Desde inicio del 2017 las poblaciones Santa Bárbara de Iscuandé, Mosquera, Barbacoas, Francisco Pizarro y Tumaco en el departamento de Nariño han sido afectadas por las nuevas dinámicas del conflicto tras la dejación de armas de las Farc.
Según Ingrid Rusinque, defensora delegada para los Derechos de la Población Desplazada, en las zonas costeras de Nariño 1.986 personas, que equivalen a 571 familias, se han tenido que desplazar de sus tierras por la incursión de nuevas estructuras armadas ligadas al narcotráfico.
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Estas estructuras criminales buscan copar los territorios que dejaron las Farc y con ello atemorizar a la comunidad.
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“Nariño está pasando por una situación muy difícil en materia de seguridad y humanitaria, este año van 8 desplazamientos, de los cuales, cuatro se han producido en Santa Bárbara de Iscuandé”, explicó Rusinque.
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“Hacemos un llamado al Gobierno para que cumpla los compromisos. El 15 de junio de 2017 vinieron 10 alcaldes de la zona costera nariñense al Ministerio del Interior a plantear la situación tan complicada de seguridad, estructurales y la falta de la institucionalidad”, denunció.
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