¿Qué significa la reclasificación de la marihuana en EE. UU. para Colombia? Esto dice experto
El abogado Camilo de Guzmán, experto en derecho corporativo y regulatorio en EE. UU., explica los alcances de la orden ejecutiva firmada por Donald Trump.
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La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de reclasificar la marihuana de la lista 1 a la lista 3 de sustancias controladas marca un punto de inflexión para la industria global y, en particular, para Colombia.
Así lo explicó Camilo de Guzmán, abogado en derecho corporativo y regulatorio, en entrevista en Mañanas Blu 10:30, quien recordó que, aunque el gremio colombiano del cannabis ya no existe —“nos retiramos del gremio en el 2024… debido a las trabas regulatorias que muy bien se conocen”—, el nuevo escenario internacional puede reactivar un sector que prometía ser uno de los grandes motores económicos del país.
Según el experto, la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump no surge de la nada. “Este es el resultado de un proceso que ya viene unos años”, explicó, recordando que en 2020 Estados Unidos apoyó ante Naciones Unidas la remoción del cannabis de la lista más restrictiva. Ahora, a nivel interno, el país norteamericano reconoce por primera vez “que el cannabis tiene un potencial médico y lo reduce a un potencial de abuso moderado o bajo”.
Este cambio, aunque no implica una legalización federal total, sí obliga a la DEA a avanzar hacia un tratamiento regulatorio de tipo farmacéutico. Para Colombia, esto representa una oportunidad estratégica. “Estados Unidos está adoptando un enfoque federal en donde el cannabis se va a tratar dentro de los caminos regulatorios farmacéuticos”, señaló De Guzmán. Y allí, Colombia parte con ventaja: desde el inicio de su industria, el país apostó por plantas de extracción y manufactura con estándares internacionales, debido a la prohibición inicial de exportar flor de cannabis.
Mientras muchos operadores estadounidenses siguen en una “ilegalidad técnica” a nivel federal, Colombia cuenta con un esquema regulado bajo tratados internacionales, lo que le permite exportar con licencias nacionales. “Colombia ha hecho exportaciones bajo permisos de la DEA… y esto abre la puerta para muchísima más investigación y desarrollo al estilo pharma”, afirmó el abogado.
A este panorama se suma otro avance clave: el decreto firmado por el presidente Gustavo Petro en octubre de 2024, que permite la venta de la flor de cannabis con fines medicinales en el mercado nacional. De Guzmán explicó que esta medida corrige una omisión histórica. “La mayoría de los pacientes acuden al mercado negro para automedicarse… con cannabis en presentación de flor”, señaló.
Con el nuevo decreto, los pacientes podrán acceder a un producto seguro, regulado y acompañado por un médico. “Va a permitir acceso a los pacientes para que tengan un producto transparente… y también para la industria nacional es muy importante porque genera un mercado nacional”, explicó, usando una metáfora futbolera: “Estábamos tratando de competir en la Champions sin tener una liga nacional; ahora sí tenemos una liga nacional”.
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Finalmente, De Guzmán subrayó que hasta ahora el acceso legal había sido limitado y costoso, con apenas “cuatro o cinco productos registrados” ante el Invima. El nuevo marco regulatorio, respaldado por más de “800 estudios a nivel mundial”, podría cambiar radicalmente el panorama.
La expectativa es clara: si Colombia logra articular su regulación interna con el nuevo enfoque estadounidense, el cannabis medicinal podría, por fin, convertirse en el sector estratégico que durante años prometió ser.