Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

La historia de la oficina de abogados de Ricaurte y Moreno

La exmagistrada Ruth Marina Díaz compartió oficina con Francisco Ricaurte y Gustavo Moreno.

295041_BLU Radio. Francisco Ricaurte y Gustavo Moreno // Foto: Rama Judicial- El Espectador
BLU Radio. Francisco Ricaurte y Gustavo Moreno // Foto: Rama Judicial- El Espectador

Blu Radio tuvo acceso a la declaración de la exmagistrada Ruth Marina Díaz ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, dentro de las investigaciones que se adelantan contra los magistrados Gustavo Malo, Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte por el ‘cartel de la toga’.
 
Díaz compartió oficina con algunos de los principales implicados y la investigación como Francisco Ricaurte y Luis Gustavo Moreno. 
 
En su declaración, la togada aseguró que llegó a la oficina de abogados invitada por Francisco Ricaurte y le informaron que pertenecía a Luis Gustavo Moreno.
 
“En 2014 nos reunimos el doctor Pedro Munar y el doctor Francisco Ricaurte pretendiendo compartir un espacio de oficina, como hacen muchos abogados para aminorar gastos. El doctor Munar dijo que no podía porque ya su hija le había ofrecido lo mismo”. 
 
La expresidenta aseguró que decidió continuar con Francisco Ricaurte en la búsqueda de oficina hasta que, en diciembre de 2014, recibió una llamada del abogado diciéndole que “Luis Gustavo Moreno, un joven abogado muy inteligente y de buenas maneras, había ofrecido dos espacios en un lugar pequeño en la 84”. 
 
Le pregunté que si conocía a Moreno y me dijo que sí, me lo presentó porque yo nunca había escuchado de él y me pareció una persona muy correcta”, dijo en la declaración. 
 
Le puede interesar: Exfiscal Luis Gustavo Moreno ampliará declaración que involucra a 15 personas.
 
En medio del testimonio entregado, Díaz reveló cómo funcionaba la financiación de la oficina, cuyo arriendo tenía un valor aproximado de 8 millones de pesos mensuales explicando que “Moreno era el arrendatario de la oficina, según Francisco”. 
 
“La oficina empezó en el 2015, ellos rara vez iban, y eran tres habitaciones, una para cada uno, yo casi siempre trabajaba en casa porque tenía un impedimento de los dos años de la corte. El doctor Gustavo Moreno tenía mucho trabajo y, me enteré ahí, que tenía otra oficina en la que tenía todos sus investigadores porque los muchachos hacían mucho ruido y Ricaurte le dijo que ese era un espacio muy pequeño para todos”. 
 
Ruth Marina Diaz dijo que se enteró del escándalo por los medios de comunicación y que ella nunca vio a ningún político o vio actuaciones ilegales en la oficina que compartían y, contrario a lo que se ha conocido en los últimos meses, Luis Gustavo Moreno era una persona “elocuente que hablaba contra la corrupción con una propiedad infinita”. 
 
Gustavo Moreno era un hombre muy correcto, muy serio y muy respetuoso, tenía don de gente. Yo veía que llegaban medios de comunicación permanentemente a hacerle entrevistas en las que hablaba con gran elocuencia y contra la corrupción con una propiedad infinita”. 
 
Díaz también se refirió a varios episodios extraños que ocurrieron en la oficina como un día en el que recibió una llamada de Francisco Ricaurte para pedirle que cambiara las guardas de la oficina pues “la secretaria había encontrado a unos empleados del doctor Moreno rompiendo la planta de teléfonos y el cable del mismo y que, además, se le habían perdido unos esferos muy finos”.
 
La abogada también dijo que se asombró cuando Moreno fue nombrado fiscal Anticorrupción pues ganaba más dinero como abogado litigante que como funcionario. Además, dijo que la aspiración del exfiscal a la Personería habría sido una de las razones de la ruptura de relaciones entre Moreno y Ricaurte. 
 
“Yo le comenté a Francisco que había escuchado que iban a nombrar a Moreno como personero, que era el más opcionado. Ricaurte lo llamó y le preguntó si era verdad y Gustavo dijo que no. Repito las palabras de Francisco a Gustavo: ¿pero usted cómo va a aspirar a ser personero cuando tiene tantas casaciones?”.
 
Ruth Marina Díaz terminó su tarea como magistrada de la Sala Civil de la Corte Suprema el 31 de julio de 2014.
 
En 2015 comenzó su carrera como abogada independiente, es árbitro de la Cámara de Comercio de Bogotá y de Barranquilla.
 
Fue magistrada de la Sala Civil de 2006 a 2014. Fue presidenta de la Sala Civil y de la Corte Suprema de Justicia.
 

 

Publicidad

  • Publicidad