
con el respaldo de Estados Unidos, que desplegó aviones caza furtivos F-22 y un destructor, mientras aumenta la tensión con Pyongyang, donde se nombró a un nuevo primer ministro.
La mandataria surcoreana, líder de los conservadores y halcones de su país, se reunió el lunes con altos jerarcas militares y con su ministro de Defensa.
"Creo que debemos realizar una represalia enérgica e inmediata, sin ninguna otra consideración política si (Corea del Norte) protagoniza cualquier provocación contra nuestro pueblo", dijo Park, que asumió sus funciones en febrero.
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Su ministro de Defensa, Kim Kwan-jin, precisó que Corea del Sur llevará a cabo, en caso de necesidad, ataques preventivos contra las instalaciones nucleares y militares norcoreanas.
"Nosotros (...) realizaríamos rápidamente lo que se llama una 'disuasión activa' para neutralizar las amenazas nucleares y balísticas del Norte", advirtió.
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Por su lado, Estados Unidos reiteró que tomaba en serio el discurso bélico de Pyongyang aunque recordó que sus amenazas no son algo nuevo.
"Pese a la retórica dura que oímos por parte de Pyongyang, no vemos cambios en las posiciones militares de Corea del Norte, como movilizaciones de gran escala ni el posicionamiento de fuerzas", informó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"No hemos visto actos que respalden esa retórica (...) dejaré que los expertos evalúen lo que significa esta falta de vínculo entre retórica y acciones, dijo Carney.
Un nuevo contencioso tiene lugar actualmente en la Península Coreana desde diciembre pasado, cuando el Norte llevó a cabo un lanzamiento exitoso de un cohete considerado por Estados Unidos y Corea del Sur como un tiro de ensayo de un misil balístico.
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Luego, Pyongyang llevó a cabo su tercer ensayo nuclear, desencadenando la adopción a principios de marzo de nuevas sanciones de las Naciones Unidas.
La escalada no ha cesado desde entonces.
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Corea del Norte anunció este mes que suspendía el armisticio y los otros tratados bilaterales de paz firmados con Seúl para protestar contra las maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos.
El régimen comunista mostró su enfado porque bombarderos estadounidenses B-52 y B-2 surcaran el cielo surcoreano durante la realización de vuelos de entrenamiento, y amenazó con atacar las islas estadounidenses de Guam y de Hawai, en el océano Pacífico.
El sábado, Pyongyang afirmó que se encontraba "en estado de guerra" con Corea del Sur. Las dos Coreas están técnicamente en guerra debido a que la Guerra de Corea de 1950-53 terminó con un armisticio, y no con un tratado de paz.
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Este lunes, un portavoz de las fuerzas estadounidenses indicó que aviones caza furtivos F-22 Raptor habían llegado la víspera a Corea del Sur para participar en los ejercicios "Foal Eagle", que durarán hasta el 30 de abril. Con Afp
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