Diana Marcela Vargas y su familia esperaron 15 años para que el Estado reconociera que su hermano Fabián Vargas, había sido asesinado y dado como falso positivo por los hombres que supuestamente estaban formados para proteger a los colombianos.
Y es que desde el momento de su desaparición y posterior hallazgo sin vida en 2008, la familia no se quedó con la versión de que pertenecía al ELN como lo había reseñado el Ejército en ese momento.
“A mi hermano lo contratan para un supuesto trabajo en la ciudad de Tunja, a él se lo llevan en un bus de la terminal con varios muchachos más. Y cuando nosotros vamos a verlo con mi padre, es cuando nos enteramos de estos hechos. Ya de ahí no volvemos a saber de él”, contó Diana.
La búsqueda continuó, pese a los temores y recomendaciones de no preguntar por el paradero de Fabián porque los podían asesinar, se toparon no solo con que lo habían matado, sino que había sido en medio de un combate en Santander.
“Pero mucho tiempo después pusimos el denuncio y ya nos llamaron el 11 de noviembre para decirnos que desafortunadamente habían encontrado a una persona con similares rasgos de mi hermano por unos tatuajes y nos confirmaron definitivamente que era él”, recordó Diana.
Fue solo hasta 2018 que, con el acompañamiento de Comisión Colombiana de Juristas y la insistencia de la familia, se logró que el Consejo de Estado determinara que no existió tal combate, que se trataba de un caso de ejecución extrajudicial en el que los militares intervinieron para que no se identificara a Fabián. Por eso el Estado debía pedir perdón de manera pública.
Sin embargo, esas excusas públicas también tardaron: llegaron a toda la familia este martes, 4 de julio, presentadas por el actual ministro de Defensa, Iván Velásquez, y, el comandante del Ejército, general Luis Ospina.
Para Diana Marcela esto es un respiro en medio de toda la tarea por que se haga pública la verdad, que se limpie el nombre de su hermano y por la memoria del padre de la familia, quien murió por la pena moral que le causó el asesinato de Fabián.
“Era algo que estábamos esperando desde hace mucho tiempo y es significativo para nosotros. No nos va a devolver a mi hermano, no nos va a devolver todo lo que hemos vivido y hemos sufrido, las amenazas y las persecuciones, pero de cierta manera llena un poco el corazón, saber que las otras personas que creyeron que realmente él era un guerrillero y que hoy sepan que todo eso fue mentira, todo eso fue un montaje”, relató Diana.
Sin embargo, la familia espera que esto sea también un impulso para las investigaciones en contra de quienes dieron la orden de cometer este caso de falso positivo u ocultaron las pruebas durante tanto tiempo.
“Agradecemos el acto de perdón, pero los responsables no han pagado. Ellos siguen libres y hay unos que todavía están en el Ejército activos. Entonces, si tú ves, realmente no es que se haya dado una justicia plena. Mi hermano no está, pero ellos siguen haciendo su vida con su familia como si no hubiese pasado nada”, cuestionó Diana.
En medio del acto de perdón, el ministro Velásquez se comprometió a agilizar la ejecución de las diferentes órdenes de perdón emitidas por entidades en el país.
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