Era 1983 y en medio de la escala de tensión de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, cuando la humanidad estaba en vilo frente a la amenaza de una guerra nuclear, una película le dio un vuelco a la realidad al advertir que un eventual enfrentamiento a escala global podría darse más allá de apretar un botón rojo.
La película era ‘Juegos de Guerra’, y mostraba a un joven Matthew Broderick como un incipiente hacker que logra infiltrar el Centro Informático del Departamento de Defensa (NORAD), creyendo que se trataba de un videojuego.
Más de 40 años después, la amenaza de hackeo ni es fantasía de Hollywood, ni un videojuego, es tan real que ha llevado al Gobierno y las autoridades en Colombia a encender todas las alarmas frente al riesgo de un ciberataque que lleve a influenciar o alterar los resultados de las elecciones presidenciales del próximo 29 de mayo.
Desde febrero de este año, el Gobierno de Estados Unidos viene advirtiendo a Colombia sobre actores internacionales que estarían interesados en manipular las elecciones en el país.
Una primera fase usa las redes sociales para generar desconfianza y confusión entre el electorado e incluso favorecer a algún candidato en particular.
Según datos del Ministerio de Defensa, hay información en las redes sociales de ataques y movilizaciones digitales desde Rusia y Venezuela.
Además, se han detectado cuentas falsas y engañosas, difundiendo información sobre las elecciones de Colombia desde Bangladés, México y Venezuela.
El ministro de Defensa, Diego Molano, reconoce que le preocupa la ciberseguridad en los comicios, al manifestar que es conocida como el quinto dominio de la guerra, en un escenario como el que actualmente se presenta en la invasión de Rusia a Ucrania.
El problema de la injerencia de Rusia en las próximas elecciones se torna aún más preocupante a medida que se acercan las presidenciales, hay una cantidad cada vez mayor de desinformación que llega desde fuera del país y que tiene la intención de interrumpir el proceso democrático.
El presidente Iván Duque ha sido categórico al señalar que no va a aceptar ninguna injerencia extranjera en las elecciones en Colombia y que con la ayuda del Gobierno de Joe Biden estarán pendientes para combatir a quienes quieran afectar las próximas elecciones a través de información de inteligencia.
Precisamente y sin entrar en mayores detalles, el jefe de Estado destacó el proceso que llevó a la captura, el pasado miércoles, del ciudadano ruso Sergei Vagin, señalado de mover millones de dólares para financiar, al parecer, acciones en contra de la fuerza pública.
A su vez, Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas en Washington, sostiene que los rusos consideran a Latinoamérica como un aliado potencial, no solo en temas comerciales sino también políticos.
En diciembre de 2017, el National Endowment for Democracy publicó un reporte llamado “Sharp Power: Rising Autorhitarian Influence", que habla de la presunta influencia de China y Rusia en las "democracias jóvenes de América Latina y Europa central”.
Señalan que los presuntos esfuerzos de intervenir en las democracias "perforan, penetran o impactan en la información y el entorno político en los países seleccionados" y "buscan influenciar a sus públicos objetivos manipulando o distorsionando la información que les llega”.
Meta, antigua Facebook, es otro de los escenarios de ciberguerra y lo dejó claro en las elecciones de Estados Unidos que dieron como ganador a Donald Trump.
El escándalo de Cambridge Analytics, por la vigilancia y perfilamiento que ofreció Facebook, en su momento dejó varias lecciones para la compañía de Mark Zuckerberg, uno de ellos fue contribuir a la transparencia en los procesos electorales.
Meta presentó su más reciente informe sobre 'amenazas en la industria de servicios de vigilancia por contratación'.
El informe tiene un apartado dedicado especialmente a Colombia, donde revela la existencia de al menos siete empresas que ofrecían servicios de vigilancia por contratación dirigidos a personas en Internet, incluidos periodistas y defensores de derechos humanos.
Según Meta, estas compañías fueron bloqueadas de la red social y se enviaron alertas de cese y desistimiento para hacerles saber a cada una de ellas que su actividad no tiene lugar en la plataforma.
Según el análisis hecho por Meta, se lograron identificar tres principales comportamientos durante los espionajes y vigilancias: Reconocimiento, Involucramiento y Explotación.
Las empresas ofrecen servicios y aplicaciones para recolectar información sobre la persona de interés de todos los registros digitales disponibles: blogs, redes sociales, plataformas de gestión, medios de noticias, foros y la "dark web".
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