El comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, confirmó que durante el secuestro de 33 uniformados en el Guaviare se presentó la desaparición de un ciudadano que buscó refugio en medio de la crisis. La liberación de los militares, tras más de 105 horas en cautiverio, dejó en evidencia la instrumentalización de la población civil por parte de estructuras armadas ilegales.
La liberación de los 33 militares
Cubides relató que los uniformados fueron liberados luego de un proceso de mediación en el que participaron la Defensoría del Pueblo, representantes del Ministerio de Defensa, del Interior, de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la Procuraduría, la ONU y la Iglesia.
“Ellos se encuentran muy bien, han sido atendidos por un equipo interdisciplinario y están listos para regresar nuevamente al área de operaciones”, afirmó el comandante de las Fuerzas Militares, quien confirmó que la operación de extracción se realizó con apoyo de helicópteros de la Fuerza Aeroespacial, Ejército y Policía Nacional.
Según el oficial, la liberación se retrasó por la exigencia de la comunidad —presionada por grupos armados— de contar con la presencia de esta comisión antes de autorizar la salida de los soldados.
La desaparición del ciudadano en medio del secuestro
Uno de los momentos más críticos ocurrió cuando un hombre, golpeado y en mal estado, corrió hacia los militares en busca de protección. El ciudadano denunció que estaba siendo obligado a introducir explosivos en el cerco que rodeaba a los uniformados.
“El enfermero de combate lo atendió, entró en paro y lo logramos estabilizar. Estuvo con nosotros toda la tarde y la noche”, contó Cubides. Sin embargo, la situación dio un giro dramático cuando la multitud rodeó nuevamente a los soldados: “Nosotros lo mantuvimos hasta que la misma comunidad que estaba alrededor nuestro nos lo arrebató… a la fuerza”.
Hasta ahora, no se tiene información sobre el paradero del hombre, lo que mantiene en alerta a las Fuerzas Militares y a la Defensoría del Pueblo. “Esperamos que esa persona esté bien, pero lo sucedido es un delito de lesa humanidad”, señaló el almirante.
Incluso el presidente Gustavo Petro, en horas de mañana se refirió a este hecho en X.
Facción ‘Mordisco’, detrás del secuestro
El comandante responsabilizó directamente a la estructura 44, facción de las disidencias de las FARC bajo el mando de alias Jimmy Martínez o Jimmy Parra, por la instrumentalización de la comunidad que retuvo a los militares.
“Ese individuo, por el cual se han ofrecido hasta 500 millones de pesos de recompensa, es de alta peligrosidad. Amenaza con quemar fincas o asesinar a quienes no obedezcan sus órdenes”, denunció Cubides, resaltando que cerca de 800 personas participaron en el cerco bajo coacción.
El oficial advirtió que, en medio de la multitud, había civiles armados y sujetos encapuchados, lo que aumentaba el riesgo de un enfrentamiento.
Guardias campesinas: ¿legales o ilegales?
El tema de las llamadas guardias campesinas también fue abordado en la entrevista. Según Cubides, no cuentan con ningún reconocimiento jurídico y han sido utilizadas por grupos ilegales para encubrir actividades criminales.
“Las únicas guardias que son legales son las indígenas. Las campesinas no tienen ninguna reglamentación”, aclaró. A su vez, explicó que los militares se abstuvieron de usar la fuerza letal para no caer en provocaciones: “Lo que buscan estos grupos es que uno de nuestros hombres dispare, para deslegitimarnos y acusarnos de violar derechos humanos”.
Denuncias ante Fiscalía y organismos internacionales
Finalmente, el comandante de las Fuerzas Militares anunció que se adelantarán denuncias contra los responsables del secuestro. “La población fue instrumentalizada, pero hay líderes claros que deberán responder. Estas denuncias también se presentarán ante organismos internacionales, porque aquí también se vulneraron los derechos humanos de los soldados”, indicó.
No obstante, reconoció que la Fiscalía aún no ha judicializado a responsables por los múltiples secuestros colectivos registrados este año en zonas como El Plateado y el propio Guaviare.