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Por fallas en la justicia, libres dos exgobernadores de La Guajira acusados de corrupción

Jorge Pérez Bernier resultó beneficiado por vencimiento de términos, al igual que Oneida Pinto.

309688_Fotos: Gobernación de La Guajira / Procuraduría
Jorge Pérez Bernier - Foto: Gobernación La Guajira

La semana pasada el Tribunal Superior de Bogotá dejó en libertad al exgobernador de la Guajira Jorge Pérez Bernier. La razón del beneficio al exfuncionario se debió a que transcurrieron más de 300 días desde que lo capturaron y le dictaron medida de aseguramiento por solicitud de la Fiscalía  y aún, el ente acusador no termina de presentar las más de 150 pruebas que pidió ante la Corte Suprema de Justicia.

Así las cosas, está lejos de que finalice el juicio y de saber si el exfuncionario es responsable o no de los delitos de contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales y peculado por haberse apropiado, presuntamente, de cerca de 149.000 millones de pesos destinados a megacolegios en el departamento.

Pérez Bernier, estuvo un año y siete meses en la cárcel sin que aún se sepa si es responsable o no de que no se hayan construido los colegios o de que muchos se hayan convertido en elefantes blancos.

Algo similar pasó con la exgobernadora Oneida Pinto, quien salió en libertad a principios de junio porque el ente acusador también dejó vencer términos procesales.

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Pinto, quien fue acusada de los delitos de peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales y falsedades en documentos públicos y privados, salió de la cárcel porque habían transcurrido cerca de 240 días desde que se presentó la acusación y aún no se había dado inicio formal al juicio.

La exfuncionaria sería responsable, según el ente acusador, del desfalco al departamento por 18.600 millones de pesos que estaban destinados a un programa contra la mortalidad infantil en el municipio de Albania, cuando era alcaldesa del mismo. Los dineros nunca llegaron a los menores.

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Hoy, años después de conocer los casos, los guajiros no saben quiénes son los responsables de dos de sus grandes males: la mortalidad infantil y la desescolarización por falta de instituciones educativas.

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