Cuando se habla del Congreso de la República el común de la ciudadanía lo asocia con polémicas y escándalos, sin embargo, también hay hechos por destacar.En el último año, el Legislativo ha sacado adelante iniciativas importantes, de gran impacto para los colombianos. La primera de ellas es la Ley de ‘Borrón y Cuenta Nueva’, liderada por los senadores David Barguil y Luis Fernando Velasco, la cual entró en vigencia el pasado 29 de octubre.Hasta el momento, esta iniciativa ha beneficiado a más de cuatro millones de ciudadanos que han logrado salir de las centrales de riesgo, tras ser reportados por distintas deudas. El punto más interesante de esta ley es la posibilidad de que se eliminen los reportes por pequeñas deudas, un tema que afecta a miles de ciudadanos, muchas veces suplantados o incluidos por montos irrisorios, que terminaron causando una mancha en su historial crediticio.Otra iniciativa importante es la que acaba de aprobar el Congreso en último debate y, una vez sea sancionada por el presidente de la República, beneficiará a más de 7 millones de niños, que recibirán una alimentación escolar sin retrasos durante los 180 días del calendario académico.El proyecto es de autoría de la senadora Ruby Chagüi, del Centro Democrático, quien explicó que se garantizará la prestación oportuna del Programa de Alimentación Escolar, PAE, a los niños y jóvenes durante todo el año académico.Finalmente, está la ley que permitirá que las mujeres que han sufrido de cáncer de mama reciban la cirugía de reconstrucción de ambos senos “sin tramititis”, como explica su autor, Juan Fernando Reyes Kuri.“Lo que buscamos es que las mujeres puedan acceder a las dos prótesis en el menor tiempo posible, sin tanta tramititis, luego de haber luchado contra esta enfermedad que arrebata tantas vidas en el país”, indicó el congresista.Reyes también manifestó que, según el Instituto de Cancerología, entre el diagnóstico y el inicio del primer tratamiento, las pacientes con cáncer de mamá esperan hasta 59 días para ser atendidas, lo cual se corregirá con esta nueva norma.
Este viernes, 17 de diciembre, en BLU Radio es el día de las Noticias Positivas, una iniciativa que ya completa varios años y que busca dar relevancia a los hechos y situaciones de carácter positivo que suceden en la sociedad.Durante esta jornada se destacará lo bueno sobre lo malo, lo positivo sobre lo negativo y el optimismo sobre el pesimismo, especialmente en este 2021, un año atípico por la pandemia, pero también por la reactivación.Desde todas las áreas de BLU Radio acompañamos esta iniciativa, que se ve reflejada en los contenidos, temas, noticias y debates transmitidos ese día.Conéctese con todas nuestras redes sociales en Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y en www.bluradio.com para que no se pierda el detalle de esta jornada.
Son 66 mujeres nariñenses en Ipiales que desafiaron la pandemia y gracias al apoyo de la ONG Obra Abierta, se organizaron para conformar una cadena alimenticia y producir el típico plato nariñense puerco hornado. Esto con el fin de distribuirlo en las principales ciudades del país e incluso exportarlo al Ecuador.En esta ciudad considerada como la más alta del país, al ubicarse a 2.750 metros sobre el nivel del mar y donde se encuentra enclavado en su cañón, el famoso Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, se reúnen más de 40 señoras madre cabeza de familia que diariamente, en 15 hornos de barro, generan recursos con su plato típico compuesto por carne de cerdo desmechada, mote, lechuga y tortilla de papa, servido por 15 señoras, conformando una relación familiar unida por el negocio.“Es un proyecto hecho con el corazón y buscando el restablecimiento de valores, consumiendo lo nuestro, queriendo hacerles saber a estas mujeres que todo su esfuerzo vale la pena y puede ser reconocido no solo en nuestro entorno sino también en otros lugares, creando confianza en nosotras mismas”, señala Manuela Rosero, gerente del proyecto Almuerce con Ipiales. Agrega que el proyecto es muy cuidadoso con la cadena de producción, “hacemos un seguimiento desde el nacimiento del marrano hasta el momento de servirlo, nos aseguramos que todo esto se desarrolle en las mejores condiciones para nuestro consumo”. El abogado Richard Estupiñan, representante legal de la ONG Obra Abierta considera que esta es una gran oportunidad para que se vinculen personas vulnerables como lo son las madres cabeza de familia y los jóvenes que muchas veces no tienen empleo. “Nuestro objetivo es seguir trabajando como venimos haciéndolo en los 11 municipios de la Ex Provincia de Obando como son Pupiales, Potosí, Aldana, Túquerres, El Contadero, entre otros, continuando con Pasto, Cali y Bogotá, donde ya abrimos mercado y tuvimos un evento que nos dio un muy buen resultado en el restaurante Chambú. Nuestra visión a futuro es seguir exportando nuestro delicioso plato típico a todos los municipios de Colombia y lograr hacerlo en otros países también, pero conservando su preparación en Nariño”, indicó el representante legal de Obra Abierta.
¿A quién no le dan ganas de bailar en Navidad luego de tantos meses condenados a no poder abrazarse en el centro del salón o de la pista? Por culpa del COVID-19, el año pasado no se pudo celebrar en grande, pero en el 2021 hay menos restricciones y son muchos los que están dispuestos a desquitarse.Por eso, entre las cosas positivas para contar de este 2021, está el regreso de la parranda y con este la posibilidad de una recuperación económica para millones de personas. BLU Radio habló con algunas de ellas.De coser tapabocas para sobrevivir a diseñar vestidos de noviaSeguramente usted ha visto por la calle a las quinceañeras con sus vestidos largos, a los bachilleres usando quizá su primer traje elegante o a los niños saliendo con el sirio después de la primera comunión. Muchos de ellos seguro alquilaron el vestido en una casa de modas como la de Flor Alba Escobar.Flor Alba la pasó verdaderamente mal en la pandemia, fueron muchos días los que no tuvo para comer y todavía le dan ganas de llorar cuando se acuerda.“Tenía local y hacía tapabocas para poder pagar arriendo, y no se podía pagar arriendo, solamente los servicios. Y poco a poco me fui llenando de deudas y me tocó desocupar y ya llevo 14 meses aquí en la casa”, cuenta mientras le hace a una quinceañera los últimos ajustes al hermoso vestido que usará este fin de semana.Flor Alba cree que las cosas están mejorando y ahorra para abrir un nuevo local en marzo y poder exhibir los 500 vestidos de gala que tiene listos para alquilar.Baile, comida y servicio a la mesaDaniel Peña es músico y solo hasta esta temporada de fin de año volvieron a llamar a su grupo para hacer música en vivo y ya tiene eventos programados hasta enero. Además, dice que sus colegas también están sintiendo cómo el sector vuelve a tomar fuerza.“Es mucho mejor el calor de la gente ahí, que tú los ves bailando y pasándola bueno es muy bonito y muy diferente a tocar para una pantalla”, asegura.A pocas casas de donde vive Daniel, la señora Estela Gallego tiene su venta de tamales y para ella la situación también es mejor este año, dice que se pasó de una Navidad apagada a una con mucho movimiento y, por supuesto, con mejores ventas.Por su parte el mesero Dumar Peña reconoce que la situación ha mejorado, aunque todavía es compleja para muchos de sus colegas y para él mismo.La petición de Dumar para los lectores, que tienen ganas de celebrar o dinero para hacerlo, es que no se olviden de dejar una propina para todos los que hoy apenas empiezan a recuperarse.
Entrega con ‘Encanto’ es una campaña de Inter Rapidísimo que lleva a niños del país por primera vez al cine. Son menores entre los 4 y 16 años de edad, de departamentos como, Meta, Guajira, Boyacá, Tolima, Antioquia, Nariño y Sucre, que viajaron a Bogotá para disfrutar de ‘Encanto’, una película llena de diversión y magia.El cine es una fuente de transmisión de valores emocionales, educativos y familiares. Estos juegan, sin duda, un papel importante en el desarrollo psicosocial de los niños y niñas, es por esto que la campaña se enfoca en quienes viven en municipios apartados.Para hacer realidad esta campaña, el primer gran paso fue involucrar a representantes de la compañía en algunos de los municipios más alejados del país, para identificar los niños en zonas veredales. Luego los mensajeros se desplazaron hacia los hogares de estos pequeños para realizar la entrega de la invitación y, sin duda, uno de los momentos más emocionantes fue ver la felicidad de los niños al saber que viajarían a Bogotá junto con sus padres para vivir una experiencia inolvidable.“Nosotros en Inter Rapidísimo recorremos los 1.103 municipios de Colombia y hemos identificado niños que residen en zonas veredales y que nunca habían vivido la experiencia del cine”, aseguró Sandra Otalora, gerente de mercadeo de Inter Rapidísimo.“Me pareció fantástico mirar esa pantalla grande y conocí a muchos niños de diferentes regiones, jugamos bonito y la pasamos chévere”, dijo Walter Mesa Cantor, otro de los niños invitados por la compañía.Más de 45 niños que han llegado a Bogotá para ir a cine por primera vez y ser parte de la campaña Entrega con ‘Encanto’.Escuche este informe de Xiomara Rojas: Siga y escuche el podcast de La Intérprete:
Julio Martín Pinzón se cansó de que lo miraran con ojos de lástima y discriminación, camina con dificultad con el apoyo de una muleta. Desde los tres meses sufrió parálisis infantil y al lado de algunos amigos con inconvenientes físicos, creó la Red laboral de personas con discapacidad en Bucaramanga.Este hombre, que rechaza cualquier mirada de compasión frente a la lesión que lo acompaña prácticamente desde que nació, asegura que la empresa se dedica a conseguir recursos a través de dos sectores, el agrario y el industrial.“Nosotros trabajamos y compramos el reciclaje en todas sus formas, sea madera, vidrio, ropa, calzado, materias primas, chatarra, cobre, aluminio, bronce. Todo eso para nosotros es importante, porque lo procesamos y lo transformamos”, asegura Pinzón.Pero el objetivo de esta empresa, que en la actualidad reúne a 10 personas resilientes y "berracas", va mucho más allá. Parte de los recursos que obtienen, la utilizan con el fin de elaborar llantas para sillas de ruedas y otras ayudas técnicas para esa población.Por esas cosas de la vida, cuando le arregló las llantas de su silla a un precio seis veces menor del que le cobraban en otros sitios, Julio conoció a Claudia Badillo, una mujer que a pesar de tener dificultades para caminar debido a la polio que sufrió cuando tenía apenas dos años, se convirtió en alma y nervio de esta red laboral.Claudia asumió la presidencia de esta organización y está encargada de liderar la parte agrícola que también le representa ingresos a la empresa. “Cultivamos productos como el plátano, el banano que traemos a vender a la ciudad sin necesidad de químicos para que no nos afecte la salud. También ofrecemos plantas como suculentas, novios, cactus, rosos y otras”, explicó la mujer que cultiva en una finca ubicada en la vereda Capilla Baja, en el corregimiento 2 de Bucaramanga.El mundo del emprendimiento que ahora vive esta mujer alegre, que siempre tiene una sonrisa para atender a sus compradores, es muy diferente al que conoció por muchos años cuando se dedicó a la elaboración de zapatos en una de las fábricas de la ciudad.Mientras siguen en su propósito de transformar plástico, madera, prendas de vestir, metales y cultivar alimentos orgánicos, Julio y Claudia son el rostro de 25.000 personas con discapacidad física, que piden a gritos que no se compadezcan de ellos, solo quieren oportunidades para demostrar que sí pueden.Escuche el podcast de La Caja de los Comics:
En lo peor de la pandemia se destruyeron en Colombia 5.3 millones de puestos de trabajo y eso llevó a cientos de familias a situaciones desesperadas. La buena noticia es que, en medio de la reactivación, millones de personas están teniendo la oportunidad de volver a comenzar.A don Luis Quiroga, por ejemplo, una amiga le contó que nos iban a encerrar a todos cuando él estaba a punto de salir de Barranquilla manejando un camión cargado de pollo para entregarlo en Bogotá. Fue el último viaje de carga que hizo.La situación se puso muy difícil, se quedó sin trabajo y terminó manejando un taxi. Al principio no le gustaba mucho el oficio, pero ya se adaptó y ahora que las cosas están mejorando ya tiene ‘charlado’ su regreso a las carreteras para el otro año.“A comparación del año pasado, este me ha ido mejor, al menos ha habido qué hacer y espero que este año que entra todavía sea mejor para todos”, dijo.También está volviendo a comenzar Maryuri Agudelo, quien antes de la pandemia era asesora de ventas en una compañía de alimentos. Sin embargo, con la cuarentena la empresa quebró y ella se quedó sin trabajo, sin liquidación y sin nada.“De un momento a otro quedamos desempleados, sin ninguna ayuda, sin ningún beneficio, se nos cerraron las puertas. Fueron casi dos años larguitos hasta hace poquito, unos dos meses, que por cuestión de la reactivación pues ya estamos aquí laborando”, dice Maryuri mientras limpia mesas en un auditorio.Maryuri está trabajando como aseadora y espera que pronto pueda cambiar ese empleo por uno mejor.Y por último está doña Leidy Rodríguez, una mujer dedicada a los oficios domésticos. Cuando arrancó la cuarentena perdió a casi todos sus clientes, mientras que su esposo se quedó sin ingresos, pero las cosas ya están mejorando“Antes era difícil porque nos tocaba a veces ir a Abastos (a buscar comida regalada) para poder sostener a nuestros hijos y ahora pues gracias a dios mi marido consiguió trabajo, y trabaja ahora mi hijo menor, más los días que yo trabajo”, contó.Leidy ha estado trabajando tres días a la semana desde hace varios meses y esta semana le salió una nueva clienta para los lunes. Con la mejora de sus ingresos ella y su esposo pasaron de preocuparse por la falta de comida a ahorrar para arreglar las goteras de la casa.Le puede interesar: escuche La Intérprete
Del barrio El Rodeo, el caleño Jeison Aristizábal hizo realidad su primer sueño: crear su fundación: Asodisvalle. Meta que surgió de la necesidad de un niño de conseguir una silla de ruedas para mejorar su calidad de vida, de ahí vinieron cientos de sillas de ruedas gratis para niños en condición de discapacidad del oriente de Cali.“Tengo 38 años, nací con parálisis cerebral, los médicos decían que por mi discapacidad severa solo iba a servir para embetunar zapatos”, relató Jeison. Empezó a ayudar a más niños vulnerables en el garaje de su casa, donde el apoyo de su familia fue fundamental para lograr materializar cada uno de estos sueños.“Luego empezamos a soñar con un consultorio de fisioterapia y entonces mi mamá y mi papá me prestaron el garaje de la casa con un balón y una colchoneta. Empezamos a hacer terapias para que los niños pudieran caminar, luego ya eran 20 niños, entonces no era solo el garaje sino la sala, el comedor, un cuarto de la casa”, contó.Muchos lo conocen por ser el Héroe CNN 2016, un reconocimiento por su trabajo al proporcionar apoyo educativo y médico para los jóvenes que viven con discapacidad en Cali y, que gracias a este premio, logró hacerlo más grande: un moderno edificio ubicado en el barrio Ricardo Balcázar, del distrito de Aguablanca. Cuenta con una sala de fisioterapia con equipos especializados para la rehabilitación, además de aulas educativas, sala de sistemas, un área de recreación y muchos más espacios, que hoy disfrutan más de 800 niños con capacidades extraordinarias.Poco a poco las donaciones de las fundaciones que apoyan el artista puertorriqueño Marc Anthony y el cantante colombiano Maluma, empezaron a sumarse para este proyecto.Los sueños de Jeison parecen no tener fin y cada uno de ellos es más grande que el otro, pues no le gustan las cosas a medias y siempre ha pensado que estas personas se merecen lo mejor. Justamente, pensando en el futuro de cientos de niños, ahora empezó a construir la primera universidad de Latinoamérica para personas en condición de discapacidad.“Gracias a Dios empezamos la obra, la construcción. Al comienzo fue difícil porque cuando pedíamos apoyo nadie creía, lo veían como algo utópico, lejano”.No ha sido fácil, pero gracias a patrocinios de cementeras y constructoras ya este sueño es una realidad. La obra ya arrancó y no será un piso ni dos, es un proyecto de cinco niveles donde inicialmente se preparan 300 jóvenes que han estado en la fundación desde que eran niños, allí se formarán de manera personalizada de acuerdo a sus capacidades.Los jóvenes están en talleres productivos en la fundación actualmente, pero la universidad les permitirá ser profesionales en diseño gráfico, música, psicología y trabajo social.Los colombianos que quieran unirse y apoyar este proyecto pueden donar un salón o una beca simbólica de $1'000.000. En estos momentos se encuentran a la par en la construcción de pensum académicos, licencias ante el Ministerio de Educación y la creación de la planta docente.Se estima que en agosto del 2022, la universidad abra sus puertas y empiece a formar el primer grupo de personas con capacidades extraordinarias en su proyecto de vida.Escuche 'Ser campeón viene con manual'':
Con una oración, así inicia la jornada de varios caleños que han tomado la decisión de alimentar a aquellas personas que no tienen para comer, y no solamente habitantes de calle. También estudiantes sin dinero o aquellos ciudadanos que todos los días salen con el estómago vacío, una hoja de vida en la mano y en su corazón la esperanza de conseguir un empleo. Durante la pandemia por el COVID-19, miles de personas se quedaron sin empleo y esto tocó el corazón de Esther Victoria, una publicista que le hizo la promesa a San Antonio, de no permitir que las personas se acuesten sin haber comido por lo menos un alimento en el día. Así fue como nació El pan de San Antonio. "Esto es entre todos, debemos solidarizarnos con el dolor del otro y no podemos juzgar quién tiene hambre o no. Sencillamente les preguntamos: ¿necesitas o quieres un pan? y las personas con toda honestidad y cariños nos dicen sí o no", contó Esther a BLU Radio. Con empuje, pidiendo ayuda a comerciantes y empresarios, logró conseguir seis triciclos. Cinco de ellos que recorren los barrios de Cali y otro que está a punto de transitar las calles de Jamundí. Pero, ¿quién los maneja? Todos los voluntarios que con amor y sin ánimo de lucro, se han sumado y cuyos corazones están llenos de experiencias gratificantes. "A veces hasta les da pena recibirlo y he visto la solidaridad en esas personas porque cogen para ellas pero piensan en el otro", Sandra Barrera. "Un día encontré a una familia con un niño y el niño no tenía zapatos, yo le entregué el pan y me sonrió y eso me llenó bastante", Shirley Cerón. "También entregamos rosarios y le dice uno a la gente: ¿quieres uno? y responden sí, por favor, ¿me lo coloca? ore por mí y pídale a Dios que me bendiga", Dana Muñoz. "Lo más gratificante para mí es llegar al otro a través de un pan y con ello decirle: te quiero, eres importante, no estás solo", Ana Albán. "Alguien que lleva una semana sin comer, un simple pan no le va a calmar el hambre y por eso siempre me gusta darles dos o tres, pensando en el momento después", Cristian Castro. "Con la necesidad que yo sufría, me ponía en el puesto de las otras personas también y aunque yo necesitaba no estaba sufriendo demasiado y quería colaborar", Juan Carlos Martínez. Actualmente, este grupo reparte 1.200 panes diarios, ya sea en el norte, oriente, oeste o sur de la ciudad. Durante el más reciente recorrido, encontramos a Walter Sterling, un escolta que se quedó sin empleo durante la pandemia. Fue así como terminó viviendo en la calle con su hija Aura y su perrito Mono. Ellos fueron algunos de los que recibieron pan. "Eso es seguir a Cristo, es amar como lo hizo él alguna vez cuando estuvo aquí en la tierra, dio a comer al hambriento y eso es lo que hacen ellos", dijo Sterling."Recibí este pan porque Dios me lo da. Pasé por una situación muy difícil en la cual muchas veces me tocó aguantar hambre, pero Dios siempre estuvo ahí manifestándose para con nosotros", agregó su hija Aura. Otra de las personas que se alegró al ver los triciclos rodar por la Av. 6, fue Gustavo Yandún. Es un ciudadano ecuatoriano que se gana la vida vendiendo cholados en las calles de Cali y que a pesar de su persistencia y disciplina, muchas noches se ha acostado sin comer. "Porque a mí no me gusta pedir. A veces se acerca alguna persona y me dice quiere esto o me ofrece y ahí sí, pero pedir, jamás, porque la decencia del hombre es de trabajar", dijo Yandún. La solidaridad de este grupo, también se transmite a otras personas. Wilfredo, natural de Leticia, Amazonas, vive en una habitación del centro y aunque le ofrecieron pan, prefirió no comerlo para llevarlo a sus compañeros de una fundación del municipio de Palmira, en la que se apoya para resocializarse."Cuando yo vengo por las calles a vender las bolsas de basura, las velas y a repartir el mensaje de Dios y su bendición, yo no pido para mí, no me gusta que me den porque lo primero que hago es pensar en mis compañeros que necesitan ser alimentados y no tienen familia", manifestó Wilfredo. Los voluntarios no reciben apoyo económico, solo piden donaciones de pan o que lo dejen pago en algún establecimiento para recogerlo. Aunque tienen presente que quizá no cambiarán el mundo con sus acciones, tienen la firme convicción que por lo menos le cambiarán el día a muchas personas que lo necesitan y se convertirán en el ejemplo para que alguien más tome iniciativas como esta.
El pasado 24 de agosto, se celebraron los Juegos Paralímpicos de Tokio, un evento que reunió a los mejores atletas del mundo y donde los deportistas colombianos se destacaron, pusieron la parada e hicieron una histórica participación.Desde que arrancaron los juegos, los 69 deportistas que representaron al país demostraron su valía, ganando 24 medallas y superando lo hecho en Río, donde fueron 17.En total, fueron 3 oros, 7 platas y 14 de bronce. Siendo así la mejor actuación del país en unos Juegos Paralímpicos.Incluso, impusieron récords mundiales en algunas de las disciplinas, como en natación. El santandereano Nelson Crispín, uno de los máximos medallistas en esta edición, ganó una presea de oro en esta modalidad al imponerse en la final de 200 metros combinado. Su récord mundial fue por un tiempo de 2:38.12.Laura Carolina González también brilló, pues además de colgarse una presea de bronce, se convirtió en la primera mujer colombiana en ganar una medalla en natación.La discapacidad de Laura comenzó cuando siendo niña adquirió una bacteria interhospitalaria. La cual generó la pérdida de los dedos de su mano derecha y en su brazo izquierdo perdió funcionalidad.Durante toda su carrera ha tenido que enfrentar diferentes pruebas, una de ellas, el rechazo de algunos entrenadores, incluso, fue víctima de la incredulidad de los demás por su talento, pero no significó un alto, fue una motivación para demostrar. Este es el medallero de Colombia en los Juegos Paralímpicos:Nelson Crispín, oro – Para natación, 200 metros combinadoJosé Gregorio Lemos, oro – Para atletismo, jabalina F38Carlos Daniel Serrano, oro – Para natación, 100 m pecho S7Mayerli Buitrago, plata – Para atletismo, impulsión de bala F41Nelson Crispín, plata – Para natación, 100 m pecho S6Darian Faisury, plata – Para atletismo, 100 m T38Moisés Fuentes, plata – Para natación, 100 m pecho S4Carlos Daniel Serrano, plata – Para natación, 50 m libre S7Mauricio Valencia, plata – Para atletismo, jabalina F 34Nelson Crispín, plata – Para natación, 100 m libres S6Luis Lucumí, bronce – Para atletismo, jabalina F38Diego Dueñas, bronce – Para ciclismo, persecución individual C5Carlos Daniel Serrano, bronce – Para natación, 200 m combinado S7Angie Pabón y Luis Arizala, bronce – Para atletismo, 400 m T11Jean Carlos Mina, bronce – Para atletismo, 100 m T13Nelson Crispín, bronce – Para natación, 50 m mariposa S6Yessenia Restrepo y Esteban Aguirre, bronce - Para atletismo, lanzamiento disco F11José Gregorio Lemos, bronce – Para atletismo, salto largo T38Diego Meneses, bronce – Para atletismo, jabalina F34Juan Betancourt, bronce – Para ciclismo, ruta T1-2Fabio Torres, bronce, Para levantamiento de peso, 200 kgLaura González, bronce – Para natación, 100 m mariposaCarlos Daniel Serrano, bronce – Para natación, 50 m mariposa S7Darian Faisury, bronce – Para atletismo, 400 m T38Entérese de esta y más noticias del deporte en BLU Radio:Escuche 'Ser campeón viene con manual':
Esta tarea la han hecho sin falta durante 24 años…Desde antes de cada 24 de diciembre, los esposos Sergio Salazar e Isabel Cristina Gómez, contactan a amigos, familia y conocidos para recolectar dinero, ropa y juguetes con el fin de alegrar con un regalo a 800 niños del barrio 13 de Noviembre, ubicado en la periferia oriental de Medellín, una labor que han decido hacer con sinceridad y amor… y así se nota desde que comienzan a subir la ladera, tocando puerta a puerta, para avisar que llegaron los regalos.Sergio Salazar, fundador de la obra social conocida hoy como Regalo de Navidad, recordó que en un principio recolectaban juguetes usados para regalar a niños en el Centro de Medellín, hasta que decidieron trasladarse a las comunas.“Subimos alrededor de 800 juguetes, se entrega uno por niño, paquete de galletas y un Bon Ice. Y actualmente estamos rifando entre tres o cuatro bicicletas, que hemos comprado con el dinero y una persona que tiene un lugar donde manufacturan bicicletas, nos obsequia una”, detalló Salazar.Para Isabel Cristina, la alegría de los niños es la menor muestra de agradecimiento.“Es una experiencia maravillosa, nos hincha el corazón, nos reciben con una maravillosa sonrisa, nos conocen, nos esperan. Y gracias a Dios en todo este tiempo, incluso en la pandemia que fue tan difícil para todos, no les fallamos”, expresó Gómez.Pero además de los regalos, han encontrado colegas que se suman donando mercados. “El año pasado subimos alrededor de 40 mercados, que entregamos de manera personalizada. Es algo hermoso y enriquecedor poder ver cómo uno puede quitarle el hambre a algunas personas”, contó Salazar.Y entre las historias que más lo han impactado, es ver que lo recuerdan los jóvenes que, cuando eran niños, también recibieron de sus regalos, aunque hoy no estén en el mejor camino.“En alguna ocasión, cuando llegué a la parte superior, alguien me dice ‘mono, llegaste con los regalos’, tamaña sorpresa que me da cuando veo que esas personas que estaban armadas, yo les entregué juguetes cuando eran pequeños. No nos hicieron nada, e incluso nos trajeron sus niños y nos decían que siempre habíamos llevado alegría”, dijo.Y como la labor sigue, Sergio aseguró que siempre serán bienias las ayudas, ya sea con regalos o ropa, o con tiempo, pues también esperan voluntarios para trasladar los elementos hasta el barrio, como lo hizo un amigo que desde hace 7 años les presta un carro.Todo, como dice esta pareja de esposos, será recompensando con la sonrisa y agradecimiento de un niño.Escuche 'Ser campe´ón viene con manual'':
Jairo Rivera, estuvo cuatro meses en la UCI del Hospital Fontibón, mientras que su esposa, Ligia Pinzón, estuvo cinco semanas tras contagiarse por COVID-19Blanca Ligia Pinzón y Jairo Rivera, libraron la más dura batalla de su matrimonio, cuyo escenario fue una Unidad de Cuidados Intensivos, esto, luego de contagiarse del COVID-19.Esta historia de amor de más de dos décadas casi llega a su fin, los síntomas asociados a una gripe, los obligaron a consultar los servicios de urgencias del Hospital Fontibón, sin embargo, pensaron que esta consulta no pasaría de un día y unos cuantos antibióticos.“Recuerdo que esa mañana me dolían los huesos, fuimos al hospital, nos internaron y todo se comenzó a complicarse; ya cuando me pasaron a la UCI no volví a saber nada de mí, ni de mi esposa, no sabía ni dónde estaba”, cuenta Jairo Rivera, con lágrimas en los ojos.Este hombre de 56 años, latonero, por sus antecedentes médicos tuvo serias complicaciones respiratorias que lo dejaron con bastante grave durante 16 semanas de en la UCI, fue intubado, extubado y vuelto a intubar.Por su parte, Blanca Ligia Pinzón estuvo hospitalizada durante cinco semanas y fue testigo del esfuerzo de los médicos, enfermeros, auxiliares y camilleros que estuvieron pendientes de su salud y la de su esposo.“Estoy muy agradecida con todo el personal del Hospital de Fontibón, desde el guardia de seguridad, hasta los médicos especialistas, siempre recibí el mejor trato de parte ellos, estoy muy agradecida por salvarme la vida y la de mi esposo", dice emocionada la usuaria.Esta dura batalla sanó el corazón de esta pareja que, aunque no ha podido retomar sus actividades laborales y apenas se acostumbran a las secuelas de esta dura enfermedad, no dejaron que el COVID-19 los separara.
En Barranquilla, los ´'cobradiario' son un fenómeno que crecen gota a gota. Con sus facilidades de préstamo y altos intereses, convirtieron la necesidad del trabajador informal en una demanda de doble rasero que hasta involucró a bandas criminales.Santiago Botero es un emprendedor que quiso apostar por crear una empresa financiera que se dedicará a brindar acceso a créditos tanto a quienes no pertenecían al sector bancarizado tradicional, como a los reportados en Datacrédito, que estaban urgidos de segundas oportunidades. Su trabajo se convirtió en el contrapeso a un problema social que desde el Estado no ha tenido intervención.“El ´pagadiario es un cáncer, y es que hoy te da cien mil pesos; mañana te da otros cien mil pesos, porque tú los necesitas. Entonces tú vas pagando, pero tú, un mes tuviste dinero de sobra y quieres abonar cincuenta mil pesos y te dice: “No, o me pagas los doscientos mil pesos o no me puedes pagar”. Ahí entramos nosotros, nosotros queremos ser parte de esa solución. Yo no tengo todo el dinero del mundo para prestarle a todas las personas que quisiera, pero yo voy a poner mi grano de arena en la ecuación”, explíca.Él reconoce que su clientela tiene sus características particulares: “no te imaginarás el perfil de esa gente. Son mala paga, son gente reportados, de todo hay. Yo quiero ser una persona que dé segundas oportunidades”, comenta.Pero advierte que la clave está en la educación financiera. En no solo prestar por prestar, sino en acercarse para enseñar a las comunidades como administrar el dinero.“Yo le presto plata para un carro, si no me paga el carro, tiene que salir a coger bus o taxi, entonces no es que él se quita el gasto. Yo le digo: “decide qué quieres hacer. Si quieres andar en carro, págame. Y si no anda en bus, pero te va a costar la misma plata”, asegura como si estuviera explicando la dinámica a uno de sus clientes.La apuesta de Santiago fue objeto de atención de inversionistas extranjeros, quienes recientemente le compraron parte de las acciones de esta compañía con la que facilita créditos a comunidades con vulnerabilidades económicas. Él dice que es una apuesta por la gente.“Esta persona que tú ves acá, quiere invitar a los empresarios, a los emprendedores, a los inversionistas. Nosotros tenemos la materia prima más importante de un país que es la gente. Nosotros tenemos gente de primera”, manifiesta.Escuche la historia aquí:Escuche 'Ser campeón viene con manual':
Claudio Melo, tiene 90 años y hace apenas un par de semanas se graduó como bachiller. Vive en el sur de Bogotá y ha hecho lo que para muchas personas consideran imposible: estudiar en un colegio y soñar con ir a la universidad.Aunque dice que le gustaría estudiar ingeniería, aún no se decide. Hace pocos días, el rector del Politécnico Grancolombiano le entregó la noticia de que estudiará con una beca del 100% y dice que ya tiene todo preparado entre libros, cuadernos y todas las ganas de ir a las aulas.Lea también: ¿Por qué un día de solo #NoticiasPositivas?Vive solo en una habitación que le cuesta pagar cada mes y dice que sus hijos lo olvidaron. Por esto, ve en el estudio su único refugio para lograr un sueño de felicidad en los años que le quedan de vida.
Con murales de 3 metros de ancho por 1,70 metros de alto, los barranquilleros aprecian el arte mientras se encuentran dentro de las estaciones de Transmetro.La exposición se puede apreciar en seis estaciones del sistema, en las cuales se les rinde homenaje a personajes insignias en diferentes áreas de la cultura, la academia, los deportes, entre otros.“Son 6 murales, hasta el momento, las que forman parte de la exposición TransporArte. Los primeros murales son homenajes a Estercita Forero, ‘la novia eterna de la ciudad’ y Alfredo Correa De Andreis, el profesor universitario asesinado”, explicó Ruby Rubio, subgerente de comunicaciones de Transmetro.En la estación cercana al Estadio Metropolitano la temática no podía ser otra que alusiva al Junior de Barranquilla. Para la realización del mural se acordó con la barra de aficionados del rojiblanco, Los Kuervos y lleva por nombre ‘El fútbol nos une’, en la que se resalta a Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Marcos Coll, y Falcao García.Lea también: Gran Malecón, el atractivo turístico de Barranquilla que le da la cara al río“En la misma troncal Murillo, por donde transitan los buses articulados, se encuentra la estación Pedro Ramayá Beltrán, con la obra ‘El río es cumbia’, homenaje al folclor y al rey de la flauta e millo”, contó Rubio.En el caso de la estación Pacho Galán se aprecia un mural que resalta a Soledad y sus íconos culturales con la obra ‘Homenaje a Pacho Galán’, el ‘Rey del Merecumbé’.En la estación Catedral, ubicada en la troncal Olaya Herrera, se rinde “Homenaje a los artesanos”, a esas personas que con sus manos exaltan las tradiciones del Atlántico.Hay que decir que los murales son obra del maestro Diego Holguín y la empresa Transmetro también emitió unas tarjetas conmemorativas con la temática. Escuche aquí el informe completo de esta noticia:
En el año 2011, en un momento de desconsuelo y desesperación, cometió el delito de hurto agravado calificado y fue enviado a la cárcel por más de 5 años. Su vida se partió en dos e incluso llegó un momento en que pensó en apagarla, hasta que comprendió que aún no debía rendirse. Primero llegó a la cárcel la Modelo y luego fue trasladado a un centro penitenciario en Florencia, Caquetá, donde midió su paciencia, su fortaleza y hasta su fe. “Perdí toda mi vida. Fue más duro todavía porque casi 3 años los mantuve bastante solos. La visita era imposible, ya que tenía que ser de dos horas y media y el transporte de allí a Bogotá son 12 horas y, por dos horas y media, no se justificaba nada”, narró en Blu Radio. Pese a esa pesadilla que estaba protagonizando en vida, el hacinamiento carcelario y el encierro, recuerda con cariño que su madre lo visitó en dos ocasiones. “La madre a uno nunca lo deja abandonado”, destaca. Sin embargo, Gilberto logró encontrar en la lectura una forma de aprovechar el tiempo tras las rejas. Leía libros de superación y de psicología y aplicaba los consejos absorbiendo las cosas buenas que le aportaba esa experiencia. Años más tarde, al recobrar su libertad, buscó a través de internet oportunidades para resocializarse. Fue allí cuando encontró a la Fundación Acción Interna, que trabaja para mejorar la calidad de vida de la población carcelaria y “pospenada”. Empezó a trabajar como cocinero en un ‘Food truck’ de comida rápida en Bogotá, llamado GoLupe, donde, además, atendía a los clientes. Luego fue contratado en un reconocido restaurante ubicado en el norte de Bogotá. Lo que parecía un sueño se materializó: después de tanto esfuerzo, se graduó como bachiller académico. Luego de trabajar, Gilberto utilizaba su tiempo libre para estudiar de forma virtual y semipresencial en el Instituto Politécnico Nacional Latinoamericano, donde encontró otro refugio para progresar. “Recibí hasta medalla por compañerismo y felicitaciones. Lo que no pude hacer hace 20 años lo terminé ahora”, dijo con satisfacción.
Para muchos, el día de la graduación del colegio o la universidad es algo importante, pero Aldo Amenta lo convirtió en una real prueba de vida. El día de la tan esperada ceremonia en la Universidad Internacional de la Florida, donde recibiría su título de ingeniero en electrónica, vestido con su toga y su birrete, Aldo llevaba algo más. Amarrado a su cuerpo, el joven portaba un dispositivo que le permitiría cumplir uno de sus más grandes sueños: ponerse de pie luego de permanecer tres años en silla de ruedas. En entrevista con BLU radio, el joven, de origen venezolano, explicó que se trata de un exoesqueleto robótico, que le permitió dar esos pasos que estremecieron el auditorio de la institución educativa y que ahora le dan la vuelta al mundo. María de los Ángeles, su mamá, cuenta que Aldo se preparó durante un año para este momento. Asegura que se trató de un “trabajo titánico” para llegar a la meta. A sus 25 años, Aldo quedó tetrapléjico luego de lanzarse a una piscina poco profunda y fracturarse el cuello, lo que lesionó su medula espinal. Durante la entrevista, recordó cómo este episodio cambio su vida radicalmente. Pese a esto, tres años después sabe que su esfuerzo no es en vano y envió un mensaje de fortaleza para aquellos que viven la misma situación. “Manténganse positivos, mantengan la fe, tengan mucha paciencia y perseverancia, no hay que dejarse vencer por nada, que todo es posible”, aseguró Amenta. Además, quiere poner sus conocimientos a disposición de las personas que, como él, enfrentan esta prueba por diferentes circunstancias y sueñan con volver a caminar. “Es mi sueño, me gustaría integrar la parte electrónica dispositiva a la salud de la gente”, dijo. Su familia también envió un mensaje a aquellos padres que tienen que enfrentar estas duras pruebas con sus hijos. Ven en “la fe y el amor incondicional” la clave para no desfallecer en los momentos más difíciles, en los que el cansancio y el desánimo aparecen. El joven venezolano tiene un especial cariño por Colombia. Su abuela paterna es colombiana y vive en Mompox. Hasta allá llegó la alegría de su hazaña. Esa alegría que ahora comparte el mundo entero, que aplaude su tenacidad y se inspira en ella. *Fotografías cortesía de Aldo Amenta y su familia.
Una flauta traversa es la cómplice de Dally Gabriela Echavarría, una chocoana encargada de acompañar a la orquesta juvenil Batuta en su natal Quibdó, junto a otros adolescentes que se congregan en Bogotá, ciudad que se convierte en el escenario para mostrar sus habilidades artísticas.Entre fagots, cornos, trompetas, percusión y clarinetes, Dally saca espacios de sus ensayos para cantar y entonar con fuerza esas melodías que escucha en la radio.Junto a ella se sienta Marco Alessandro, su hermano mellizo que hace parte de la orquesta a través de la percusión, cueros que fueron objeto de caricias y partituras de libros.Lea también: Zaira, la joven diseñadora de 16 años que construye su sueño Para ellos, el valor de la compañía y el apoyo de los padres es la columna vertebral para poder hacer música, deporte y arte.Actualmente, ambos pasan su tiempo ejecutando sus instrumentos en la Fundación Batuta en Bogotá donde se entrenan de forma temporal con maestros para lo que será un concierto juvenil en el que muchachos de regiones colombianas siguen las coordenadas de un director para interpretar obras clásicas en un elegante escenario.Con el sonido de la flauta y la percusión, Dally Gabriela y Marco Alessandro son muestra del talento chocoano que entre atriles, la batuta de un maestro y decenas de partituras, a lo unísono dicen ¡Qué viva la música!
Cuando se habla del Congreso de la República el común de la ciudadanía lo asocia con polémicas y escándalos, sin embargo, también hay hechos por destacar.En el último año, el Legislativo ha sacado adelante iniciativas importantes, de gran impacto para los colombianos. La primera de ellas es la Ley de ‘Borrón y Cuenta Nueva’, liderada por los senadores David Barguil y Luis Fernando Velasco, la cual entró en vigencia el pasado 29 de octubre.Hasta el momento, esta iniciativa ha beneficiado a más de cuatro millones de ciudadanos que han logrado salir de las centrales de riesgo, tras ser reportados por distintas deudas. El punto más interesante de esta ley es la posibilidad de que se eliminen los reportes por pequeñas deudas, un tema que afecta a miles de ciudadanos, muchas veces suplantados o incluidos por montos irrisorios, que terminaron causando una mancha en su historial crediticio.Otra iniciativa importante es la que acaba de aprobar el Congreso en último debate y, una vez sea sancionada por el presidente de la República, beneficiará a más de 7 millones de niños, que recibirán una alimentación escolar sin retrasos durante los 180 días del calendario académico.El proyecto es de autoría de la senadora Ruby Chagüi, del Centro Democrático, quien explicó que se garantizará la prestación oportuna del Programa de Alimentación Escolar, PAE, a los niños y jóvenes durante todo el año académico.Finalmente, está la ley que permitirá que las mujeres que han sufrido de cáncer de mama reciban la cirugía de reconstrucción de ambos senos “sin tramititis”, como explica su autor, Juan Fernando Reyes Kuri.“Lo que buscamos es que las mujeres puedan acceder a las dos prótesis en el menor tiempo posible, sin tanta tramititis, luego de haber luchado contra esta enfermedad que arrebata tantas vidas en el país”, indicó el congresista.Reyes también manifestó que, según el Instituto de Cancerología, entre el diagnóstico y el inicio del primer tratamiento, las pacientes con cáncer de mamá esperan hasta 59 días para ser atendidas, lo cual se corregirá con esta nueva norma.
Este viernes, 17 de diciembre, en BLU Radio es el día de las Noticias Positivas, una iniciativa que ya completa varios años y que busca dar relevancia a los hechos y situaciones de carácter positivo que suceden en la sociedad.Durante esta jornada se destacará lo bueno sobre lo malo, lo positivo sobre lo negativo y el optimismo sobre el pesimismo, especialmente en este 2021, un año atípico por la pandemia, pero también por la reactivación.Desde todas las áreas de BLU Radio acompañamos esta iniciativa, que se ve reflejada en los contenidos, temas, noticias y debates transmitidos ese día.Conéctese con todas nuestras redes sociales en Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y en www.bluradio.com para que no se pierda el detalle de esta jornada.
Son 66 mujeres nariñenses en Ipiales que desafiaron la pandemia y gracias al apoyo de la ONG Obra Abierta, se organizaron para conformar una cadena alimenticia y producir el típico plato nariñense puerco hornado. Esto con el fin de distribuirlo en las principales ciudades del país e incluso exportarlo al Ecuador.En esta ciudad considerada como la más alta del país, al ubicarse a 2.750 metros sobre el nivel del mar y donde se encuentra enclavado en su cañón, el famoso Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, se reúnen más de 40 señoras madre cabeza de familia que diariamente, en 15 hornos de barro, generan recursos con su plato típico compuesto por carne de cerdo desmechada, mote, lechuga y tortilla de papa, servido por 15 señoras, conformando una relación familiar unida por el negocio.“Es un proyecto hecho con el corazón y buscando el restablecimiento de valores, consumiendo lo nuestro, queriendo hacerles saber a estas mujeres que todo su esfuerzo vale la pena y puede ser reconocido no solo en nuestro entorno sino también en otros lugares, creando confianza en nosotras mismas”, señala Manuela Rosero, gerente del proyecto Almuerce con Ipiales. Agrega que el proyecto es muy cuidadoso con la cadena de producción, “hacemos un seguimiento desde el nacimiento del marrano hasta el momento de servirlo, nos aseguramos que todo esto se desarrolle en las mejores condiciones para nuestro consumo”. El abogado Richard Estupiñan, representante legal de la ONG Obra Abierta considera que esta es una gran oportunidad para que se vinculen personas vulnerables como lo son las madres cabeza de familia y los jóvenes que muchas veces no tienen empleo. “Nuestro objetivo es seguir trabajando como venimos haciéndolo en los 11 municipios de la Ex Provincia de Obando como son Pupiales, Potosí, Aldana, Túquerres, El Contadero, entre otros, continuando con Pasto, Cali y Bogotá, donde ya abrimos mercado y tuvimos un evento que nos dio un muy buen resultado en el restaurante Chambú. Nuestra visión a futuro es seguir exportando nuestro delicioso plato típico a todos los municipios de Colombia y lograr hacerlo en otros países también, pero conservando su preparación en Nariño”, indicó el representante legal de Obra Abierta.
¿A quién no le dan ganas de bailar en Navidad luego de tantos meses condenados a no poder abrazarse en el centro del salón o de la pista? Por culpa del COVID-19, el año pasado no se pudo celebrar en grande, pero en el 2021 hay menos restricciones y son muchos los que están dispuestos a desquitarse.Por eso, entre las cosas positivas para contar de este 2021, está el regreso de la parranda y con este la posibilidad de una recuperación económica para millones de personas. BLU Radio habló con algunas de ellas.De coser tapabocas para sobrevivir a diseñar vestidos de noviaSeguramente usted ha visto por la calle a las quinceañeras con sus vestidos largos, a los bachilleres usando quizá su primer traje elegante o a los niños saliendo con el sirio después de la primera comunión. Muchos de ellos seguro alquilaron el vestido en una casa de modas como la de Flor Alba Escobar.Flor Alba la pasó verdaderamente mal en la pandemia, fueron muchos días los que no tuvo para comer y todavía le dan ganas de llorar cuando se acuerda.“Tenía local y hacía tapabocas para poder pagar arriendo, y no se podía pagar arriendo, solamente los servicios. Y poco a poco me fui llenando de deudas y me tocó desocupar y ya llevo 14 meses aquí en la casa”, cuenta mientras le hace a una quinceañera los últimos ajustes al hermoso vestido que usará este fin de semana.Flor Alba cree que las cosas están mejorando y ahorra para abrir un nuevo local en marzo y poder exhibir los 500 vestidos de gala que tiene listos para alquilar.Baile, comida y servicio a la mesaDaniel Peña es músico y solo hasta esta temporada de fin de año volvieron a llamar a su grupo para hacer música en vivo y ya tiene eventos programados hasta enero. Además, dice que sus colegas también están sintiendo cómo el sector vuelve a tomar fuerza.“Es mucho mejor el calor de la gente ahí, que tú los ves bailando y pasándola bueno es muy bonito y muy diferente a tocar para una pantalla”, asegura.A pocas casas de donde vive Daniel, la señora Estela Gallego tiene su venta de tamales y para ella la situación también es mejor este año, dice que se pasó de una Navidad apagada a una con mucho movimiento y, por supuesto, con mejores ventas.Por su parte el mesero Dumar Peña reconoce que la situación ha mejorado, aunque todavía es compleja para muchos de sus colegas y para él mismo.La petición de Dumar para los lectores, que tienen ganas de celebrar o dinero para hacerlo, es que no se olviden de dejar una propina para todos los que hoy apenas empiezan a recuperarse.
Entrega con ‘Encanto’ es una campaña de Inter Rapidísimo que lleva a niños del país por primera vez al cine. Son menores entre los 4 y 16 años de edad, de departamentos como, Meta, Guajira, Boyacá, Tolima, Antioquia, Nariño y Sucre, que viajaron a Bogotá para disfrutar de ‘Encanto’, una película llena de diversión y magia.El cine es una fuente de transmisión de valores emocionales, educativos y familiares. Estos juegan, sin duda, un papel importante en el desarrollo psicosocial de los niños y niñas, es por esto que la campaña se enfoca en quienes viven en municipios apartados.Para hacer realidad esta campaña, el primer gran paso fue involucrar a representantes de la compañía en algunos de los municipios más alejados del país, para identificar los niños en zonas veredales. Luego los mensajeros se desplazaron hacia los hogares de estos pequeños para realizar la entrega de la invitación y, sin duda, uno de los momentos más emocionantes fue ver la felicidad de los niños al saber que viajarían a Bogotá junto con sus padres para vivir una experiencia inolvidable.“Nosotros en Inter Rapidísimo recorremos los 1.103 municipios de Colombia y hemos identificado niños que residen en zonas veredales y que nunca habían vivido la experiencia del cine”, aseguró Sandra Otalora, gerente de mercadeo de Inter Rapidísimo.“Me pareció fantástico mirar esa pantalla grande y conocí a muchos niños de diferentes regiones, jugamos bonito y la pasamos chévere”, dijo Walter Mesa Cantor, otro de los niños invitados por la compañía.Más de 45 niños que han llegado a Bogotá para ir a cine por primera vez y ser parte de la campaña Entrega con ‘Encanto’.Escuche este informe de Xiomara Rojas: Siga y escuche el podcast de La Intérprete:
Julio Martín Pinzón se cansó de que lo miraran con ojos de lástima y discriminación, camina con dificultad con el apoyo de una muleta. Desde los tres meses sufrió parálisis infantil y al lado de algunos amigos con inconvenientes físicos, creó la Red laboral de personas con discapacidad en Bucaramanga.Este hombre, que rechaza cualquier mirada de compasión frente a la lesión que lo acompaña prácticamente desde que nació, asegura que la empresa se dedica a conseguir recursos a través de dos sectores, el agrario y el industrial.“Nosotros trabajamos y compramos el reciclaje en todas sus formas, sea madera, vidrio, ropa, calzado, materias primas, chatarra, cobre, aluminio, bronce. Todo eso para nosotros es importante, porque lo procesamos y lo transformamos”, asegura Pinzón.Pero el objetivo de esta empresa, que en la actualidad reúne a 10 personas resilientes y "berracas", va mucho más allá. Parte de los recursos que obtienen, la utilizan con el fin de elaborar llantas para sillas de ruedas y otras ayudas técnicas para esa población.Por esas cosas de la vida, cuando le arregló las llantas de su silla a un precio seis veces menor del que le cobraban en otros sitios, Julio conoció a Claudia Badillo, una mujer que a pesar de tener dificultades para caminar debido a la polio que sufrió cuando tenía apenas dos años, se convirtió en alma y nervio de esta red laboral.Claudia asumió la presidencia de esta organización y está encargada de liderar la parte agrícola que también le representa ingresos a la empresa. “Cultivamos productos como el plátano, el banano que traemos a vender a la ciudad sin necesidad de químicos para que no nos afecte la salud. También ofrecemos plantas como suculentas, novios, cactus, rosos y otras”, explicó la mujer que cultiva en una finca ubicada en la vereda Capilla Baja, en el corregimiento 2 de Bucaramanga.El mundo del emprendimiento que ahora vive esta mujer alegre, que siempre tiene una sonrisa para atender a sus compradores, es muy diferente al que conoció por muchos años cuando se dedicó a la elaboración de zapatos en una de las fábricas de la ciudad.Mientras siguen en su propósito de transformar plástico, madera, prendas de vestir, metales y cultivar alimentos orgánicos, Julio y Claudia son el rostro de 25.000 personas con discapacidad física, que piden a gritos que no se compadezcan de ellos, solo quieren oportunidades para demostrar que sí pueden.Escuche el podcast de La Caja de los Comics:
El Colegio Gimnasio de Los Cerros se sumó a la campaña del Banco de Alimentos conocida como “Navidar” y recaudó más de 9.600 enlatados para entregarlos a los más necesitados. Además, con ellos diseñó un árbol de navidad gigante.Algunos de los valores que se promueven entre la comunidad educativa del colegio Gimnasio de Los Cerros en Bogotá, son la solidaridad y el liderazgo enfocado al servicio. Esa es la razón por la cual desde octubre empezó un recaudo de enlatados pensando en dar alimento a 50.000 personas vulnerables.Desde el año 2018 se ha venido desarrollando esta actividad, de la mano con el Banco de Alimentos, pero este año se rompió el récord y se consiguieron más de 9.600 enlatados.Además, el área de artes del colegio levantó un gigantesco árbol de navidad de unos seis metros de alto y se diseñó también una “corona de adviento” gigante utilizando los enlatados.Esas latas contienen fundamentalmente atún, sardinas, arvejas, fríjoles y frutas endulzadas en almíbar, todos ellos alimentos que no se dañan fácilmente y que pueden alimentar a una familia que lo necesita en cualquier momento.El rector del Gimnasio Los Cerros, Eduardo Manrique, dijo que el año entrante la idea es vincular a otros colegios y a los centros comerciales para que el recaudo sea cada vez más grande. El colegio también está dispuesto a recibir donaciones externas e invitó a los interesados a ponerse en contacto con la institución.Con el comienzo de las novenas, el Banco de Alimentos llegó al colegio y se llevó el generoso cargamento, pues son ellos quienes se encargan de identificar a las comunidades más necesitadas y administrar los recursos recaudados.El coordinador del área de sociales del colegio, Felipe Gómez, destacó que la actividad no sólo sirvió para ayudar a los más necesitados, sino que además generó un vínculo entre las familias del colegio que terminaron trabajando en equipo para conseguir el objetivo.Le puede interesar: escuche Noticias del día en Colombia
Uno de ellos es la Casa de la Paz, la cual nació en 2020 con un grupo de 10 firmantes del acuerdo, quienes querían generar un impacto social ayudando a visibilizar los proyectos productivos de otros exguerrilleros, pero también de algunas víctimas del conflicto.“Queríamos que se volviera en un espacio de reconciliación donde pudiéramos interlocutar con la población civil”, asegura Doris Suarez.En esta casa, que queda en Bogotá, se exponen productos de diferentes zonas del país como el Meta, Antioquia, el Valle del Cauca, entre otros.Ellos están inscritos en el Instituto Distrital de Turismo y su meta, según Doris, es “convertirnos en punto obligado para los turistas a nivel nacional e internacional”.Entre otros proyectos, los excombatientes también están haciendo documentales como “Por la Tierra”, el cual recogió los testimonios de excombatientes y comunidades en siete departamentos del país, en zonas afectadas por el conflicto.“El documental ‘Por la Tierra’ nace como una iniciativa del Partido Comunes de hacer un análisis desde el territorio del estado cruel de implementación del acuerdo de paz. Surge como iniciativa de Comunes de poder darle voz a las personas que están desde el territorio y han vivido día a día la lucha de la implementación del acuerdo”, manifiesta Andres Fernández, productor y codirector del documental.Por su parte, el exjefe guerrillero Pastor Alape, creó una marca de cerveza denominada ‘Alapaz’, y parte de las utilidades que recibe por esta cerveza las destinará para la construcción del acueducto en Vuelta Acuña, una vereda en Cimitarra, Santander, donde creció Alape.“Empezamos a soñar este proyecto en julio de este año, esperamos que en el mes de enero podamos llevar el primer recurso a la junta de acción comunal de Vuelta Acuña y de pronto también movilizar al sector público y entes de control para que puedan entrar a revisar cómo se recupera la inversión del Estado en esa vereda”, dijo.Le puede interesar: escuche La Intérprete
La pandemia por COVID-19 y los efectos económicos en los bolsillos de Londres y del mundo obligó a muchos a replantear el camino, buscando opciones que les permitan seguir hacia adelante y en el proceso, ayudar a otros.En el sur de Londres, en el área de Bermondsey, los residentes fueron sorprendidos este 2021 por música latina, colores y aromas cautivantes que usualmente no estaban presentes en el frío día a día.Se trataba del nacimiento del Blue Latino Market, una iniciativa creada e impulsada por el palmireño Juan Carlos Bejarano quien, junto a más de 40 miembros de la comunidad latinoamericana de países como Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela que hace vida en Londres, le dio forma a una propuesta que le cambió la cara a la pandemia en esa parte de Reino Unido.“En el corazón de este proyecto está la comunidad colombiana, que siempre lidera este tipo de iniciativas. El objetivo principal del Blue Latino Market es mostrar la mejor cara de Latinoamérica a través de su cultura, gastronomía, olores, sabores, artesanías y diferentes productos”, dijo Juan Carlos.Lea tambiénY es que los manjares blancos, las cocadas, los postres de piña y maracuyá, las empanadas, bandejas paisas, el café colombiano, las hallacas venezolanas, caraotas, tequeños, así como accesorios, ropa y otras creaciones son algunos de los atractivos de este pedazo de Latinoamérica en Londres.“Desde que empezó el Blue Latino Market hace dos meses, ha tenido mucho éxito por que los ingleses son muy abiertos a conocer las comunidades de diferentes países, vienen con curiosidad, prueban los diferentes productos o gastronomía y la semana siguiente los tenemos como clientes fijos”, agregó.Este ciudadano colombiano enfatiza que este proyecto, como iniciativa, busca darles la posibilidad a los comerciantes y emprendedores latinoamericanos que apenas están comenzando para que puedan mostrar sus productos, en una ciudad donde tener un espacio comercial cuesta mucho dinero.La vallecaucana Luz Angela Aguilar es una de las emprendedoras que con gran emoción y energía, se unió al Blue Latino Market para compartir la gastronomía colombiana y las creaciones en repostería y panadería.“Estamos trabajando en equipo, no importa el clima, llueva o truene estaremos allí apoyando el mercado. La experiencia es muy bonita, porque nosotros estamos aquí buscando eso, la oportunidad de emprender y salir adelante, teniendo en alto la cultura colombiana, con el entusiasmo y la verraquera que nos caracteriza”, manifestó Aguilar.Paola Uribe, de amigos Restaurant de comida española y colombiana, también dijo presente en el mercado latino.“Este proyecto fue una gran oportunidad para mostrar nuestros productos al mercado inglés. Nos permite crecer como comunidad latina en Londres y alcanzar esa visibilidad de comunidad emprendedora, unida, que como latinos estamos llenos de ese carisma y de ese servicio siempre amable hacia el cliente”, dijo Paola.Ángela Rodríguez, junto a sus socias Ana Castro y Natalia Ducon, aprovecharon el Blue Latino Market para lanzar su marca BELLA, un emprendimiento orientado a las mujeres, con accesorios y prendas de vestir.“Estamos muy felices de aprovechar este mercado y esta oportunidad para mostrar cómo se viste la mujer en Colombia. También queremos dar a conocer a mucha gente que nos visita sobre nuestra cultura y nuestra riqueza en Latinoamérica, lo coloridos que somos, nuestra calidad humana y la cantidad de cosas maravillosas que tenemos para ofrecer”, dijo Ángela.Este mercado al aire libre abre sus puertas todos los sábados en la mañana para que sus asistentes y comerciantes tengan la libertad de recorrer cada stand sin miedo al contagio, disfrutar de zonas ventiladas y así apoyar con tranquilidad a los emprendedores.
Doce estudiantes de Biotecnología lograron adaptar el cultivo de la papa a temperaturas altas, para que las comunidades de esas regiones de alto calor puedan sembrar el tubérculo bajo los inclementes rayos del solEl Chocó y El Guajira son reconocidos a nivel mundial por su alta biodiversidad, rica en humedales, ríos, paisajes, bosques y miles de especies de fauna y flora.En las montañas de estas dos regiones se esconden flagelos como el hambre, la desnutrición y la pobreza extrema que, según el ICBF, han cobrado la vida en 2021 a más de 29 niños.En medio del silencio de la noche, las barrigas de los niños rujen de hambre porque solo se acuestan con un plato de comida. Según la Red de Banco de Alimentos, 580.000 menores padecen actualmente de hambre y desnutrición.Lea tambiénDisminuir la hambruna en el Chocó y La Guajira a través de la modificación del cultivo de la papa, fue la meta que se trazaron 12 jóvenes estudiantes de Biotecnología de la Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia."Tratamos como de solucionar esa problemática de la hambruna, entonces como estas zona presentan altos índices de radiación solar, fue necesario adaptar el cultivo de la papa que queríamos sembrar allí, a altas temperaturas, utilizando la biología sintética. Con esto vimos dos oportunidades, porque la papa es cultivada en lugares de clima frío como por ejemplo los páramos y este tipo de cultivos daña los terrenos y hace que perdamos el recurso hídrico", dijo Tomás Molina, líder del proyecto.La papa contiene un aporte nutricional de minerales y vitaminas lo que es considerado un producto que podría ayudar a combatir el hambre a nivel mundial.Aunque la temperatura óptima para la producción de este alimento axila entre los 17 a 23 grados centígrados, los universitarios lograron hacer la papa resistente a los poderosos rayos del sol que caen en La Guajira y superan los 30 grados."En nuestro proyecto no modificamos el ADN de la papa, es decir que es la misma que se cultiva en un terreno frío, pero ahora será resistente a los rayos del sol. Entonces lo que hicimos fue tomar la proteína que protege a la papa de altas temperaturas y hacer que la bacteria Bacilos Subtilis la produzca por una ruta genética y se la entregue a la planta de papa", agregó Anderson González.Los participantes obtuvieron la medalla de bronce en el primer concurso de biología sintética de la competencia International Geneticaly Engineered, que se celebra cada año en Estados Unidos y 24 países hicieron parte del concurso.
A Sebastián Moreno Quiñones, un joven cartagenero de 22 años, la fama no le llegó en un abrir y cerrar de ojos, sino más bien en un abrir y cerrar de TikTok.Sebastián, quien en medio de la pandemia tuvo de recurrir al mototaxismo para subsistir junto a su familia, es desde hace algunos meses uno de los personajes cartageneros más populares en las redes sociales: el ‘mototaxista tiktoker’ con más de 450.000 seguidores en TikTok y más de 65.000 en Instagram.“El mototaxista tiktoker no fue planeado, fue algo que ocurrió así de la noche a la mañana, yo no sabía que ese personaje me iba a llevar a ser reconocido”, precisó.“Gracias a Dios por ser mototaxista y grabar videos he logrado que mucha gente conozca mi talento, y eso me ha traído muchas bendiciones increíbles”, relató en medio de la risa que, asegura, esconde el nerviosismo que aún le producen las cámaras y los micrófonos.Combinando lo que más le gusta: el baile, con el oficio que le permite llevar el sustento diario a su familia, Sebastián se convirtió en un boom en las redes sociales.Su video en TikTok bailando, en una estación de mototaxis, la popular champeta ‘El Avioncito’ de G Black, le abrió las puertas del denominado cielo de los ‘influencers’ al completar cerca de seis millones de reproducciones.Por ahora, Sebastián o Moreno TV, como aparece en redes sociales, no piensa abandonar su trabajo como mototaxista. Dice, con completa seguridad, que además de generar ingresos diarios, este trabajo le permite compartir con la gente, conocer la ciudad y ayudar a visibilizar este oficio.Pero no solo las redes y el mototaxismo ocupan el tiempo de este joven nacido en las entrañas del popular barrio Daniel Lemaitre, al nororiente de la ciudad de Cartagena.Sebastián también dedica parte de su tiempo a estudiar farmacéutica y ser padre de un niño de 1 año. Es ejemplo para sus compañeros mototaxistas por eso los anima a luchar por sus sueños.“Si quieren ser cantantes, quieren ser bailarines, quieren dedicarse algún arte, que luchen por eso, no se quedan solamente con el mototaximo, aunque este no es un mal trabajo, es algo que te ayuda mucho, pero si ellos tienen algunos otros sueños que los cumplan, que no se queden atrás”, es el mensaje con el que cada día intenta motivar a sus compañeros de oficio.Mientras despide este 2021 que le cumplió gran parte de sus sueños, el ‘mototaxista tiktoker’ se alista para seguir bailando, seguir rodando en su moto y sobre todo seguir cautivando más y más seguidores en redes.“El 2022 se viene con toda y lo voy saber aprovechar, voy a sacar una canción, voy a seguir creando contenido propio, porque definitivamente hay que montarse en la película, ya gracias Dios tengo gente que me apoya, y eso es lo más importante para seguir adelante”, concluyó.Siga y escuche el podcast de La Intérprete:¿Por qué Disney quiso mostrarle Colombia al mundo?
María Velázquez, es una de las mujeres que se encarga de sembrar árboles en Bogotá, ella cambió el mundo de las drogas para aportar al ecosistema y darle un mejor futuro a sus cinco hijos.María del Carmen Velázquez, pasó la infancia y adolescencia en las calles del cartucho de Bogotá. Creció en medio de las drogas, de las necesidades y la incertidumbre. Un vicio que la consumió durante los años más importantes de su vida, pero que dejó cuando cumplió la mayoría de edad.Los cinco hijos que tuvo, se convirtieron en su motivación para decirle no al cruel mundo de los alucinógenos. Actualmente vive en la localidad de Santa Fe y es madre cabeza de hogar. Todos los días se levanta a las seis de la mañana para vender dulces en los buses de la capital.Sin pensarlo, un día recibió una llamada que le cambió la vida para siempre. Era la Secretaría de Medio Ambiente de Bogotá, informándole que fue admitida en el programa 'Mujeres que Reverdecen', que ofrece un sustento básico, a cambio de contribuir con el ecosistema."Fui criada en el cartucho, entré al mundo de las drogas, pero logramos salir de ahí y ahora me gano la vida honradamente para mis cinco hijos. Gracias al proyecto Mujeres que Reverdecen, puedo tener un sustento y al tiempo contribuir al medio ambiente. Hemos aprendido sobre los humedales, yo no sabía que por ejemplo en Bogotá existían 15, también aprendimos a hacer materos con materiales reciclables", dijo María del Carmen Velásquez.Otra historia similar es la de Flor María Grajales, que vende avena en las calles de Bogotá y busca diariamente los 15 mil pesos que le cuesta la pieza para quedarse con su hijo."Hay día buenos de venta y hay día malos, el día bueno que yo diga que me fue bien, me hago entre 30 a 25, o a veces llego con lo del diario no más. Nos han enseñado en el proyecto lo que es toda la parte de los cerros, la parte de siembra de árboles y el cuidado y la preservación del medio ambiente", añadió Flor María Grajales.Ella también ingresó al grupo de las cuatro mil mujeres del programa de la Alcaldía de Bogotá, que busca sembrar árboles, hacer mantenimiento en los ecosistemas, crear huertas agroecológicas y mejorar los jardines y viveros.Por su participación, cada una recibe un sueldo mensual de $560.000 pesos que sirven de base para comprar alimentos para el hogar y el arriendo.Lea tambiénJohana Andrea Barragán, que tiene tres menores, cada noche que llega a la casa, le enseña a su niña a reciclar y a hacer ladrillos ecológicos para que construya casitas para sus juguetes y al tiempo contribuya al medio ambiente."Por ejemplo yo le he enseñado todo lo que sé a mi hija, ella me dijo mamita quiero hacer una casita para mis juguetes, para mis muñecas y quiero hacerles una cocinita entonces entre las dos estamos haciendo una casita pequeñita con ladrillo ecológicos que se hacen con una botella, material reciclable y cemento", agregó Johana Barrangán.El distrito además lidera el programa Sembradoras por la reactivación que durará seis meses y con el que cada mujer contratada recibirá pagos mensuales de $ 916.000. Un convenio con la cooperación internacional que busca generar 1.070 empleos verdes a través de 20 organizaciones no gubernamentales.