En una comunicación dirigida a la Superintendencia de Sociedades, Rosiris Peña denunció que el Banco GNB Sudameris le está cobrando un crédito que terminó de pagar en 2013 e incluso adquirió con otra entidad, la cooperativa Coopdesol.
El cobro provine presuntamente de un auto emitido por la Superintendencia que realiza los cobros de la empresa Estraval, intervenida por el escándalo de las libranzas y por la cual se captó cerca de medio billón de pesos de manera ilegal.
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Según la carta que envía Rosiris, se está extorsionando a adultos mayores que son pensionados, a quienes se les asignan nuevos créditos sin autorización y se les cobra pagarés que fueron vendidos a otros inversionistas.
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“Tengo el paz y salvo para que me dejen de molestar. No estoy dispuesta a que me roben un dinero que ya pagué. Pido por favor revisar esto y sacarme de este lio en el que estos corruptos quieren meterme. No estoy ni en edad, ni con los ánimos de seguir el juego sucio a estos impostores que quieren extorsionar a los ancianos”, señaló Peña.
Como esta, hay varias comunicaciones en la Superintendencia en donde se evidencian irregularidades en el otorgamiento de estos créditos que fueron la vía para estafar a miles de inversionistas.
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