"Llegamos a la conclusión de que el Reino Unido eligió sumarse a la invasión de Irak antes de agotar las opciones de un desarme pacífico", explicó en Londres el diplomático John Chilcott, que encabezó esta investigación sobre los hechos de 2003.
Dijo además que la invasión británica fue "mala" y ha tenido "consecuencias" negativas hasta "el día de hoy y que el expresidente iraquí Sadam Husein no suponía una amenaza antes de marzo de 2003, cuando el Reino Unido y EE.UU. iniciaron la intervención armada.
El autor del documento recordó la difícil situación en que se encuentra hoy Irak y mencionó el devastador atentado perpetrado el pasado fin de semana, en el que 250 personas perdieron la vida.
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También reveló que el exprimer ministro laborista británico Tony Blair prometió en 2002 al entonces presidente de EEUU, George Bush, apoyó incondicional para invadir ese país.
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"Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair a Bush el 28 de julio de 2002, ocho meses antes de que el 20 de marzo de 2003 empezara la guerra contra Irak.