Norma le da respiró a quienes tienen perros en conjuntos residenciales: ya no podrán multarlos
Muchos se quejan del ruido proveniente de las mascotas, más específicamente de los perros. Aunque para algunos, los ladridos son parte natural de la convivencia con animales.
Los dueños de mascotas deben garantizar un comportamiento conforme a la ley por parte de sus animales.
En muchos conjuntos residenciales o edificios es común que las personas se molesten por el ruido excesivo, un tema más habitual de lo que algunos esperarían. Por esta razón, existen normas que buscan regular estas situaciones y evitar afectaciones en la tranquilidad de los cohabitantes.
Sin embargo, la situación se complica cuando el ruido proviene de las mascotas, más específicamente de los perros. Para algunos, los ladridos son parte natural de la convivencia con animales, pero para otros resultan una molestia que, sin duda, puede alterar la tranquilidad. Ante ese panorama, surge la duda sobre en qué situaciones esto amerita una multa de manera legal.
De esa manera, la Corte Constitucional, por medio de la Sentencia T-119 de 1998, señaló la importancia de la tenencia responsable de las mascotas, así como la posibilidad de imponer sanciones derivadas de los comportamientos de los animales. No obstante, el fallo apuntó que no todo ruido producido por las mascotas tiene fundamento jurídico para que se imponga una multa.
Debido a la naturaleza de los perros, no es posible que controlen la cantidad de ladridos ni el volumen de los mismos, pues se trata de acciones instintivas. Sin embargo, para tranquilidad de los cohabitantes, la Corte también precisó que hay casos en los que se puede actuar, como cuando los ruidos son recurrentes y ocurren en horas que afectan la tranquilidad de las personas, especialmente en la noche.
Ley pone freno a dueños de mascotas: tendrán que recoger excrementos
Foto: Alcaldía de Bogotá - Unplash
¿Es posible multar por ladridos de perros?
Cabe recordar que, según la Ley 675 de 2001, las copropiedades tienen la facultad de imponer sus propias normas de convivencia. Eso sí, las reglas deben ser aprobadas por la asamblea de copropietarios y consignadas en el reglamento interno. Estas normas no pueden ir en contravía de las sentencias judiciales ni afectar los derechos de los residentes del conjunto.
Por su parte, la Ley 1801 de 2016, también conocida como Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, contempla medidas drásticas contra ruidos que superen los niveles permitidos. Se considera que se perturba la tranquilidad si el ruido se extiende por más de seis horas y sobrepasa los 70 decibeles.
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En este sentido, si el ladrido es continuo, suele estar relacionado con maltrato animal, como cuando el perro permanece encerrado permanentemente, sin atención o en condiciones inadecuadas.
Regulación de ruidos por mascotas en Colombia
Según dicta la normativa, la intervención de las autoridades solo procede cuando se cumplen las condiciones técnicas y temporales antes mencionadas. En caso contrario, el manejo de la situación corresponde a la mediación entre las partes antes de imponer sanciones.