Ni BYD ni Tesla: esta marca promete baterías de 1.000 km de autonomía para carros eléctricos
La noticia la confirmó el director de Desarrollo de la mítica marca alemana.
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En medio de la intensa carrera tecnológica por liderar la electrificación automotriz, que domina en su mayoría Tesla, BYD y otros competidores chinos, Mercedes-Benz se perfila como uno de los fabricantes que podría dar un golpe de autoridad en los próximos años.
Mientras gigantes como BYD y Tesla dominan actualmente el mercado de los vehículos eléctricos, la firma alemana avanza en el desarrollo de baterías de estado sólido, una tecnología que promete transformar el rendimiento de los modelos cero emisiones.
Mercedes ha reconocido que no todos sus objetivos para 2025 y 2030 se cumplirán en los plazos inicialmente previstos, sin embargo, continúa apostando por la innovación. La nueva generación de vehículos eléctricos de la marca ya comenzó a tomar forma con el lanzamiento del Mercedes CLA eléctrico, un modelo que se estrenó con una autonomía cercana a los 800 kilómetros.
Uno de los avances más significativos que prepara la marca se centra en el desarrollo de baterías de estado sólido. A diferencia de las baterías de iones de litio convencionales, estas nuevas celdas prometen una mayor densidad energética, menor peso y costos de producción más bajos, aspectos que podrían allanar el camino para alcanzar autonomías superiores a los 1.000 kilómetros por carga.
El propio Markus Schäfer, director de Desarrollo de Mercedes-Benz, confirmó en una entrevista con el medio alemán Automobilwoche que la marca ya trabaja activamente con esta tecnología y que espera introducirla en vehículos de producción antes del final de esta década.
“Esperamos poder introducir las baterías de estado sólido en la producción en serie antes de que finalice la década”, aseguró el directivo.
Los primeros ensayos han arrojado resultados prometedores. Según informes internos, los prototipos han mostrado un incremento de hasta un 25 % en la autonomía frente a las baterías actuales, manteniendo un tamaño y peso similares.
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Lo anterior representaría una mejora si se toma como referencia el EQS 450+, que con una batería de 118 kWh logra aproximadamente 800 kilómetros homologados. Con la nueva tecnología, el mismo modelo podría superar con holgura los 1.000 kilómetros de alcance por carga.
Además de la autonomía, Mercedes también busca reducir la brecha de costos entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna. En ese sentido, Schäfer explicó que la química actual de las baterías NMC y LFP no permite una paridad de precios.
Aunque todavía no se ha confirmado qué modelo será el primero en incorporar esta tecnología de manera comercial, todo apunta a que podría tratarse del futuro Clase S eléctrico, el sucesor del actual EQS. De concretarse estos planes, Mercedes-Benz se posicionaría como uno de los primeros fabricantes en ofrecer baterías de estado sólido en vehículos de producción