Padres que viven en conjunto podrían ser multados por este motivo: Ley lo respalda
Los conjuntos residenciales están obligados a definir los derechos y obligaciones de los copropietarios, según lo exige la Ley 675 de 2001.
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Para nadie es un secreto que vivir en un conjunto residencial implica acatar una serie de responsabilidades, así como cumplir con las normas establecidas en la Ley 675 de 2001, que regula el reglamento de la propiedad horizontal. Este marco legal establece las bases para mantener una buena relación interna, el uso correcto de los espacios comunes y la resolución de conflictos entre copropietarios.
De acuerdo con esta ley, los conjuntos residenciales están obligados a definir los derechos y obligaciones de los copropietarios, así como las directrices para el funcionamiento de la administración y del consejo de administración. Este consejo debe ser elegido por la asamblea general de copropietarios.
Este órgano, en compañía de la administración, tiene la obligación de garantizar que se acaten las normas y que la convivencia se desarrolle de la mejor manera posible.
Entre las normativas más destacadas se encuentran el uso adecuado de las áreas comunes, el respeto por los espacios compartidos y las sanciones que se imponen por incumplimiento. Estas reglas tienen la misión de prevenir conflictos, evitar riesgos y preservar la armonía y tranquilidad entre los residentes.
De acuerdo con lo señalado por la ley, un conjunto residencial puede imponer sanciones en caso de que un menor sea sorprendido realizando actividades prohibidas en pasillos, entradas, corredores o cualquier espacio de circulación. En estos casos, los responsables —es decir, los padres o acudientes— pueden ser multados.
El objetivo de esta restricción es prevenir accidentes y reforzar la seguridad, tanto de los niños como del resto de los habitantes. Un lanzamiento o rebote de balón podría provocar caídas, lesiones o interferir con el tránsito de otras personas, especialmente en zonas de alto flujo. Además, la medida busca proteger a los menores y evitar que se expongan a riesgos innecesarios.
Según la ley, las sanciones deben ser aprobadas por la asamblea de copropietarios y reglamentadas en el manual de convivencia. En muchos casos, la multa equivale al valor de una cuota de administración, aunque la asamblea puede establecer un monto diferente.
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Por ejemplo, si la cuota de administración es de \$150.000, ese mismo valor podría aplicarse como sanción a los padres que permitan que sus hijos jueguen con balones en pasillos.
Adicionalmente, la normativa también prohíbe dejar objetos personales en áreas comunes de circulación, como pasillos, entradas o jardines. Esto incluye bicicletas, muebles, motocicletas y cualquier artículo de uso privado. En caso de incumplimiento, también se pueden imponer sanciones económicas.