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Comerciantes de Ipiales, al borde de la quiebra por falta de compradores

En esta ciudad fronteriza el comercio informal creció hasta en un 70 %, porque muchos de los comerciantes formales tuvieron que cerrar sus negocios.

Comercio en Leticia.jpeg
Foto comercio referencia.
Foto: Cortesía.

Tras considerar que la reapertura del puente internacional de Rumichaca, frontera entre Colombia y Ecuador, si está beneficiando a determinados sectores de la economía binacional, los comerciantes de Ipiales en el sur de Nariño, aseguran que una semana después los compradores ecuatorianos desaparecieron.

Mario Pantoja, representante de los comerciantes en Ipiales, le conto a BLU Radio la situación que están viviendo en esa ciudad fronteriza por culpa de los dos años de cierre del paso fronterizo y la reducción del poder adquisitivo de los habitantes de la provincia del Carchi en el norte del Ecuador, que antes de la pandemia eran los mayores compradores de todo tipo de mercancía en Ipiales, sur de Nariño.

El líder gremial manifestó su preocupación y dijo que, de continuar, esta situación obligará al cierre de varios establecimientos comerciales aumentando la crisis de desempleo que en Ipiales ya supera cualquier cálculo de los economistas.

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Pantoja aseguró que decenas de comerciantes siguen endeudados con los bancos y otros que pero porque tuvieron que recurrir a los denominados gota a gota, con quienes los intereses son altos.

El líder de los comerciantes también pidió que haya una disminución en la carga tributaria que le permita a nuevos empresarios llegar hasta la zona de frontera y ayudar a reactivar la economía local.

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Nadie ha escuchado nuestras suplicas, dijo Pantoja, quien indicó que desde que se cerró el puente hasta el día de su reapertura siguen esperando la ayuda del estado colombiano.

En esta ciudad fronteriza el comercio informal creció hasta en un 70 %, porque muchos de los comerciantes formales, insistió el líder gremial, decidieron cerrar sus negocios y salir a las calles a vender las mercancías por que ya no tenían como pagar arriendos y servicios públicos.

Finalmente, Pantoja advirtió que el hambre los está enfermando, pero lo más seguro que el olvido estatal los acabe de matar por completo.

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