Este programa iniciará la próxima semana y busca evitar el contagio de enfermedades entre consumidores de drogas inyectables, entregando en dos puntos de la ciudad kits con jeringas, algodón, banda elástica, curas y otros implementos.
Según Durán, en Cali “se han detectado dos sitios en que se expende heroína, en el sector del centro y hacia el oriente de la ciudad, en los barrios Sucre y Santa Helena”, comunidades en donde se han encontrado entre 60 y 70 personas que se reúnen de manera periódica a consumir este tipo de droga.
El programa, enmarcado en la política de prevención de consumo de sustancias psicoactivas, busca que los pacientes no compartan jeringas y adquieran enfermedades como VIH o hepatitis.
Sin embargo, en la capital del Valle ha surgido toda una controversia en torno a este programa, pues hay quienes dicen que lo que se debe incentivar es la prevención y llevar a hogares de paso a los drogodependientes para que allí inicien un tratamiento especial.
Durán respondió que no es sencillo que este tipo de consumidores superen su adicción, y que la administración local pretender “mitigar el riesgo y no solamente entregar el kit. Siempre el kit va acompañado de la posibilidad de sacar un paciente del consumo de heroína”.
“No es fácil, pues la heroína es una de las sustancias más adictivas que ha podido crear el ser humano, entonces ante la problemática lo que hacemos es evitar que el paciente se nos contagie con Sida o hepatitis, y proponer a los pacientes una posible solución para salir del consumo”, añadió.