Los dos cuadros no regalaron espacios ni oportunidades al rival: estaban demasiado concentrados en conservar el cero en su área como para buscar la anotación que les diera los tres puntos.
Tanto Santa Fe, quien ejercía de local y venía de ganar el partido de ida de la Copa Libertadores frente a Oriente Petrolero de Bolivia como Millonarios, que había alcanzado los tres puntos contra Patriotas en la semana anterior, alinearon a sus jugadores estelares y eso hizo pensar que se viviría un partido lleno de emociones.
El central de la contienda, Nicolás Gallo, sancionó con 9 tarjetas amarillas en total en unos 90 minutos que pasaron al olvido con una gresca que se armó en el centro de la cancha al finalizar el encuentro. Sin embargo, esta no pasó a mayores -haciendo honor al trámite del partido que la presedió-.