En medio de un clima económico marcado por la creciente discusión sobre las brechas salariales en las grandes empresas, una compañía tecnológica poco conocida ha generado controversia tras anunciar el extraordinario paquete de remuneración destinado a su nuevo director ejecutivo. Se trata de Lattice Semiconductor, una firma con sede en EE.UU. dedicada a la fabricación de chips programables, que recientemente otorgó a su nuevo CEO, Ford Tamer, un paquete valorado en $94 millones de dólares.
El acuerdo fue aprobado en septiembre del año pasado por la junta directiva de Lattice, con el objetivo de atraer a Tamer desde la firma de inversiones Francisco Partners. El paquete de compensación incluye una única entrega de acciones, condicionada al cumplimiento de metas de desempeño exigentes. Esta contratación se dio pocos meses después de la repentina salida de Jim Anderson, anterior CEO de la compañía, cuya partida provocó una caída del 15 % en el valor de las acciones y una pérdida de capitalización bursátil de 1.600 millones de dólares.
El anuncio del nombramiento de Tamer fue, sin embargo, bien recibido por el mercado. En el día del comunicado oficial, las acciones de Lattice subieron un 12%, lo que representó un incremento de 762 millones de dólares en su valoración. A lo largo del último año, las acciones han acumulado un alza cercana al 32 %, aunque la empresa sigue enfrentando desafíos como la demanda débil de sus productos y la alta volatilidad del sector tecnológico.
Uno de los aspectos más llamativos del acuerdo es la enorme diferencia entre la remuneración del nuevo CEO y el salario medio de sus empleados. Con una media anual de $72.000 dólares por trabajador, la cifra otorgada a Tamer supera en más de 1.300 veces ese promedio. Comparado con otras compañías del sector, Lattice se coloca muy por encima en cuanto a disparidad salarial. Por ejemplo, en 2024, Intel otorgó 28 millones de dólares a su director ejecutivo, Pat Gelsinger, aproximadamente 300 veces el sueldo medio de la empresa, mientras que Nike destinó 27 millones al salario de Elliott Hill, lo que representó unas 545 veces la media salarial de sus trabajadores.
Ante las críticas, Lattice ha defendido su decisión, asegurando que esta compensación es una situación extraordinaria. La compañía indicó que no tiene previsto otorgar nuevas asignaciones de acciones a Tamer hasta, al menos, 2026, y afirmó que la retribución anual del ejecutivo será "considerablemente menor" en los próximos ejercicios.
Este caso vuelve a poner sobre la mesa el debate global sobre los sueldos ejecutivos y la desigualdad de ingresos dentro de las empresas. En varios países ya se discuten propuestas legislativas para limitar las diferencias salariales entre los altos directivos y la plantilla, especialmente en sectores donde las brechas son cada vez más difíciles de justificar.