Big Ligas, el fenómeno que llevó la música colombiana a otro nivel
Al lado de artistas como Karol G, Blessd, Béele, entre otros, le han dado una cara diferente a la industria musical colombiana, entendiendo que el talento brilla en cada calle.
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Medellín, una ciudad cálida en donde el talento brilla de esquina a esquina gracias a la música. No solo por los artistas conocidos a nivel mundial, sino porque en cada barrio se escoden grandes talentos a los cuales poco les dan una voz para que lleguen a un siguiente nivel. Pero en 2017 a dos personas se les ocurrió explotar esos diamantes que rebosaban en Antioquia y que nadie quiso minar antes.
En el universo del reguetón y el trap latino, los focos suelen apuntar a las estrellas que brillan frente al micrófono. Pero detrás de muchas de esas luces, hay un cerebro que prefiere moverse en silencio. Su nombre es Kristoman, y aunque pocos puedan reconocer su rostro, casi todos han escuchado su trabajo. Es el cofundador —junto a Ovy On The Drums— de Big Ligas, una de las fábricas de talento más influyentes de los últimos años en la música urbana.
“Este proyecto nace de los socios, que somos los fundadores, que somos Ovy On The Drums y yo pues Kristo, Kristoman. Cada uno teníamos nuestras, cada uno veníamos haciendo como nuestros primeros inicios en cada una de nuestras labores (…) En algún momento nos encontramos. Ovy había (empezado a comenzar a trabajar con sus primeras canciones con Karol G, algunas canciones con otros artistas pues también locales, y había empezado pues a tener algo de ruido”, contó Kristo en Blu Radio.
Si hay una canción que marcó un antes y un después, fue Nena Maldición, de Paulo Londra y Lenny Tavárez. “Fue la primera vez que la industria entendió que podía haber un jugador independiente compitiendo con los grandes. Después de eso, la gente empezó a preguntarse de qué más éramos capaces”, recordó en diálogo con Blu Radio.
Con el tiempo, los premios llegaron. Las nominaciones al Latin Grammy no tardaron, y para Kristoman ese reconocimiento tiene un valor especial. “Los Grammy no premian ventas ni fama, premian calidad musical. Para nosotros, significa que estamos haciendo las cosas bien: entendiendo la música como arte, pero también como un negocio serio”.
Entre los logros recientes del sello está el fenómeno W Sound, liderado por Westcol, que en menos de un año se convirtió en una sensación global y logró nominación a los Grammy con ‘La Plena’ al lado de Béele, que meses después de su estreno sigue ocupando un sitio en el top 50 del chart global de Spotify. Mismo artista que conocieron con apenas 15 años y que demoró seis años en pegar, siendo el que, hasta ahora, más los ha sorprendido.
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“Fue un proyecto muy especial. Cada uno aportó lo suyo: Ovy en la producción, yo en la estrategia, Westcol en el marketing. La música no es un deporte individual; es como el fútbol, se gana en equipo”, dice Kristoman, y comparó su rol con el de DJ Khaled en la industria estadounidense.
En apenas siete años, Big Ligas ha cambiado la manera en que se entiende el desarrollo artístico en Latinoamérica. Lo ha hecho sin fórmulas mágicas, pero con una visión tan clara como desafiante: trabajo, fe y visión global.
“Esto es arte y negocio. Paciencia, desarrollo y equipo. Y apenas estamos empezando”, sentenció Kristoman. Además, añadió que “sueñas quedan pendientes” y nombró imposibles que nunca descartará: “Nos gustaría trabajar con Adele, Bruno Mars, Eminem, o incluso Kanye West. Suena loco, pero hay que soñarlo. Así empezó todo esto”.