una dificultad que podría eliminar a gran parte de los esprinters."Realmente hará falta tener buenas piernas para pasar esa pendiente. En la cima, hay un descenso técnico seguido de 5 km de llano. Será muy difícil volver a posicionarse si se han perdido posiciones en Pech David", insiste Gouvenou.Durante la primera semana del Tour, el responsable del recorrido trató de colocar algún repecho que rompiese la monotonía de las etapas llanas.Esa voluntad ya estaba presente hace un siglo, cuando Henri Desgrange, organizador del primer Tour en 1903, se aburrió tanto en una etapa ganada en 1909 por Jean Alavoine en Toulouse que decidió evitar en adelante la llamada 'ciudad rosa' durante 30 años y meter Los Pirineos en el menú a partir del año siguiente.La edición de 1910 estuvo marcada por una etapa legendaria de 326 km (y 7.000 m de desnivel) entre Luchon y Bayona, con las subidas a los puertos de Peyresourde, Aspin, Tourmalet, Aubisque y Osquish, tomando la salida los corredores a las 3h30 de la mañana."Ustedes son unos asesinos. ¡Sí, asesinos!", lanzó a los organizadores el vencedor de la etapa y de aquel Tour, Octave Lapize, después de haberse visto obligado a poner pie en tierra en varias ocasiones.La salida en Toulouse está prevista a las 11h15 GMT, y la llegada en la misma localidad a las 15h14 GMT (horario calculado a una media de 45 km/h).
Duro golpe para el esloveno Tadej Pogacar en la conquista de su cuarto Tour de Francia: el portugués Joao Almeida, su principal escudero en la alta montaña, abandonó en el transcurso de la novena etapa con meta en Châteauroux, dos días después de haber sufrido una caída camino del Muro de Bretaña.El parte médico posterior a la caída reflejaba una rotura costal, sin conmoción cerebral, lo que le permitió completar la etapa de este sábado, que se corrió a un ritmo bajo.Pero a falta de unos 80 kilómetros para la meta de Châteauroux, tras haberse quedado relegado del pelotón, decidió poner pie a tierra y subir al coche de su equipo.Almeida, cuarto del pasado Tour de Francia, partía como la principal baza de Pogacar cuando llegue la alta montaña."Me siento como si me hubiera pasado un tren por encima dos veces", dijo el corredor este sábado antes de la salida de la etapa en Saint-Meen-Le-Grand.Pogacar había agradecido al luso su persistencia para acabar la octava etapa y le calificó de guerrero, convencido de que pelearía con todas sus fuerzas para seguir en carrera e ir recuperando día a día.Pero Almeida no ha podido continuar, lo que supone un duro golpe para el esloveno.
En plena Fiesta Nacional francesa, el británico Simon Yates (Team Jayco AlUla) se llevó la victoria en la décima etapa del Tour de Francia 2025, una jornada exigente con final en alto en Mont-Dore Puy de Sancy, en pleno Macizo Central. Pero más allá del triunfo de etapa, el gran golpe lo dio el irlandés Ben Healy, quien se enfundó el maillot amarillo, desplazando al favorito Tadej Pogacar.Con un ataque certero en la última subida, Yates, de 32 años, se despegó del grupo de fuga y cruzó primero la meta tras casi cinco horas de recorrido. Fue su tercera victoria de etapa en el Tour, apenas mes y medio después de haber ganado el Giro de Italia. Una muestra de que su estado de forma sigue en lo más alto.Ben Healy, nuevo líder del TourEl gran beneficiado del día fue Ben Healy, de 24 años, quien terminó tercero en la etapa, a 31 segundos de Yates, y gracias a ese esfuerzo logró asumir el liderato de la clasificación general. Es el primer irlandés en vestir el maillot amarillo desde Stephen Roche en 1987. Aunque no es un escalador puro, Healy volvió a demostrar garra y valentía, aguantando durante varios kilómetros en solitario tras una escapada que duró casi toda la etapa.Ahora le lleva 29 segundos de ventaja a Pogacar, quien intentó moverse en los últimos dos kilómetros de la subida, pero fue neutralizado sin problemas por Jonas Vingegaard, su eterno rival, que decidió no contraatacar y se limitó a seguirle la rueda hasta la meta. Ambos cruzaron juntos, a casi cinco minutos del ganador.Fiesta francesa con lunares rojosEntre tanto, los franceses también tuvieron motivo para celebrar este 14 de julio. El joven Lenny Martínez se adueñó del maillot de lunares como mejor escalador, gracias a los 27 puntos que acumuló en los distintos puertos del día.El Tour sigue abierto y con nombres inesperados en lo más alto. Aunque Pogacar y Vingegaard aún lucen fuertes, la batalla apenas empieza en las montañas, y Ben Healy, con su actitud combativa, ya entró a la historia del ciclismo irlandés.
En una jornada de vértigo que rozó los 50 km/h de promedio, el belga Tim Merlier (Soudal Quick Step) se llevó su segunda victoria en este Tour de Francia al imponerse en un esprint de infarto a Jonathan Milan, en la novena etapa entre Chinon y Châteauroux. El final estuvo marcado por una escapada épica de Mathieu Van der Poel, que fue neutralizado a solo 700 metros de meta tras haber rodado 170 km en fuga.Merlier, actual campeón de Europa, levantó los brazos en la ciudad conocida como “Cavendish City”, honrando al legendario velocista británico con una victoria que se suma a su palmarés como su tercera en el Tour y la número 12 de la temporada. El podio lo completaron Milan y el belga Arnaud De Lie.Van der Poel, fuga con historiaLa etapa arrancó con un calor sofocante y una sorpresa temprana: Van der Poel se lanzó a la aventura junto a su compañero Jonas Rickaert, logrando una ventaja superior a los cinco minutos. Aunque el pelotón se tomó su tiempo, el Lidl de Milan y el Soudal de Merlier comenzaron a tensar la cuerda.La escapada, sin embargo, fue sentenciada por el viento lateral que fragmentó el pelotón a 45 km de meta. El UAE de Pogacar sufrió al quedar cortado con varias de sus piezas claves, entre ellas Joao Almeida, quien tuvo que abandonar por una costilla rota. Pogacar, no obstante, se mantuvo firme y seguro en el grupo principal.Sprint al límite y homenaje involuntario a CavendishLa entrada a Châteauroux fue una locura. Van der Poel intentó un último esfuerzo en solitario, pasando bajo el último kilómetro con apenas cinco segundos de ventaja. Pero la velocidad del pelotón fue imparable. Milan arrancó con fuerza, parecía tener la victoria asegurada, hasta que Merlier apareció por su costado para arrebatarle el triunfo sobre la línea.Fiesta nacional y montaña por delanteEste lunes, en plena Fiesta Nacional francesa, llega la décima etapa con ocho cotas en el Macizo Central. Será una jornada para los escaladores, con terreno quebrado que podría mover la general. Pogacar lidera con 54 segundos sobre Evenepoel y 1:11 sobre Vauquelin, mientras los favoritos empiezan a mirar de reojo los puertos que definirán el Tour.