Las autoridades israelíes se niegan a devolver el cuerpo de un prisionero e intelectual palestino que murió de cáncer el pasado 7 de abril tras 38 años encarcelado, informó este jueves la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
El preso, Walid Daqqa, había sido condenado a cadena perpetua por la muerte de un soldado israelí. Sufría un cáncer de médula ósea avanzado, con necesidad urgente de un trasplante, pero Israel no permitió su traslado a un hospital especializado ni que pasara el tiempo que le quedaba con su familia.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, dijo a la cadena pública israelí Kan que la razón para retener el cadáver de Daqqa era la de evitar posibles enfrentamientos en su funeral.
Durante su larga detención, el palestino escribió varios libros, estudios y artículos sobre el conflicto palestino-israelí y las condiciones de los prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
El Servicio Penitenciario de Israel (IPS) negó a Walid Daqqa el acceso a un trasplante de médula ósea que podría haberle salvado la vida tras no permitirle el ingreso en un hospital civil, denunció Amnistía Internacional en agosto de 2023, que ya entonces demandó su puesta en libertad por razones de salud.
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