Colombia acusó a Ecuador de deportar de presos incumpliendo protocolos, “gesto inamistoso”

La Cancillería colombiana denunció que Ecuador inició el proceso de deportación de colombianos presos en ese país de manera unilateral y sin esperar el procedimiento necesario para garantizar condiciones dignas.El pasado jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano recibió la notificación del gobierno de Daniel Noboa para iniciar el traslado de estas personas, que podrían ser alrededor de 1.500, cumpliendo así con el anuncio hecho en febrero de 2024.Para esto, Colombia venía gestionando, a través de canales diplomáticos, que previamente se acordaran las condiciones de la repatriación, con el fin de garantizar los principios de seguridad, orden y regularidad en materia migratoria. Sin embargo, insisten en que esto no se está cumpliendo.Desde que se conocieron los planes del mandatario ecuatoriano, Colombia ha solicitado que la deportación no se realice de forma masiva, sino que se revise caso por caso y se cuente con el consentimiento del preso, todo ello conforme al Convenio sobre Tránsito de Personas firmado en 1990 entre ambos países.“Lamentablemente, las autoridades ecuatorianas han decidido dar inicio al proceso sin que se hubiera diseñado el protocolo, impidiendo la plena identificación de los ciudadanos deportados y la verificación de su situación jurídica, incumpliendo así las más básicas nociones del Derecho Internacional, que prohíben las deportaciones masivas”, denunció el Gobierno colombiano.Ante este hecho, calificado como “inamistoso hacia Colombia”, la Cancillería expresó su rechazo y aseguró que buscará las acciones pertinentes para evitar que el traslado se realice sin las garantías básicas en materia de derechos humanos. También manifestó la necesidad de conocer, por ejemplo, en qué cárceles del país serán recibidos los deportados para continuar cumpliendo sus penas.Noboa ha insistido en la necesidad de deportar a presos extranjeros, en especial colombianos, como parte de un plan para mitigar la sobrepoblación en las cárceles ecuatorianas, en el marco de la crisis de seguridad que atraviesa ese país. Entre los deportados habría personas condenadas por delitos como terrorismo, narcotráfico, tráfico de armas, homicidio, abuso sexual, secuestro, hurto, entre otros.