Informe FIP: así va la “Paz Total” del presidente Petro tras tres años de Gobierno
La FIP advierte que, tras tres años de “Paz Total”, las mesas de diálogo están estancadas, la violencia aumenta y los grupos armados ilegales se han fortalecido.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La Fundación Ideas para la Paz (FIP) presentó un informe que analiza los tres años del presidente Gustavo Petro en materia de seguridad y su ambiciosa política de “Paz Total”.
Andrés Preciado, director de Conflicto y Seguridad de la FIP, explicó en entrevista en Mañanas Blu 10:30 que, aunque la propuesta fue audaz al plantear negociaciones simultáneas con diversos grupos armados, en la práctica ha estado desconectada de la realidad territorial e institucional del país.
El informe señala que, pese a que Petro recibió problemáticas heredadas de Gobiernos anteriores, en estos tres años la violencia no ha disminuido y en algunos territorios la confrontación armada se ha intensificado.
Según Preciado, esto se debe a que las mesas de negociación no avanzaron hacia resultados concretos y los alivios humanitarios prometidos no se materializaron.
Actualmente, la “Paz Total” mantiene cinco mesas vigentes, entre ellas con disidencias de las Farc y procesos de sometimiento en Buenaventura y el Valle de Aburrá.
Sin embargo, muchas otras, como las del ELN o el Clan del Golfo, han quedado inactivas o estancadas. Para la FIP, el principal problema radica en que los procesos no han llegado a etapas irreversibles que garanticen el desarme de las estructuras ilegales.
En paralelo, el Estado ha visto un debilitamiento progresivo de sus capacidades de seguridad, sumado a problemas estructurales como la financiación insuficiente del sector defensa. Esto, advierte la FIP, ha permitido la expansión y reconfiguración de grupos armados ilegales.
Publicidad
El caso del Catatumbo es emblemático: históricamente afectado por la violencia, hoy sigue siendo una de las 14 zonas con disputas armadas activas en el país. Allí, el Gobierno no ha logrado frenar los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias, que incluso mantienen acuerdos de no agresión en otras regiones.
Otro factor clave es la economía criminal, donde el oro ilegal ha cobrado protagonismo. Con el precio de la onza duplicado en los últimos años, grupos como el Clan del Golfo han encontrado en esta renta una fuente de ingresos tan importante como el narcotráfico o el control de rutas migratorias.
Para la FIP, a un año de finalizar su mandato, el reto del presidente Petro es claro: sin una estrategia de seguridad efectiva que respalde las negociaciones, la “Paz Total” seguirá siendo más un eslogan que una realidad en los territorios.
Publicidad