Menor ya era cabecilla de las disidencias ‘Jhonier Arenas’: tenía 12 años cuando lo reclutaron
Se trata de alias ‘Armando Linares’ un joven de 17 años que, según inteligencia militar, era el encargado de realizar actividades de presencia armada, narcotráfico y minería ilegal, en Amazonas.
Un menor de apenas 17 años, considerado el tercer cabecilla de la estructura ‘Jhonier Arenas’ del Bloque Amazonas de las disidencias de las Farc, fue recuperado por tropas del Ejército en el Amazonas. El joven, que había sido víctima de reclutamiento forzado a los 12 años, terminó convertido en una pieza clave de esta organización criminal, bajo el mando de alias ‘Iván Mordisco’, máximo cabecilla de las disidencias.
Según información oficial, el menor fue obligado a ingresar a las filas de las disidencias cuando apenas era un niño. Durante cinco años pasó de ser guerrillero raso, encargado de labores menores y de exploración en zonas de difícil acceso, a liderar acciones criminales en sectores estratégicos como La Pedrera y la parte baja del río Caquetá. Su poder dentro de la organización creció rápidamente, al punto de ser designado como tercer cabecilla, responsable directo de operaciones armadas y del control de economías ilegales.
El prontuario del joven es extenso y revela el nivel de violencia que alcanzó bajo el mando de esta estructura. En 2023, asesinó a dos integrantes de su propia organización en el sector de Mirita Paraná, quienes intentaban desertar. Al año siguiente, habría sido responsable de la muerte de un civil en el sector de la bocana El Quinché, acusado de colaborar con la Fuerza Pública. También participó en el asesinato de tres hombres y una mujer en la Isla Sumaeta, bajo acusaciones de consumo de drogas y vínculos con el Ejército.
Durante 2025, las responsabilidades del menor se ampliaron aún más. Debido a los constantes enfrentamientos entre las disidencias y otros grupos armados, así como a la presión militar en la región, el joven fue encargado de fortalecer las actividades logísticas de narcotráfico y minería ilegal, con el objetivo de financiar a las comisiones armadas que protegen a los principales jefes criminales.
“Cabe anotar que durante los cinco años que estuvo inmerso en este reclutamiento, fue obligado a participar en actividades como el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, cobro de extorsiones relacionadas con la minería ilegal, entrenamiento en el manejo de artefactos explosivos y también en el uso de pisas suaves. Actualmente fungía como hombre de confianza de los cabecillas principales de estas estructuras”, señaló el general Edilberto Cortés, comandante de la Brigada 26.
Menor recuperado de las Disidencias en Amazonas.
Foto: suministrada.
Finalmente, tras las intensas operaciones militares binacionales entre Colombia y Brasil, el menor decidió someterse voluntariamente ante las tropas de la Brigada de Selva N.° 26, quienes lo entregaron al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para iniciar su proceso de restablecimiento de derechos y rehabilitación.