Cárdenas hizo un recuento del proceso de venta de Isagen, recordando que “cuando se suspendió el proceso por parte del Consejo de Estado en mayo del año pasado había 3 proponentes que habían suscrito sus pólizas de seriedad (…) Se ha ido tejiendo que el Gobierno termina este proceso ahora porque no hay Congreso o porque estuvimos en vacancia judicial. No, esto se está haciendo porque eran los plazos límites establecidos por el propio fallo del Consejo de Estado”. (Lea además: La venta de Isagen no es un buen negocio: Procuraduría).
“Cuando en septiembre del año pasado se levanta la suspensión el Gobierno llamó a sus asesores, la Unión Temporal Inverlink, y pide que por el cambio en el mercado energético mundial y el valor del dólar se debía hacer una nueva valoración de la compañía”.
“Esa valoración nos la entregaron en diciembre pasado y al mismo tiempo, para blindarse aún más el Gobierno, le pide a un tercero, que es la Banca de Inversión del BBVA, que haga su propia valoración aparte para contrastarla y tener ese punto de referencia”, añadió.
El ministro dijo que “con esa información sesiona el consejo de ministros en diciembre pasado y fija un precio de $4.130 por acción, en ese momento la acción estaba a $2.800, por lo que el consejo de ministros se fue por encima del precio que en su momento recomendaron los asesores, previendo que como había solo 3 proponentes cualquier cosa podría ocurrir; que llegaran los 3, que llegaran 2 o que llegara solo uno, lo que está efectivamente pasando”.
“El precio alto da la tranquilidad de saber que la empresa se está vendiendo a un precio que no genere dudas, no genere sospechas”, dijo Cárdenas. (Lea además: Uribismo se opone a venta de Isagen con un solo oferente).
Agregó el ministro que “los argumentos de conveniencia están todos a favor de la venta. El país necesita asegurar el éxito en el programa de infraestructura, que es realmente la solución a muchos problemas, entre ellos a los motores de crecimiento económico de mediano y largo plazo”.
“Necesitamos tener una economía más competitiva, con un mercado interno más fuerte, y para eso la mejor herramienta es tener una buena infraestructura de transporte, el país la necesita (…) A esos argumentos de conveniencia no les veo ninguna duda”, finalizó.