
En medio de un contexto geopolítico cada vez más desafiante, Cuba ha reafirmado su intención de fortalecer las relaciones comerciales y tecnológicas con Rusia. Así lo señaló Eulogio Pimentel Vázquez, vicepresidente primero de BioCubaFarma, durante su participación en el XXVIII Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), que se celebra entre el 18 y el 21 de junio.
Pimentel sostuvo un diálogo con medios en el que resaltó las metas compartidas entre La Habana y Moscú para intensificar la cooperación empresarial. En su visión, la ubicación estratégica del territorio cubano le otorga un valor especial como puente entre los mercados del norte y sur del continente americano.
El Foro de San Petersburgo se ha consolidado como un espacio clave para el debate económico global desde 1997. En esta edición, más de 20.000 participantes de 140 países y territorios confirmaron su asistencia, ratificando el papel protagónico del encuentro en la toma de decisiones económicas y el lanzamiento de proyectos de innovación a gran escala.
Durante su intervención, Pimentel subrayó que la isla no solo aspira a convertirse en un socio tecnológico de Rusia, sino también en una plataforma de distribución para sus productos en América Latina. “Podemos convertirnos en impulsores e introductores de tecnologías y productos rusos, no solo hacia Cuba, sino hacia América Latina”, afirmó.
La participación de la delegación cubana se inscribe en una tendencia regional de fortalecimiento de los vínculos con Rusia, pese a lo que han calificado como manipulaciones e intentos de aislamiento por parte de Occidente. El evento permite a los países del sur global establecer nuevas alianzas y defender una visión multipolar de la economía mundial.
El directivo de BioCubaFarma también indicó que Cuba busca intercambios en sectores de alta tecnología, especialmente en biotecnología y desarrollo farmacéutico, donde la isla ha demostrado avances reconocidos internacionalmente. Estas áreas coinciden con los intereses de Rusia en diversificar su presencia fuera de Europa y Asia.
Publicidad
El SPIEF, considerado la contraparte rusa del Foro de Davos, ha ido ganando peso como una plataforma donde se tejen acuerdos multilaterales y se consolidan relaciones entre potencias emergentes. En esta edición, marcada por un enfoque hacia el sur global, América Latina ha tenido una participación notable, evidenciando el interés de Moscú en consolidar su presencia en la región.