Mujer se quedó viendo un 'chispero': intentó comprar casa VIS y perdió $16 millones
Las viviendas VIS están pensadas para que hogares de bajos y medianos ingresos puedan acceder a un techo digno, siempre y cuando se cumplan los requisitos legales.
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Comprar vivienda propia para muchas familias es una de las metas más grandes. Por ello, existen diferentes métodos, como la Vivienda de Interés Social (VIS). Sin embargo, el proceso de adquisición puede traer varios obstáculos que, si no se tienen en cuenta, terminan costando bastante dinero.
Tal fue el caso de Jessica Silva, quien, luego de ilusionarse con la compra de su apartamento, terminó quedándose sin el “pan y sin el queso”.
Cabe recordar que las viviendas VIS están pensadas para que hogares de bajos y medianos ingresos puedan acceder a un techo digno, siempre y cuando se cumplan los requisitos legales. Existen subsidios y ayudas para facilitar el proceso de compra. No obstante, la demanda es alta, las cuotas iniciales exigentes y, en muchos casos, los créditos hipotecarios representan un verdadero dolor de cabeza.
Jessica relató en redes sociales que, para asegurar su apartamento, lo apartó con un millón de pesos, tras lo cual empezó a pagar mensualmente la cuota inicial. Durante dos años ahorró con disciplina, confiando en que en 2025 recibiría su vivienda. Sin embargo, al solicitar el crédito hipotecario, los bancos le dieron una negativa rotunda.
Al ser trabajadora independiente y no estar vinculada a ninguna empresa, las entidades financieras le cerraron la puerta. Aunque no tenía deudas y su historial crediticio estaba limpio, nunca le aprobaron el monto que necesitaba. Después de varios intentos fallidos, se vio obligada a retirarse del negocio.
La consecuencia fue dolorosa: perdió 16 millones de pesos en concepto de arras, tal como lo estipulaba el contrato firmado con la constructora. “De verdad estaba superilusionada. Yo iba seguido a ver cómo avanzaba la obra y dónde iba a quedar mi apartamento. Cuando me tocó renunciar, lloré muchísimo”, contó Silva.
Este caso deja varias enseñanzas. La principal recomendación es asegurarse de contar con un crédito preaprobado antes de firmar un contrato o separar una vivienda. Solo así se evita el riesgo de perder dinero si la financiación no se concreta.
En redes sociales, muchos usuarios lamentaron la experiencia de Jessica y coincidieron en que la falta de asesoría adecuada fue determinante para este desenlace. Incluso, algunos señalaron que hay constructoras que exigen contar con un preaprobado bancario antes de avanzar en el proceso, lo que reduce las posibilidades de tropiezos financieros.
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La historia de Jessica es un llamado a la precaución: comprar una vivienda VIS sí es posible, pero requiere información clara, acompañamiento confiable y una planeación financiera responsable que permita cumplir el sueño de tener casa propia sin sufrir pérdidas tan dolorosas.