Kia presenta un prototipo deportivo GT que parece un Lamborghini
El modelo, llamado Kia Vision Meta Turismo, fue presentado en el aniversario número 80 de la marca.
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Kia aprovechó la celebración de su aniversario número 80 para revelar un nuevo ejercicio de diseño que busca proyectar cómo entiende la marca la movilidad del futuro.
El modelo, llamado Vision Meta Turismo, fue presentado como una propuesta para una “nueva era” en la que el fabricante coreano quiere explorar interfaces, ambientes interiores y lenguajes estéticos distintos a los actuales.
El prototipo aparece como una pieza central de esa conmemoración por parte de Kia, que insiste en que se trata de una visión conceptual y no de un vehículo cercano a producción.
Según la marca, el desarrollo retoma ideas propias de los gran turismo de los años sesenta, una época que describe como clave para el diseño automotriz de larga distancia.
Aunque Kia no lo califica como un deportivo tradicional, sí afirma que la silueta rinde homenaje a la “velocidad y elegancia” de aquella década.
La carrocería combina superficies suaves y elementos geométricos, y fue diseñada para mostrar la dirección estética que la compañía quiere reforzar.
En su presentación, la marca reconoció que el boceto inicial del Vision Meta Turismo partía de un lenguaje muy marcado, con proporciones similares a las que suelen verse en superdeportivos.
Por ese motivo, durante su exhibición llamó la atención la similitud visual con algunos diseños tempranos asociados a Lamborghini.
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La carrocería cuenta con múltiples aristas, iluminación delgada en ambos extremos y una configuración sin portón trasero visible, algo que contradice los teasers previos que sugerían un liftback.
Tampoco exhibe un maletero convencional, un rasgo propio de los prototipos que priorizan la forma sobre la función.
En el habitáculo, Kia afirma haber privilegiado una ambientación tipo sala, con superficies limpias y un enfoque en la proyección de información.
El volante tiene forma de “D”, incorpora botones cuadrados y antecede una pequeña pantalla rectangular.
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Más atrás, el cuadro de instrumentos no es físico: la información se proyecta en el borde inferior del parabrisas, al estilo de un Head-up Display, una solución que recuerda a lo visto en modelos como el BMW iX3.
La marca explica además que el reposabrazos termina en un joystick integrado, un dispositivo que agrupa los controles principales, entre ellos la selección de modos de conducción.
La ausencia de pilares B refuerza el carácter experimental del vehículo, acompañado por numerosos paneles de vidrio que incrementan la iluminación interior.
Kia detalló que el prototipo incorpora tres modos: Speedster, Gamer y Dreamer. No entregó especificaciones mecánicas ni cifras de potencia, aunque sí confirmó que se trata de un vehículo eléctrico, orientado —en sus palabras— a ofrecer un “rendimiento dinámico”.
El diseño exterior, especialmente por sus proporciones bajas y afiladas, ha generado comparaciones con superdeportivos y con los trazos característicos de firmas como Lamborghini.
Sin embargo, Kia no abordó referencias directas y mantuvo el prototipo como una visión estilística para proyectos venideros.