
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez , confirmó que el Gobierno Nacional tiene previsto retomar el uso del glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos, aunque aclaró que esta vez no se tratará de aspersión aérea, sino de aplicación terrestre y controlada.
La medida hace parte de una estrategia integral que busca atacar las finanzas del narcotráfico y reducir el incentivo económico de los cultivos de coca. “Junto con los ministerios de Minas y de Justicia, firmamos una circular para controlar de forma estricta los hidrocarburos, lo que busca encarecer o hacer menos rentable la producción de cocaína. Este enfoque va de la mano con la estrategia de sustitución de cultivos”, explicó el jefe de la cartera de Defensa.
El plan contempla que la aplicación terrestre de glifosato se realizará únicamente en cultivos que no superen las 1,5 hectáreas y, según lo previsto, podría comenzar a ejecutarse en el segundo semestre de 2025. No obstante, su implementación dependerá del avance de otras estrategias gubernamentales lideradas por el presidente Gustavo Petro.

Sánchez enfatizó que el objetivo no es regresar de manera amplia al uso de este herbicida, especialmente tras la postura inicial del mandatario, quien en su momento prometió que “en el Gobierno del Pacto Histórico no habrá una sola gota de glifosato que se arroje sobre las tierras de nuestra Patria”. Sin embargo, el ministro señaló que “lo que menos se quiere es el empleo del glifosato” y reiteró que el Gobierno está apostando principalmente a la sustitución voluntaria de cultivos.
El alto funcionario también destacó que la medida es una herramienta más en el conjunto de acciones legales y estratégicas disponibles para combatir el narcotráfico.
“Al igual que el bombardeo, son herramientas disponibles, son herramientas legales, son herramientas estratégicas que simplemente se emplearán según la dinámica que vayamos avanzando”, puntualizó.

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El proceso contractual para implementar esta modalidad de erradicación fue iniciado por el exministro Iván Velásquez, y actualmente se encuentra en evaluación para determinar cómo se ejecutará la contratación tanto para la erradicación manual como con glifosato.
El anuncio ha generado reacciones divididas, especialmente entre sectores que han respaldado la política de sustitución y quienes consideran que la fumigación sigue siendo necesaria en determinadas zonas del país donde persiste la presencia de grupos armados al margen de la ley.
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