Hombre de 47 años murió por comer una hamburguesa: esto se sabe
La muerte, que inicialmente fue catalogada como inexplicable, se esclareció tras una investigación científica.
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En Estados Unidos se esclareció la causa de la repentina muerte de un piloto de 47 años en Nueva Jersey, luego de que nuevas investigaciones científicas confirmaran que su fallecimiento estuvo relacionado con un síndrome desencadenado por la picadura de una garrapata. El caso, registrado el verano pasado, permaneció sin explicación durante meses hasta la publicación de un estudio médico que reveló la verdadera razón del deceso.
De acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, el hombre murió a causa del síndrome alfa-gal, una reacción alérgica severa asociada al consumo de carnes rojas y vinculada directamente a la picadura de determinadas garrapatas. Los especialistas llegaron a esta conclusión tras analizar de nuevo las muestras del paciente, con autorización de su familia, luego de que la autopsia inicial no encontrara un motivo claro y lo catalogara como un fallecimiento inexplicable, dado que no presentaba antecedentes cardíacos ni enfermedades previas.
La investigación detalla que el hombre comenzó a sentirse mal pocas horas después de haber consumido una hamburguesa. Según el informe publicado por UVA Health en la revista The Journal of Allergy and Clinical Immunology, el piloto experimentó dolor abdominal intenso, vómito y diarrea, síntomas compatibles con una reacción alérgica severa derivada del síndrome alfa-gal.
Horas más tarde fue encontrado inconsciente en el baño de su vivienda, rodeado de vómito. Pese a la rápida atención, no logró sobrevivir.
Los expertos explicaron que este síndrome provoca una reacción exagerada del sistema inmunológico cuando la persona ingiere carne roja, a causa de un anticuerpo generado por la picadura de una garrapata. En algunos casos, esta respuesta puede desencadenar un choque anafiláctico y resultar mortal si no se atiende de inmediato.
El estudio permitió resolver un caso que hasta entonces era considerado un misterio, y al mismo tiempo llamó la atención sobre la necesidad de incrementar el diagnóstico del síndrome alfa-gal, una condición que ha aumentado en Estados Unidos en los últimos años debido a la expansión de las garrapatas portadoras.