El presidente Gustavo Petro, desde el balcón de la Casa de Nariño, dio un duro discurso ante cientos de personas. Allí defendió las reformas ya radicadas ante el Congreso y anunció la presentación de la pensional y laboral.
“Es hacer las reformas y presentarlas a la discusión pública, al debate, al Congreso. Dictador me llaman cuando hemos dejado nuestra obra en manos del Congreso, como una democracia lo requiere; pero debo advertir que, si por alguna circunstancia las reformas se entrabaran en Colombia, lo único que se está haciendo es no construir los caminos de un pacto social, de la paz”, dijo el presidente.
Sin embargo, uno de los apartes de su discurso que más llamó la atención fue la advertencia que hizo si las reformas no son aprobadas por el Congreso. Incluso, hizo una comparación con lo sucedido en 1938 y el Bogotazo, hecho en el que fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán.
“Quizás mis palabras sean tomadas como una necedad, no como el aprendizaje de la historia de Colombia. Quizás se repitan los hechos de 1938, cuando detuvieron la revolución en marcha. Quizás en los círculos del poder económico se tejan mecanismo para impedir a partir del dinero una época de cambio. Si eso es así, solo hay que recordar 1938: detener la revolución en marcha condujo al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán”, señaló Petro.
Pero allí no terminó su llamado a la ciudadanía, pues, para concluir su discurso, invitó a los ciudadanos a no “arrodillarse”.
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“La sociedad que se mueve es la sociedad que está viva; la sociedad que se aquieta es la sociedad que se muere. Aquí llegó el momento de levantarse. El presidente de la República de Colombia invita su pueblo a levantarse, a no arrodillarse”, manifestó.
Petro se dirigió a la multitud que lo apoyó durante esta jornada de manifestaciones acompañado de su esposa, Verónica Alcocer, y de Antonella, su hija menor.
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