El reciente acuerdo entre Israel y Hamás, mediado por Donald Trump y aceptado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, abre una nueva etapa en el prolongado conflicto de Medio Oriente. El compromiso contempla la liberación de rehenes y un cese al fuego condicionado, aunque sin garantías todavía de una paz definitiva.
En entrevista con Sala de Prensa este domingo, la analista internacional Teresita Aya destacó que el grupo Hamás dio un paso relevante al aceptar liberar a los cautivos, aunque aclaró que su intención es detener temporalmente las hostilidades y no poner fin a la guerra. Aun así, el cambio de tono entre los líderes israelíes y palestinos parece reflejar un agotamiento ante la violencia.
“Israel le pidió disculpas a Catar, esono tiene precedentes”
La frase más contundente de la conversación la dejó Aya al referirse al papel diplomático de Catar, país clave en las negociaciones. “Que Israel le pida disculpas a un país árabe, eso no tiene precedentes y muestra realmente un reconocimiento mutuo entre árabes e israelíes”, aseguró.
Según explicó, durante una reunión en la Casa Blanca, Donald Trump pidió a Netanyahu que llamara personalmente a los líderes cataríes para disculparse por ataques previos. La analista considera que ese gesto resume un cambio histórico en las relaciones regionales y una posible apertura hacia un entendimiento entre antiguos enemigos.
Aya también subrayó que el paso de las fuerzas israelíes de una postura ofensiva a una defensiva demuestra “una voluntad real de aliviar la crisis humanitaria en Gaza”, aunque insistió en que el conflicto no concluirá hasta que Hamás se desmovilice por completo.
Trump busca su victoria diplomática mientras la ONU queda al margen
El modelo de negociación de Donald Trump, criticado por su tono impositivo, parece estar dando resultados. Aya recordó que el expresidente estadounidense ha insistido en que ha logrado “terminar siete guerras” sin ayuda de la ONU, organización que, a su juicio, atraviesa un momento de debilidad.
La analista concluyó que, aunque aún no puede hablarse de paz duradera, este es “el momento más cercano” al fin de la guerra en Gaza desde su inicio hace dos años. El simbolismo de liberar a los últimos rehenes justo en el aniversario de la masacre del festival Nova, agregó, podría marcar “el comienzo de una nueva etapa en Medio Oriente”.