Hacen llamado urgente por proyecto del Gobierno que encarecería millones estos carros
El gremio de concesionarios de carros en Colombia lanzó una alerta de los efectos si se llega a aprobar la reforma tributaria.
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El sector automotor colombiano volvió a encender las alarmas tras conocerse los alcances del proyecto de reforma tributaria radicado por el Gobierno nacional, que toca practicamente todos los sectores en Colombia, y que no deja atrás tampoco a los carros.
La Asociación de Concesionarios Automotrices (Aconauto) advirtió que varias de las medidas incluidas en la propuesta no solo impactarían el consumo de los hogares y las empresas, sino que también podrían frenar la renovación del parque automotor del país.
Según explicó el gremio, el articulado contempla incrementos en el IVA para distintos bienes y servicios, entre ellos los combustibles y los vehículos con tecnologías más limpias, como híbridos. Para Aconauto, se trata de una contradicción frente a las políticas ambientales que promueve el mismo Ejecutivo.
De acuerdo con los concesionarios, gravar con mayores impuestos los combustibles genera un efecto directo sobre familias y microempresas, que dependen de los vehículos para su sustento y generación de valor agregado.
Aconauto señala que esta decisión “ralentiza el consumo de los hogares y la inversión de las empresas”, lo que tendría un impacto en la economía general del país.
En el caso de los carros híbridos, la agremiación insiste en que un aumento en sus precios iría en contravía de los programas oficiales de transición energética y sostenibilidad.
“Es de economía básica saber que al aumentar los precios de los productos se reduce la demanda y, en el caso de los vehículos, se ralentiza la renovación del parque que el país pide a gritos”, aseguró la organización.
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El gremio considera que el proyecto no solo puede encarecer tecnologías más limpias, sino que también se construye sobre un presupuesto “desfinanciado”, con el riesgo de que los recursos no se destinen a proyectos productivos, sino a fines políticos y electorales.
Además, Aconauto cuestionó que las medidas tributarias, lejos de fortalecer el empleo formal, pueden empujar a más colombianos hacia la informalidad.
Según señalaron, el aumento de costos derivado de la reforma “empujaría a la informalidad a miles de personas” y deterioraría las condiciones de quienes ya trabajan sin acceso a seguridad social ni pensión.
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Según el cálculo de Andemos, es que el Gobierno le está sumando aproximadamente un 73 % al costo original del vehículo. Esto significa que “un carro de 100 millones terminaría costando alrededor de 180 millones para el consumidor final”.
Andrés Chávez, presidente ejecutivo Andemos, lo calificó como una “profecía autocumplida”: “Yo digo que el carro es de lujo porque además le pongo una carga impositiva, imposible de pagar y después salgo y, justifico que es de lujo”.
Ante este panorama, la asociación pidió al Congreso de la República evaluar con detalle el articulado y evitar que sea aprobado en los términos actuales. El gremio expresó su confianza en que el Legislativo “no permita que la propuesta de reforma se convierta en ley, y con ella se marchite el desarrollo del país”.
La organización de concesionarios también planteó posibles caminos para aumentar el recaudo sin afectar negativamente al sector automotor.
Entre sus propuestas está la desgravación de este segmento de la economía, con el argumento de que un mayor volumen de ventas de vehículos generaría automáticamente más impuestos para el Estado.
Aconauto sugirió, además, que esos recursos adicionales podrían destinarse a proyectos de impacto ambiental, como el fomento de la renovación vehicular hacia tecnologías modernas, y a inversiones en infraestructura para ampliar la oferta de energía de carga para vehículos electrificados.