El youtuber mexicano Alan Estrada compartió su experiencia a bordo del submarino Titán en el año 2021 para ver los restos del Titanic, el mismo que fue reportado como perdido en el Atlántico Norte el pasado domingo y que llevaba cinco personas a bordo.
Estrada detalló que la nave tiene un protocolo durante el descenso con el que la tripulación está obligada a abortar la misión y regresar si pierde comunicación con la central por un tiempo determinado.
Asimismo, contó que antes de abordar, les explican los riesgos que existen, entre ellos perder la vida ante el descenso en las profundas aguas del mar .
“Sabemos que es una expedición es totalmente riesgosa”, dijo. Además contó que el sumergible “es el primero que puede llevar a cinco pasajeros, no hay asientos, te acomodas, hay una repartición, no te puedes parar, el sumergible no tiene esas dimensiones”.
Al ser preguntado si volvería hacer una expedición de este tipo, el mexicano dijo que no volvería, esto por cuenta del costo para hacer la vista.
Sobre el funcionamiento, señaló que el sumergible podría estar en la superficie del mar o atorado en las profundidades, lo que complicaría el rescate de los tripulantes.
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“Tiene un sistema (de lastres) que los arroja para que el mismo sumergible por flotación llegue a la superficie, en el caso de que haya perdido comunicación y arrojado el lastre y el sumergible haya salido a la superficie, está en algún punto del océano, en la superficie esperando a ser rescatado”, dijo.
Diversos países se han unido a las labores de búsqueda del submarino operado por la empresa OceanGate Expeditions que ha informado que la nave tiene oxígeno suficiente para que los tripulantes sobrevivieran por 96 horas que se cumplirían este jueves al mediodía.
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Estrada dijo que la nave está cerrada bajo presión y no hay posibilidad de que sea abierta por dentro, por lo que es importante agilizar las labores de búsqueda dentro y fuera del océano para evitar que se acabe el oxígeno disponible.
La búsqueda del submarino continúa este miércoles por parte de la guardia costera de Estados Unidos y Canadá, que desplegó tres buques para detectar y obtener imágenes de objetos en el fondo marino.
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