Al menos 120 personas murieron en el doble atentado del domingo perpetrado por el Estado Islámico al sur de Damasco, según un nuevo balance de una ONG que convierte el ataque en el más sangriento desde el inicio de la guerra siria en 2011.
El EI reivindicó el doble atentado suicida cerca del santuario chiita de Sayeda Zeinab, a menos de 10 km de la capital siria. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entre las víctimas mortales hay 90 civiles.
Rusia condenó los últimos atentados y afirmó que el Estado Islámico y grupos afines tratan de intimidar a la población y minar cualquier intento de solución política al conflicto.
"Estos crueles crímenes de los extremistas intentan intimidar a la población civil y minar los intentos de lograr un arreglo político duradero de la crisis de Siria que vaya en interés de todos los sirios y de poner fin al derramamiento de sangre", señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
"Es importante poner una barrera sólida en el camino de los intentos del EI, el Frente al Nusra y otros grupos terroristas para aumentar la tensión en Siria y en torno a este país instigando aún más la lucha interconfesional", añade la nota.
Actualizado: abril 29, 2016 08:47 PM