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Después del caso denunciado de una niña indígena emberá que fue colgada en un techo mientras era golpeada con un palo, la defensora del pueblo, Iris Marín, confirmó que a pesar de las agresiones recibidas, la niña se encuentra estable y fuera de peligro. Sin embargo, aseguró que este hecho fue cometido por un familiar de la menor, más no como un caso de justicia por parte de las autoridades indígenas. Entre tanto, la defensora asegura que la autoridad y autonomía de los pueblos no es justificante para ejecutar este tipo de actos violentos en contra de los niños.
“La autonomía y la administración de justicia propia de los pueblos indígenas no pueden ser utilizados para amparar violaciones a los derechos fundamentales de las niñas, los niños y los adolescentes. Ninguna tradición, costumbre o práctica cultural puede estar por encima del interés superior de la niñez", afirmó.
Así las cosas, con cifras también denuncia que los casos de agresiones a mujeres y niñas indígenas están en aumento. Puesto que, desde el 2019 al 2024, se registraron 115.374 exámenes por delitos contra niños, niñas y adolescentes, de los cuales el 42 % de las víctimas tenían entre 10 y 13 años y el 13 % pertenecían a comunidades étnicas. Por otro lado, afirma que en la mitad de los casos registrados, el agresor era un familiar y el 78 % de lo mismos ocurrió en el hogar. En el mismo periodo, se practicaron 42.685 valoraciones por violencia intrafamiliar contra menores de edad, siendo las niñas y las adolescentes mujeres el 52 % de los casos, con 11 % de víctimas pertenecientes a grupos étnicos.
Entre tanto, la Defensoría del Pueblo rechazó este tipo actos violentos que están tipificados como acciones discriminatorias, racistas, clasistas y que han sido comentadas y circuladas en redes sociales.
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