Tránsito multará con más de $400.000 a todos los conductores que sigan haciendo esto al volante
Según las autoridades, la infracción corresponde a la I01 y corresponde al pago de diez salarios mínimos diarios legales vigentes.
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Hay diferentes hábitos que tienen los conductores al estar al volante, ya sea conducir con el codo por fuera de la ventana, chatear, fumar al manejar o un sinfín de comportamientos que, heredados de padres, abuelos o instructores, podrían poner en riesgo la seguridad vial.
Y es que los expertos coinciden en que una fracción de segundo basta para que un conductor pierda el control del vehículo. De hecho, algunos actos aparentemente simples pueden dejar a una persona avanzando decenas de metros sin mirar la vía. A velocidades de ciudad, ese lapso puede equivaler a recorrer hasta 80 metros sin observar lo que ocurre al frente.
Esa pérdida de visión temporal ocurre cuando el conductor realiza una acción específica que, en el caso de fumar en el carro, implica encender un objeto, mover las manos fuera del volante y desviar la atención del entorno.
Hugo Pachón, especialista en movilidad de la Universidad Manuela Beltrán, explicó que este comportamiento interrumpe procesos sensoriales y motrices indispensables: “Genera una distracción que interrumpe la conexión sensorial y motriz esencial entre el conductor y la carretera”.
La respuesta corta es sí. Las autoridades pueden multar a un conductor que fume mientras conduzca, debido a que esta acción está clasificada como infracción I01 y corresponde al pago de diez salarios mínimos diarios legales vigentes, una cifra que supera los $400.000.
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En el caso de conductores de servicio público, la medida se amplía: además de la multa, pueden enfrentar la suspensión de la licencia, debido al riesgo para los pasajeros.
A pesar de lo anterior, en Bogotá esta práctica no ha disminuido. La Secretaría de Movilidad reportó que entre enero y el 28 de septiembre de 2025 se impusieron 537 comparendos, lo que significa casi dos sanciones diarias. Para las autoridades, el volumen evidencia que muchos conductores continúan realizando actividades que la ley clasifica como conducción distraída.
Pachón advierte que esta acción también reduce la capacidad de responder ante emergencias, como un peatón que cruza, un frenazo inesperado o una maniobra brusca para evitar un hueco.
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La distribución geográfica muestra patrones claros. Las localidades con más registros son:
Estas cifras indican dónde se concentra con mayor frecuencia la conducta.
Según los reportes, la mayoría de sancionados son conductores de vehículos particulares:
Es decir, la práctica se presenta tanto en movilidad individual como en transporte de carga e, incluso, en transporte público.
Pachón recuerda que, aunque muchos la consideran una costumbre, la legislación la incluye dentro de la conducción distraída y recalca que “sí se considera una conducta de alto riesgo”.