La noche del 6 de agosto de 2024 marcó una tragedia que aún estremece a Bogotá. En medio del caos desatado durante el concierto de la banda argentina Damas Gratis en el Movistar Arena, Sergio Blanco, un joven de 30 años y reconocido hincha de Santa Fe, perdió la vida tras ser atropellado por una camioneta blanca mientras intentaba huir de la violencia que se apoderó del evento. Hoy, más de un mes después, su familia sigue reclamando justicia.
En entrevista con Felipe García para Relatos al Límite de Blu Radio, Mónica Andrea Blanco, hermana de la víctima, relató los momentos de angustia vividos esa noche y denunció la falta de garantías de seguridad en el espectáculo.
“Yo solo pensaba: que no sea mi hermano. Cuando lo vi tirado en el piso, supe que la tragedia ya era real”, recordó entre lágrimas.
Fallas en la seguridad y ausencia de la Policía
El concierto, que convocó a más de 10.000 asistentes, había sido catalogado como un evento de alto riesgo por la presencia de barras de fútbol rivales. Sin embargo, la logística y los protocolos de seguridad fueron insuficientes.
Según Mónica Blanco, nunca hubo un control real en los filtros de ingreso. “No había un solo policía, nunca en ningún momento llegó la policía. Había un solo filtro y parecía que solo revisaban si uno llevaba trago, pero no armas”, denunció.
Además, testigos aseguraron que varias personas lograron entrar sin que se revisaran sus boletas, lo que permitió el ingreso de infiltrados. Al interior del escenario se mezclaron barras bravas, consumo excesivo de alcohol y ausencia de control, un cóctel que derivó en peleas, agresiones con cuchillos y finalmente una estampida.
La estampida y la huida desesperada
Cuando estalló la violencia dentro del Movistar Arena, Mónica intentó refugiarse junto a su hija y otros asistentes en la tarima. Mientras tanto, afuera, Sergio Blanco se encontraba con amigos y fue sorprendido por la turba armada que salía del recinto.
“Ellos venían con cuchillos, palos y hasta un hacha que sacaron del mismo escenario. Mi hermano solo trataba de defenderse y proteger a las chicas que lo acompañaban”, relató su hermana.
Al verse superado, Sergio corrió hacia la avenida NQS (carrera 30), intentando llegar a su carro. Fue en ese momento cuando una camioneta blanca de servicio público lo atropelló y huyó de la escena.
La camioneta fantasma
El vehículo involucrado, descrito como una camioneta blanca, aún no ha sido identificado plenamente. Los videos de seguridad fueron enviados a Medellín para ser mejorados digitalmente y tratar de establecer la placa. Sin embargo, hasta la fecha no se conoce la identidad de los ocupantes.
“¿Qué persona de bien mata a alguien, lo deja tirado en el piso y huye sin prestar auxilio?”, cuestionó Mónica Blanco. Para ella, la actitud de los responsables demuestra que no hubo ninguna intención de colaborar con la justicia.
La espera de una ambulancia que nunca llegó a tiempo
Uno de los puntos más críticos señalados por la familia es la falta de atención médica inmediata. Aunque una patrulla de Policía llegó de manera fortuita al lugar, los uniformados se negaron a trasladar a Sergio a un hospital, argumentando que debía esperar a una ambulancia.
Pasaron más de 20 minutos sin atención médica en un evento con más de 10.000 personas y sin una sola ambulancia disponible. Mi hermano estaba vivo cuando lo encontramos, y creemos que pudo haberse salvado
aseguró Mónica.
Finalmente, Sergio fue trasladado a la Clínica San José Infantil, donde pese a los esfuerzos de reanimación, falleció.
Un líder social más allá de la barra
Contrario a los prejuicios, Sergio Blanco no era solo un barrista. Su hermana lo describió como un joven comprometido con proyectos sociales y comunitarios. Participaba en iniciativas del Ministerio de la Igualdad y soñaba con transformar la vida de jóvenes de barrios populares.
“Mi hermano siempre quiso mostrar que los barristas no son solo violencia. Era un líder, un trabajador, un padre, alguien con muchas ideas y proyectos que quedaron inconclusos”, destacó Mónica.
Reclamo a las autoridades y a los organizadores
La familia Blanco ha elevado derechos de petición al Movistar Arena y al Distrito, exigiendo explicaciones sobre la falta de medidas de seguridad y de logística en un evento de alto riesgo. Sin embargo, no han recibido respuesta.
“El Movistar Arena no ha dicho nada, no han dado la cara. El Distrito dice que nos dará la información, pero seguimos esperando. Mientras tanto, mi hermano ya no está”, expresó con indignación.
Un llamado a la justicia
Más de 30 personas resultaron heridas dentro del concierto y un hombre perdió la vida afuera. Pese a la magnitud de los hechos, la investigación avanza lentamente en la Fiscalía.
La familia teme que el caso quede en la impunidad. “Yo pido que no dejen que la muerte de mi hermano quede en el olvido. Que se pongan la mano en el corazón y que actúen con la misma celeridad que en otros casos”, solicitó Mónica Blanco.