Un informe conocido por Blu Radio revela las altas implicaciones operativas, logísticas y presupuestales que está teniendo el deterioro de la cooperación militar con Israel, país clave en el suministro de tecnología, repuestos y entrenamiento para las Fuerzas Militares en Colombia.
El documento advierte que, de mantenerse la suspensión de contratos o una ruptura definitiva, las capacidades estratégicas del país se reducirían de forma progresiva, afectando la preparación de las fuerzas frente a amenazas internas y externas. Incluso se alerta de una vulnerabilidad en la seguridad nacional si no se reemplaza con urgencia parte del equipamiento israelí.
El análisis sugiere una transición gradual, no abrupta, para no comprometer la operatividad de las Fuerzas Militares, por lo cual se deberia verificar la disponibilidad de repuestos en stock, diversificar fabricantes, pero sin sacrificar compatibilidad técnica, definir ciclos de vida de equipos y plataformas para reemplazarlos sin afectar la misión de defensa y evitar decisiones de impacto inmediato que desarticulen programas vitales como el Documento Maestro de Planeación de la Fuerza.
Lo que está en juego:
El informe destaca que está en juego la pérdida de licencias y patentes para fabricar armamento menor con empresas como Israel Weapon Industries y Elbit Systems, además del aumento de riesgos en interoperabilidad militar, afectando el trabajo conjunto con aliados occidentales. También habla de la posible entrada de proveedores no certificados, lo cual encarecería costos y bajaría estándares técnicos y del detrimento patrimonial por los contratos suspendidos y recursos comprometidos que podrían perderse.
La flota de aviones Kfir de la FAC, columna vertebral de la superioridad aérea colombiana, está al borde del retiro, con el deterioro de relaciones se limitaría la consecución de repuestos, además de que, perder la contratación con Israel podría acelerar la pérdida del alistamiento de las aeronaves; es decir; quedarían más rápido en tierra.
Los helicópteros MI-17, por su parte, están entrando en fase de preservación, lo que las deja fuera de uso. Esto obliga a sobrecargar la flota de UH-60 Black Hawk, que también requiere mantenimiento urgente. En estos momentos se tienen en Israel cinco motores, tres para entrega en la vigencia 2025 y dos en la vigencia 2026.
Los sistemas de defensa estratégica, radares, redes de comunicaciones satelitales y tecnologías de guerra electrónica también dependen en su mayoría de hardware israelí, como los equipos de Elbit Systems y Gilat.
“A través de la red satelital mantiene la conectividad a unidades militares geográficamente distantes, para ello cuenta con un HUB satelital de última generación, tecnología SkyEdge II-C GILAT de Israel, que soporta redes simultáneas en uno o varios satélites, brindando la conectividad a través de 200 estaciones satelitales”, destaca el informe.
En materia de recursos, Colombia mantiene más de 250 millones de dólares en contratos activos con empresas israelíes solo en la Fuerza Aeroespacial. A eso se suma $150 millones de dólares en proyectos del Ejército y la Armada y más de $559 millones de dólares en proyectos tipo Offset; es decir, acuerdos tecnológicos con transferencia de capacidades.